Ir al contenido
_
_
_
_
PSG PSG
3
Désiré Doué 38', Khvicha Kvaratskhelia 48', Nuno Mendes 91'
Aston Villa AST
1
Morgan Rogers 34'
Finalizado

Emery regresa a París con un mensaje y un vengador

El técnico del Aston Villa reanima al repudiado Asensio y juntos se reencuentran con su exclub y con Luis Enrique, a quien el vasco no enfrentaba desde la remontada de 2017

Unai Emery y Pako Ayestaran
Diego Torres

Las secretarías técnicas de los clubes de la Premier se hicieron eco de un aforismo que hizo fama cuando el año pasado el Manchester United, el club más poderoso del Reino Unido, buscaba un entrenador que liderase el proyecto de Sir Jim Ratcliffe, el nuevo propietario. Durante días, los focos de los cazatalentos apuntaron a Unai Emery, el hombre inquieto y engominado que había sacado al Aston Villa del barro de la lucha por el descenso colocándolo en puestos de Champions con el 9º presupuesto de la liga. “Es el mejor entrenador del mundo para conseguir objetivos de primer nivel con plantillas de segundo nivel”, rezaba la sentencia. Debió hacer tanta fortuna que un año más tarde Emery sigue en el Villa, feliz, entusiasmado, a salvo del incendio que calcina Old Trafford, y arrastrado por la corriente hacia la ida de los cuartos de final de la Champions que se disputa este miércoles en el Parque de los Príncipes (21:00 horas, Movistar), el escenario en el que tantos secretarios técnicos le contemplaron sufrir para hacer del equipo de Neymar, Cavani, Verratti y Mbappé, un equipo tan competitivo como había sido su Sevilla de Iborra, Banega y Vitolo.

“Es lo mejor para todos”, dijo, el día que anunció que dejaría el Paris Saint-Germain. Corría la última semana de abril de 2018 y el Madrid acababa de eliminarle de la Champions. De poco le sirvió ofrecer a la hinchada el triplete de Francia: Liga, Copa y Copa de la Liga. Tampoco le valió de mucho acreditar una relación cordial con Neymar y el resto de las figuras. Los jeques de Catar, los dueños del club, se habían aburrido del discurso administrativo de Emery, incapaz de quitarse el estigma de la remontada del 2017 en el Camp Nou. Aquel 6-1 ante el Barça de Luis Enrique no solo puso en peligro su carrera. Identificó su figura con el folclore más oscuro de la hinchada del PSG. Todavía lo recuerdan en perfecto español. Cuando un aficionado del PSG habla de “la remontada” evoca una herida que no se cierra, como un tatuaje en la frente: Emery derrotado por Luis Enrique.

“Estoy muy agradecido por los dos años que pasé aquí”, dijo Emery, al llegar París, con el gesto sombrío. “Aquí aprendí a ser el entrenador que soy. Me siento orgulloso de regresar como regreso, con el Aston Villa en Champions. ¡No olviden que el Villa ganó la Champions en 1982!”.

No fue casual que Emery recordara a los parisinos que ahora entrena a un club con más solera que el francés, presidido por unos dueños obsesionados con ganar una Champions. Tampoco es casualidad que Luis Enrique sea un ídolo en París sin haber ganado en Boulogne más de lo que ganó Emery. El asturiano se presentó ayer en la sala de conferencias de Poissy, y cuando alguien le preguntó por qué creía que su predecesor no gozaba del reconocimiento que merecía en la prensa, replicó tajante: “No sé por qué, porque no miro la prensa, pero si le falta reconocimiento hay que dárselo porque lo merece. Ha mejorado a todos sus equipos y tiene una energía inagotable. Solo espero que no esté tan bien en los próximos dos partidos”.

Todo bien, sobre todo el bloque bajo

Acierta Luis Enrique en prepararse, incluso con sortilegios. Porque la Champions sitúa al mejor PSG del siglo, el más funcional, el que mejor juega y más entusiasma a sus hinchas, frente a un obstáculo formidable, obra de Emery. Este Villa no ofrece a simple vista rasgos llamativos. Hace todo bien pero rara vez deslumbra. Sabe salir con el balón controlado, sabe atacar en posicional, y sabe presionar aunque no suele ir hombre a hombre, sus pivotes se mueven con poca elasticidad en situaciones apretadas con la pelota, y contra defensas muy encajonadas le cuesta encontrar profundidad con regularidad porque Emery pide a Watkins, Ramsey, Rogers y Rashford lo mismo que pedía a Verratti y Neymar: que pensaran mucho después de recibir la pelota. A Emery le preocupa tanto la precisión de los pases que su Aston Villa tiene el mismo ritmo que tenía su PSG. Predomina cierta cadencia de adagio y la inercia lleva al equipo a meterse atrás. Ahí completa aquello que de verdad se le da perfectamente bien: defender en bloque bajo y lanzar en largo con Tielemans, Asensio, Pau Torres o el Dibu para que corran sus veloces atacantes

La mezcla ha recibido bien a Marco Asensio. El exmadridista es jugador del PSG cedido al Villa en enero, después de que Luis Enrique le repudiara. Toda la inconsistencia de Asensio en París se ha transformado en rebeldía reivindicativa en Birmingham, bajo la guía psicológica de Emery. Venía de sumar siete goles en 47 partidos en el PSG y en dos meses en Inglaterra ha metido nueve en 11 partidos. El espíritu de la vindicación sobrevuela el Parque de los Príncipes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_