Iván Romeo: “Espero de mí grandes cosas, también en el Tour de Francia. Soy un tío ambicioso y siempre quiero más”
El ciclista, campeón de España, debuta en la ‘grande boucle’ y carga con las esperanzas españolas sin sentir la presión: “El Tour es una carrera más, son 180 tíos intentando quedar primeros y ya está”


Iván Romeo mide 1,93, tiene 21 años y un apartamento en Mungia (Bizkaia) en el que ha pasado dos semanas en junio preparándose para el Tour de su debut después de la Dauphiné y, de paso, para ganar el campeonato de España. “Estuve tranquilo, con menos calor que en Valladolid. Ya hice bastante altura en Sierra Nevada en mayo”, dice el corredor del Movistar que encanta a la afición por su ambición, talento, acné y frescura en unos años en los que, dominado el ciclismo por Tadej Pogacar y sus príncipes intocables, la afición española, como el turista discernidor que busca hoteles boutique, pequeñitos con un toque de clase, olvida pensar a lo grande y disfruta y se emociona con detalles más intensos. Y Romeo, los vatios que le hicieron campeón del mundo sub-23 contrarreloj, promete eso, si no más. Un generación Z, confiado, que simplifica problemas y soluciones, pero con el toque antiguo de los que aún escucha lo que le dicen los viejos. Un admirador de Mathieu van der Poel, el pope del ciclismo de aventura, que en la Dauphiné le admitió admirado en el grupo de los corredores elegidos. Su mundo ya es otro.
Pregunta. ¿Cómo va su espíritu antes del Tour?
Respuesta. Muy bien. Me encuentro mejor que nunca, pero es mi primera grande y tampoco sé muchas cosas. Hay muchas ahí, en el aire, pero yo controlo lo que puedo controlar, y a lo que no puedo controlar no le doy muchas vueltas.
P. ¿A qué se refiere? ¿A los objetivos que le ha fijado el equipo?
R. No, no, a cómo me voy a encontrar. Es un poco una incógnita. Es mi primera grande, mi primer Tour, y el cuerpo te puede salir por mil sitios. Se tratará de aprender un poco todos los días.
P. Los veteranos le habrán contado mil historias de miedo del Tour, del estrés, de la tensión, las caídas...
R. En Sierra Nevada hemos tenido mucho tiempo para hablar todos y de todo. Tanto Enric Mas [el líder natural del Movistar: el corredor que luchará por un puesto en la general] como otros veteranos comentan un montón de experiencias. Pero están todos de acuerdo en que el Tour lo tienes que vivir tú para darte cuenta en realidad de lo que es.
P. ¿Más miedo o más ilusión? ¿Acojonado?
R. No, hombre, no, acojonado no. Para nada. Todo lo contrario. El Tour es una carrera más, son 180 tíos intentando quedar primeros y ya está. A eso estamos acostumbrados, no tengo sensaciones diferentes a las que tendría en cualquier otra carrera. Soy un tío que tampoco le doy muchas vueltas a eso. Hago lo que tengo que hacer, que es estar lo mejor posible.
P. Después de Mas, Ayuso y Carlos Rodríguez le toca a usted colmar las expectativas de la afición española. ¿Se siente preparado para ello?
R. Sí. Yo espero de mí siempre grandes cosas. Es algo que me caracteriza. Soy un tío ambicioso y siempre quiero más. Que la gente tenga tantas esperanzas en mí quiere decir que estoy haciendo bien las cosas. Espero que la carrera me dé alguna oportunidad. Pero no hablo solo de oportunidades personales. También saldré muy satisfecho por hacer una labor de equipo buena como he podido hacer con Enric en las últimas etapas de la Dauphiné. No es una victoria, pero a mí me sabe bastante parecido. El Tour es largo. Todos tenemos muy claro que la prioridad número uno del equipo es Enric, y vamos todos a tope con él. Y también seguro que tendremos otras oportunidades, ¿no? Vendrá alguna fuga y aprovecharla ya dependerá de mí.
P. Ya habrá estudiado el libro de ruta, ¿no? ¿Etapas como la 15ª en Carcasona o la 20ª, en Pontarlier?
R. Sí, sí, ya hemos mirado. Soy un tío al que siempre le gusta poner la diana en alguna etapa, teniéndola en mente e ir pensándola. Tampoco es muy difícil de adivinar en cuál pienso, pero me lo guardo para mí.

