Las familias toman las calles en busca de seguridad alrededor de los colegios: “Nos hemos acostumbrado a estar alerta”
Padres de distintos centros educativos se adueñan del espacio público para pedir zonas sin coches y con menos contaminación y ruido con la campaña ‘Street for Kids’


Niños corriendo. Risas fuertes. Pequeños pintándose la cara con las mismas tizas con las que embadurnan el suelo. Padres conversando. Niños jugando a la cuerda, a la pelota y con agua. Todo esto en el asfalto, por donde los coches pasaban hasta las 16:00, la hora de salida de los colegios. Está cortada dos horas por la protesta. Ni los mismos chicos se lo creen: “Anda, que no hay coches, no van a pasar”, le dice una madre a su hijo de unos tres años en la puerta del colegio República de Venezuela, en Usera, Madrid. Como parte de la campaña europea Street for Kids, varios colegios de España han cortado el tráfico en las calles escolares con la intención de que estas sean espacios seguros para los menores, sin coches y con menos contaminación y ruido. Según la organización, se esperaba que cerca de 80 colegios del país participasen en la jornada, con casi 550 eventos de este tipo en toda Europa.
Desde hace cinco años familias y organizaciones ecológicas lo demandan. Lo hacían a través de la Revuelta escolar quienes cortaban las calles frente a los colegios un viernes al mes en diferentes ciudades de España. Esta vez, las actividades han estado enmarcadas en la campaña Street for Kids, organizada por entidades como la red europea Clean Cities o Ecologistas en Acción, y llevada a cabo por diversas asociaciones de familias del alumnado.
Ana Vázquez, quien es parte de la AFA en el colegio República de Venezuela y tiene otro hijo en la escuela infantil Zofío ―ubicados a pocos metros de distancia―, dice: “Eventos como el de hoy, en los que vivimos por un día la calzada como un espacio propio para la infancia, tienen como finalidad hacernos tomar conciencia de que habitamos trazados urbanos diseñados y pensados para los coches”.

Así, explica que los objetivos son claros: seguridad en entornos escolares y calidad de aire. El domingo 11 de mayo esta comunidad educativa quedó marcada cuando un coche atropelló al pequeño Ian de seis años, quien murió al día siguiente.
Los padres no quieren soluciones a medias, demandan calles escolares peatonalizadas. Nerea Ramírez dice junto a Vázquez que “la campaña persigue que se quite el tráfico de las puertas de los colegios”. Y añade que no por poner una señal de “calle escolar”, donde la máxima velocidad es de 20 kilómetros por hora, se hacen espacios seguros: “Aquí está puesta y se ha matado a un niño”, sostiene.
La campaña Street for Kids también llegó al colegio Miguel de Unamuno en Arganzuela. Ahí la Policía cerró las dos calles colindantes al colegio. Los niños jugaban y corrían fascinados. “Es un cambio brutal para la comunidad entera”, dice Alejandro Cencerrado, padre de un alumno del colegio. Este centro, que tiene unos 700 alumnos, fue uno de los que el Ayuntamiento remodeló para convertirlo en calle escolar. Sin embargo, para los padres de familia estas medidas no han sido, en absoluto, suficientes.
Antes de la jornada la AFA del colegio entregó un folleto informativo a los otros padres, que explica qué calles podrían peatonalizarse y por qué quieren esta medida: “Trabajamos para conseguir que nuestros hijos tengan la libertad para jugar libres y seguros al salir del colegio, sin el miedo continuo de los coches. Nos hemos acostumbrado a tener que estar alerta y pensamos que no debería ser así”.

Alejandro comenta sobre la actividad del viernes: “Nuestra idea al cortar la calle es que las familias vean lo bien que se está cuando dejan de pasar coches”. Esta es la séptima edición de Street for Kids, que se realiza desde el 2022 en España, indica Carmen Duce, coordinadora de la campaña en España. Con esta buscan que “se pueda fomentar la movilidad autónoma de los niños, que puedan recuperar la calle y la manera de ir al colegio de hace unas cuantas décadas, cuando se iba caminando. Desgraciadamente, los espacios públicos se han llenado de coches”, dice.
Zonas sin riesgo
Según indican desde Street for Kids, la jornada de este viernes se ha realizado en ciudades como Madrid, Barcelona, Valladolid, Valencia y Logroño, entre otras. A través de las diferentes actividades, las familias han pedido a los ayuntamientos medidas claras que garanticen de forma eficaz las limitaciones del tráfico, el control real de la velocidad y medidas urbanas que protejan a los menores frente a la contaminación y el peligro vial.
Según un estudio de Ecologistas en Acción en 174 centros educativos, el 99% de los entornos escolares en España superan los niveles de dióxido de nitrógeno recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, los coches generan problemas de ruido y falta de espacio público.
Aunque los atropellos no son el único peligro relacionado con los coches en zonas escolares, durante los últimos años sí que han desencadenado las protestas. Así fue en 2019 cuando un motorista atropelló y mató a Hugo de tan solo cinco años cuando salía del colegio.

Lo mismo en 2021 cuando María, de 6 años, fue atropellada en Madrid. Este viernes, especialmente en el colegio República de Venezuela de Madrid, las familias han recordado al pequeño Ian, de seis años.
Según una encuesta (a 500 menores) de la ONG Educo, quienes trabajan por el bienestar de la infancia, más de la mitad de los chicos creen que el entorno en el que se estudia no está diseñado para promover su bienestar, ni está adaptado a las necesidades de todas las personas. Y una de las cosas que destacaban era la necesidad de más espacios luminosos y al aire libre
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