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Irina Karamanos por el retorno del rol de primera dama en Chile: “Que nuestra política sea presidencialista no quita que sea contemporánea”

La expareja del presidente Gabriel Boric reaparece para cuestionar el papel institucional que tendrá la esposa de Kast, Pía Adriasola, a partir de marzo de 2026

Irina Karamanos y Gabriel Boric, en el Palacio de la Moneda, el 11 de septiembre del 2023.

La socióloga Irina Karamanos, expareja del presidente Gabriel Boric durante los primeros años de su mandato, reapareció con una fuerte crítica en contra de la resurrección del rol institucional de la primera dama en Chile, que se espera sea desempeñado por la abogada María Pía Adriasola, esposa de José Antonio Kast, a partir del 11 de marzo de 2026, cuando el matrimonio se instale en el Palacio de La Moneda.

La militante del Frente Amplio, el partido político del oficialismo, escribió este miércoles en su cuenta de X que “parece todo un dilema el de Pía, salvar la austeridad anunciada por su cónyuge o salvar una tradición que –retrocediendo el reloj– llena el ‘vacío’ dejado por reinados. Sacos de dormir o tronos en el Palacio. Que nuestra política sea presidencialista no quita que sea contemporánea”.

En Chile, el papel de la primera dama fue modificado a inicios del Gobierno de Boric, en 2022, cuando Karamanos, entonces la novia del mandatario, decidió no asumir las funciones de esta figura, lo que tradicionalmente había supuesto adoptar automáticamente la dirección de seis fundaciones y además realizar labores protocolarias. Su reticencia en asumir este cargo estaba en que ella creía que se le debía dar un giro más contemporáneo.

Irina Karamanos

Pero Kast, electo presidente en los comicios del 14 de diciembre, adelantó que esa figura “no se termina” y que “Pía va a ser una tremenda primera dama”. Adriasola, en la campaña de su esposo, no solo lo acompañó en distintos rincones del país y en mítines, sino que también tuvo su agenda propia, donde se mostró como una persona cálida. Participó, además, del encuentro de su marido con Cecilia Morel, viuda del expresidente de centroderecha Sebastián Piñera, donde le preguntó qué implicaba el papel institucional, con la mirada puesta en sus próximos cuatro años.

El retorno de esta función no solo fue criticada por Karamanos, sino que antes de ella, la semana pasada, ya la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, había manifestado que en una entrevista en Radio Infinita que “un Estado moderno no puede la función pública depender de un cargo de parentesco”.

Las críticas tuvieron una respuesta de Mara Sedini, portavoz de la Oficina del Presidente Electo, que opera en la llamada Moneda chica: “Le queda claro a toda la ciudadanía, a todos los chilenos, el gran rol que han tenido muchas mujeres de manera transversal en las ideologías políticas, de distintos partidos, de distintas generaciones, en distintos años, con distintas miradas, y en el único gobierno donde no vimos ese tipo de presencia fue en el de Gabriel Boric”. En una rueda de prensa, la periodista afirmó que “lo importante son los legados, estar con la gente y finalmente hacer aportes a nuestra sociedad, y si una primera dama tiene la capacidad de hacerlo, bienvenido sea”, dijo en una rueda de prensa.

Pero la recuperación de esta figura es popular en el país sudamericano. Según una encuesta de la firma Cadem del 21 de diciembre, un 66% de los consultados cree positivo que se vuelva a tener una primera dama en Chile.

Karamanos, que anunció su ruptura con Boric en noviembre de 2023, cuestionó la austeridad prometida por Kast, fundador de Republicanos, un partido de extrema derecha afín a Vox en España. El presidente electo, que pretende recortar 6.000 millones de dólares del gasto público en 18 meses, quiere retomar la costumbre de habitar el Palacio de La Moneda, ubicada en el centro de Santiago, junto con su esposa en su futura Administración. De concretarse, sería el primer jefe de Estado en hacerlo después de 67 años en el país.

Sobre los gastos que podría implicar su estadía en La Moneda –un monumento histórico en Chile–, Kast aclaró que el objetivo sería no arrendar una vivienda que genere un gasto fiscal adicional y que, si le dicen que no puede tener una habitación, él no tiene “problema en dormir en el tercer piso” (donde ya pernoctan guardias). “Hay toda una discusión de que no puedo mover nada, bueno, no muevo nada, pero llevo un saco de dormir, esa es mi voluntad”, dijo Kast, dos días después de vencer a la candidata oficialista Jeannette Jara en la segunda vuelta.

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Sobre la firma

Maolis Castro
Es periodista de EL PAÍS en Chile desde 2024, antes estuvo en el medio económico Bloomberg Línea. Trabajó para EL PAÍS desde Venezuela entre 2016 y 2019. También estuvo en el portal de periodismo de investigación Armando.info y El Nacional. Ha colaborado para medios como Pulso (Chile), The Wall Street Journal y ABC (España).
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