

Los retos de Hansi Flick: de los problemas para inscribir a Joan García o Rashford a las disputas internas o el adiós de Iñigo
Tras ganar la Liga, el técnico vuelve a lidiar con el caos: la polémica de Ter Stegen, la pelea entre Gavi y Fermín, la salida del central vasco y la incertidumbre de las inscripciones


Un año después de tener que despachar a Gündogan para que al Barcelona le cuadraran las cuentas, de no saber si podía contar con Dani Olmo —no logró ser inscrito hasta la tercera jornada— y de comenzar su estreno oficial como entrenador azulgrana ante el Valencia sin ningún centrocampista titular —Casadó, Bernal y Ferran Torres—, Hansi Flick vuelve a tener un inicio de temporada tenso, esencialmente caótico. “Un tío como Hansi, que se siente cómodo en lo previsible, está en un club que le rompe constantemente los esquemas”, comenta un empleado del club. “Está un poco quisquilloso, puede ser, pero sigue diciendo que está feliz de estar en Barcelona”, rematan las mismas fuentes.
Este verano, Flick ha tenido que lidiar con el caso Ter Stegen, siempre más cerca de la postura del club que de la del jugador por sus diferencias emocionales: ambos alemanes, el entrenador es cercano y solidario; el portero, distante e individualista. Públicamente, sin embargo, Flick se mostró conciliador con Ter Stegen, perdedor en el pulso contra la directiva. “Lo más importante es que todos hablen. Marc y el club lo han hecho. Lo primordial es que esté de vuelta pronto y a su mejor nivel. Es un portero fantástico. Todos estamos de su lado”.
Amalgamar un grupo fuerte es uno de los temas que preocupa a Flick. De hecho, según fuentes del vestuario azulgrana, las relaciones entre los jugadores cambiaron su dinámica a partir de la llegada del técnico alemán. “Antes, Lewandowski iba por un lado, Koundé por el otro, los jóvenes hacían su vida, como también los españoles y los guiris (De Jong, Christensen, Ter Stegen)”, cuenta un jugador del Barça. “Pero”, añade la misma fuente, “desde que Lamine ha tomado fuerza en el grupo, porque todos quieren llevarse bien con él, pero sobre todo desde que está Hansi, todos están más unidos”.
La situación de Ter Stegen puede alterar el ecosistema: cuando regrese de su lesión, Flick deberá resolver tener al capitán en la grada. Además, durante la pretemporada se le sumó un nuevo conflicto: el quiebre de la relación entre Gavi y Fermín, antes grandes amigos, hoy enfrentados desde una disputa ante sus compañeros en un entrenamiento de la pretemporada. Dos jugadores, casualmente, que junto a Olmo pelean por la tercera posición en el centro del campo. Pedri y De Jong juegan seguro. “Tenemos mucha calidad en las posiciones. Hay que gestionarlo bien, los minutos, los que juegan..., estoy muy contento”, arrancó Flick antes de mandar un mensaje público a Fermín: “En la pretemporada no estaba tan contento, pero ha mejorado en las dos últimas semanas. Contra el Como demostró lo bueno que es. La temporada pasada fue espectacular para él”.
En un once de lujo del que nadie tiene dudas, es justamente la posición de mediapunta la única que hace temblar al técnico. En la última práctica antes de viajar a Mallorca, el alemán insistió con Fermín, de la misma manera que Eric jugó en la posición que le está cuidando a Koundé y que Araujo recuperó el lugar en la zaga que le había birlado Iñigo, otra de las vicisitudes que tuvo que capear Flick durante la pretemporada. “Estábamos volando, volviendo de Corea del Sur”, contó Flick sobre el momento en el que se enteró de la salida del central vasco; “fue una sorpresa para mí, pero lo entiendo perfectamente. No me alegra porque es un jugador fantástico y con gran personalidad”.
Flick, en cualquier caso, confía en la plantilla. “Tenemos la calidad necesaria para ser mejor equipo”, aclaró. Después de que se desvanecieran las opciones por Nico y Luis Díaz, el club cerró el fichaje de Rashford, un extremo que puede jugar de 9, el único de la plantilla —así lo entienden desde la dirección deportiva— que puede hacer tambalear el estatus de Lewandowski.
Pero el preparador alemán no sufre a la hora de gestionar el vestuario, se llame Ter Stegen, Fermín o Lewandowski, ni de potenciar futbolistas, sea el caso de Araujo o de Dani Olmo. Padece, en cambio, la incertidumbre en los despachos. Tiene un aliado: Deco. “Es una extraña pareja”, los definen en el club. Una pareja que funciona para Laporta. El curso pasado, entre Flick y Deco idearon un equipo que, según Xavi Hernández, estaba “en construcción”, a otro que se coló entre los cuatro mejores de Europa, además de consolidarse como el gran ganador de España tras llevarse la Liga, la Copa y la Supercopa.
Flick ahora tiene dos desafíos: uno propio, consolidar su éxito; otro ajeno, aceptar el caos del Barça, otra vez con la incertidumbre de las inscripciones. Él apela a la paciencia. Nada nuevo, ya lo hizo el verano pasado.
El preparador aprieta para que se inscriba ya a Rashford
Un día antes de viajar a Mallorca para el estreno del Barcelona en la Liga, la plantilla de Hansi Flick tenía en el aire la inscripción de siete de sus jugadores: Rashford, Joan García, Gerard Martín, Bardghji, Marc Bernal, Héctor Fort y Szczęsny. Es decir, los tres refuerzos del verano, los tres canteranos, más la renovación del guardameta polaco.
Con la situación del exportero del Espanyol solucionada gracias a que la Liga dio el visto bueno a la lesión de larga duración de Ter Stegen —el club tenía la posibilidad de inscribir una ficha por el 80% del salario del alemán—, Flick apretó al club para que pudiera viajar a Mallorca Rashford, delantero clave para el técnico, mucho más con Lewandowski en la enfermería.
“Para mí es una situación que no me hace estar demasiado contento”, expuso Flick. “Confío en el club, pero tenemos que esperar. La temporada pasada ya fue así y salió bien. Nos centramos en lo que está en nuestras manos”, completó el preparador después del último entrenamiento del equipo azulgrana en la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Según fuentes de los despachos del Camp Nou, la presión del alemán fue clave para que se gestionara de manera exprés el aval de siete millones de la junta. Algunos directivos, por ejemplo, eran partidarios de esperar, pero cedieron. El aval, sumado a la renovación de Koundé y a “otros detalles”, según el club, podrían facilitar la inscripción del delantero inglés.
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