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Teledeporte
  • Kaden Groves ADC 4h:06:09
  • Frank van den Broek TPP +00:54
  • Pascal Eenkhoorn SOQ +00:59

El amor y la caída de Iván Romeo

Patinazo y golpe del corredor del Movistar cuando acababa en la fuga para ganar la etapa

El español Iván Romeo, del Movistar, en acción durante la escapada de este sábado en el Tour.
Carlos Arribas

Como el ciclismo, la música es un acto de amor. Amor loco, desesperado, nunca correspondido plenamente, ¡tanto se da! Un asunto de Romeo, Iván, claro, que camino de Pontarlier quiere teñir de rosa Julieta y cálido pero happy el Tour de su debut tan joven 21 años, y, como si en su cabeza resonara el Prokófiev del baile de los caballeros montescos y capuletos, allegro pesante, épico y trágico, ánimo y caída, grandeza y melancolía tan rusas, bajando la cuesta de Longeville, ataca desde atrás, adelanta por la derecha, puro Verstappen sobre mojado con neumáticos lisos, se pone en cabeza y casi de cabeza se da al frenar ante una curva que no sabía que existía. La bici patina sobre un asfalto degradado, desagradable y empapado y él se golpea de costado contra el bordillo cortante de la acera agresora. Se desgarra el mono, sangre roja por la ingle. Vendas y pedal de nuevo. Había conseguido Romeo, el más joven del Tour que aburre al niño superdotado que es Tadej Pogacar, casi más que ningún otro español en el Tour también más triste de un ciclismo aún en el pasado.

Iván Romeo estaba en la gran fuga. Estaba en la fuga más pequeña. La etapa era una clásica belga, sin pavés pero con muros y frío, y lluvia que rebota y hace heroica la tez pálida, los ojos hundidos, el cuerpo de sufrimiento, de todos los que sobreviven en un Tour sin piedad y sin apenas gloria. Y él, en esa tarde francesa casi suiza, en la frontera del Jura, más cerca Lausana que Dijon, era más belga que todos los belgas. Estaba donde quería estar. Su elemento. Su pasión. Su amor. Su ironía. “Espero que encuentren el Garmin, porque tenía números de récord”, dice, sonriendo pese a su cuerpo roto, señalando el hueco de su manillar en el que debería estar acoplado el ordenador, desaparecido en el choque. Su humor triste: “Hay que tomar riesgos, ¿no? Si quieres ganar una etapa en el Tour... No se veía nada, no veía nada.

Yo le iba diciendo al coche que me avisaron un poco de las curvas porque con la lluvia y las gafas no se veía nada. Venía desde atrás con velocidad y no me lo pensé nada, yo creo que era el más fuerte o de los más fuertes y dije, en cuanto llegue, arranco. Y cuando llegué, arranqué, lo que pasa que no sabía que había una curva a 50 metros…”

El Tour es un teatro sin actores, sin autores. Es la vida llevada al extremo por jóvenes portentos físicos sin guion. Romeo se cae a 21 kilómetros de meta. Cinco más tarde, su ataque lo imita, ya con éxito, Kaden Groves, un australiano sprinter y oportunista habitual que, dice, cuando llueve su cuerpo tiene un feeling guay, y el frío le motiva, y su cabeza, y gana la etapa como ganan los belgas sus clásicas, atacando y sin mirar atrás. Se derrumba nada más cruzar la meta y rompe a llorar. Todas las cámaras le rodean. Los primeros planos intentan indagar, interpretar sus sentimientos. Es del equipo de Philipsen y Van der Poel, dos fenómenos que dejaron el Tour, heridos y enfermos, después de haber ganado una etapa. Dos ciclistas especiales. ¿Sus sentimientos? El fin de una cierta impostura. Había ganado siete etapas en la Vuelta y dos en el Giro. Ganar en el Tour le parecía imposible. Y lo consigue, y ya es el 114º corredor que lo logra en la historia, ganar etapas en las tres grandes, y lo hace atacando de lejos, no al sprint. La cámara no le abandona pero no puede contarlo todo, y al centrarse en él, el hombre del día, se olvida de más de cien rostros que también merecen escrutarse, conocerse, interpretar.

Las llegadas a Pontarlier tienen siempre el mismo color, la misma falsa alegría, y el recuerdo de una de las etapas más desquiciadas y heladoras de la historia reciente del Tour, aquel de 2002 en la que el pelotón llegó fuera de control, noche oscura ya caída, y el portento alicantino Aitor González, manga corta bajo el diluvio, rizos negros negros, ojos perfilados, qué pestañas, luminosos, se ganó el sobrenombre de Speedy González dos meses antes de ganar la Vuelta para pasmo de todos, y depresión.

La energía de Romeo, gigante física y mentalmente sobre la bicicleta, su ataque alegre y pesante, pesaroso, llegaba para dar un poquito de brillo al menos al ciclismo español, no para avergonzarlo. Desde hacía meses, para él, que ya ha ganado etapas en la Dauphiné, en la Vuelta a valencia, que ha ganado el campeonato de España, siempre con ataques insoportables, para su equipo, que busca crecer para adaptarse a los tiempos, para volver a ser referencia, la etapa de Pontarlier era un objetivo. Todo el peso de su deseo y de la necesidad del Movistar, de un presupuesto de millones, del trabajo de decenas, no le pesa nada al pucelano de mirada clara y cutis adolescente. “Tenía una grandísima oportunidad de ganar la etapa. Me quedaban más balas. Me estaba encontrando muy, muy bien. Quise seleccionar la fuga en el repecho y lo conseguí”, dice. “Pero al final, eso, si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta y no mi abuela”.

Se ríe de la mala suerte Romeo, y no reniega del Tour, ni del amor que tanto le hizo sufrir el jueves en su Madeleine, que asciende con calambres y vómitos, y termina el sábado y se entrega antes de nada a su familia, su padre, su hermano, sus tíos, que han estado viendo la etapa en la pantalla gigante de la meta, y le abrazan y le palpan el cuerpo buscando dolor, y solo encuentran entrega. Y en grupo se retiran por el fondo, ya sin cámaras, y el público que aún aguanta, ha pasado media hora desde que ganó Groves, empieza a aplaudirle espontáneamente. No es teatro. Es vida. Un acto de amor.

Clasificación General
pos ciclista Equipo Tiempo
1
Kaden Groves
ADC 4h:06:09
2
Frank van den Broek
TPP +00:54
3
Pascal Eenkhoorn
SOQ +00:59
4
Simone Velasco
XAT +01:04
5
Romain Grégoire
CGF +01:04
6
Jake Stewart
IPT +01:04
7
Jordan Jegat
TEN +01:04
8
Tim Wellens
UAD +01:04
9
Matteo Jorgenson
TVL +01:04
10
Harry Sweeny
EFE +01:04
pos ciclista Equipo Tiempo
1
Tadej Pogacar
UAD 73h:54:59
2
Jonas Vingegaard
TVL +04:24
3
Florian Lipowitz
RBH +11:09
4
Oscar Onley
TPP +12:12
5
Felix Gall
DAT +17:12
6
Tobias Johannessen
UXM +20:14
7
Kévin Vauquelin
ARK +22:35
8
Primoz Roglic
RBH +25:30
9
Ben Healy
EFE +28:02
10
Jordan Jegat
TEN +32:42
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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.
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