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El Louvre traslada parte de sus joyas al Banco de Francia tras el polémico robo

La institución se encuentra a 500 metros del museo y consta de una cámara de seguridad a 27 metros de profundidad

Museo del Louvre ha decidido trasladar algunas de sus joyas más valiosas al Banco de Francia tras el robo ocurrido el pasado 19 de octubre, que dejó en evidencia numerosas vulnerabilidades en la seguridad del emblemático museo parisino. Según informó la emisora RTL, el traslado de las joyas se realizó el viernes bajo estricta custodia policial. El Banco de Francia, ubicado a tan solo 500 metros del Louvre en la margen derecha del río Sena, alberga una bóveda subterránea a 27 metros de profundidad, donde se guardan las reservas de oro del país. Esta cercanía entre ambas instituciones y la alta seguridad del banco han sido los factores determinantes en la decisión de trasladar las joyas allí.

El robo, un terremoto que ha sacudido a diversas instituciones en Francia, tuvo lugar la semana pasada en la Galería de Apolo del Louvre, donde se exhiben las joyas de la corona francesa. Cuatro individuos, disfrazados de trabajadores de construcción, utilizaron una plataforma elevadora para acceder a una ventana del segundo piso. Una vez dentro, emplearon herramientas eléctricas para romper vitrinas y sustrajeron ocho piezas de un valor estimado en 88 millones de euros. Entre los objetos robados se encontraba una tiara y un collar de la reina María-Amelia, así como la tiara de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, engastada con casi 2.000 diamantes. Esta corona fue encontrada dañada fuera del museo durante la huida de los ladrones.

El robo ha generado una profunda conmoción en Francia, no solo por el valor económico de las piezas sustraídas, sino también por el daño a su patrimonio histórico. El presidente Emmanuel Macron y la ministra de Cultura, Rachida Dati, han condenado el acto, calificándolo como un ataque a la identidad nacional. Más de 100 investigadores han sido movilizados para esclarecer los hechos y localizar a los responsables. Además, el incidente ha puesto en evidencia las deficiencias en la seguridad del Louvre, que, a pesar de ser el museo más visitado del mundo, sufre críticas por la falta de personal y recursos. Organizaciones sindicales han señalado que la creciente afluencia de turistas y los recortes presupuestarios han comprometido la protección de las colecciones.

A raíz del robo, el museo permaneció cerrado durante tres días para permitir las investigaciones. Aunque ha reabierto sus puertas al público, la Galería de Apolo sigue cerrada mientras continúan las labores forenses y de seguridad. Este robo ha reavivado el debate sobre la seguridad en los museos franceses y la necesidad de reforzar las medidas de protección para preservar su inestimable patrimonio cultural.

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