P. Ganó una etapa en Dauphiné dejando clavado al mismísimo Mathieu van der Poel. Y el último día, trabajando para Mas, le hizo desistir al holandés de una fuga loca. Y después, cuando los dos ya estaban agotados, se quedaron de charla a cola de pelotón…
R. Fue muy bonito. Mathieu es para mí un corredor histórico. Si consigues cosas estando entre los más grandes valen doble, ¿no? Es la carrera con más nivel que he corrido hasta el momento. Estaban todos los monstruos ahí [Pogacar, Vingegaard, Evenepoel, Van der Poel…] y haber conseguido de una forma u otra destacar en varios de los ocho días es muy importante, y me da confianza para saber que aunque estén todos los monstruos, siempre se puede encontrar un poco de sitio.
P. ¿De qué habló con Van der Poel?
R. De un poco de todo, de la carrera, de que íbamos volando… Me dice que estaba batiendo muchos récords de vatios suyos históricos, y le digo, ‘pues si estás batiéndolos tú, imagínate yo, yo los estoy destrozando’. Eso es un poco el ciclismo de hoy en día, cada carrera, cada día, cada año, se va un poco más rápido y hay que estar mejorando porque si no te quedas atrás.
P. En Charantonnay, después de su victoria en una etapa de más de 200 kilómetros con una media de más de 45 por hora, Van der Poel dijo que había sido uno de los días más duros de su carrera. Eso da más valor todavía a la victoria, ¿no?
R. Sí, totalmente. Fue un día muy duro, costó mucho hacer la fuga. Y él también es el que más curró, asumió toda la responsabilidad. No dejó que la fuga parara en ningún momento, así que seguro que para él fue incluso un poco más duro que para mí, que me pude esconder un poquito más.
P. Usted tenía 15 años cuando él llegó al ciclismo como una exhalación, ¿fue su ídolo?
R. Sí, sí, desde luego. Es un corredor espectacular. Todo lo que hace lo hace a lo grande. Y me gusta mucho sobre todo su actitud. Pasa siempre a relevos, arriesga siempre… Si revienta, revienta, pero por lo menos se da la oportunidad de ganar, aunque peque un poco a veces de hacer un poco de más o de no ser muy conservador, lo que algunas veces le puede costar la carrera. Me identifico con ese tipo de corredor: es importante querer ganar, pero no tener miedo a perder. Si no tienes ese miedo a perder, reventarás a veces, pero también te vas a poner en muchas más situaciones en las que tienes la posibilidad de ganar. Perdemos casi todos los días, así que un día más un día menos tampoco pasa nada. Ganar se gana muy poco, hay que ponerse en esa situación.
P. Habla más ya casi como clasicómano que como corredor de generales... ¿Se siente más corredor de carreras de un día o de vueltas de una semana?
R. Bueno, no lo sé. Es muy difícil responder todavía. Ha habido vueltas de una semana en las que he disputado la general y he estado adelante, pero tengo mis limitaciones. No sé lo que pasará en el futuro, pero por ahora se trata de buscar oportunidades y ser útil para el equipo.
P. Tendrá que mejorar en montaña, lo que parece difícil con su altura y su peso (75 kilos)…
R. Eso es un desarrollo que tiene que ser natural, ya veré con el tiempo hasta dónde puedo llegar o cómo evoluciona mi cuerpo, pero no lo pienso mucho. Me centro un poco en el día a día, porque es lo que me ha funcionado, no darle muchas vueltas a la cabeza con qué puedes ser o qué puedes no ser. Lo que puedo hacer es coger la bici para irme a entrenar y luego irme a dormir pronto y despertarme pronto otra vez y echarme un café. Intento disfrutar del día a día y creo que a mí, personalmente, es lo que mejor me funciona. Si haces las cosas bien, das pasitos poco a poco hacia donde puedas llegar a estar dentro de unos años.
P. ¿Qué le dice Alex Gandía, su entrenador? ¿Cuál es su mayor potencial?
R. Eso lo sabemos todos. Yo creo que tengo muchos vatios, pero luego hay que saber utilizarlos bien y no es lo mismo vatios en la primera hora que en la quinta de carrera o en la primera etapa que en la octava.
P. También le habrán dicho que poco lo guapo o atractivo que pueda creerse o sus deseos, que es el Tour el que se enamora del corredor, y de muchos pasa…
R. Sí, sí, sí, al final es así. Pero espero ser uno de los elegidos y poder disfrutar bastante este mes de julio. Y si no es este año, será en el futuro.
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