El gran desafío de la candidata Jara: que la unidad de la izquierda no sea solo un discurso
La militante comunista, arropada por las formaciones de su sector tras ganar las primarias, diseña un plan para conquistar al electorado moderado


El principal desafío de la ganadora de las primarias de la izquierda, Jeannette Jara, militante del Partido Comunista desde la adolescencia, es congregar a las bases de su sector -desde el ala más dura al centro- en los cuatro meses que quedan para las elecciones presidenciales del 16 de noviembre. La unidad está en la foto y en los discursos de la noche electoral del domingo, donde la socialdemócrata, Carolina Tohá, el frenteamplista, Gonzalo Winter, y el regionalista verde Jaime Mulet, la felicitaron por su contundente 60% de los apoyos -votaron 1,4 millones de electores- y se pusieron a su disposición. El reto ahora es cómo convencer a los adherentes de la centroizquierda para que se cuadren por una comunista tras una campaña en la que quedaron claras las diferencias.
Los analistas políticos consideran que serán clave los nombramientos que haga Jara para su primera línea, especialmente en la jefatura de campaña y economía. También el tono del programa y cuánto incorporará de las visiones moderadas. Simbólicamente, advierten, la suspensión de su militancia también puede servir como impulso para presentarse como la candidata de un arco más amplio.
Conocidos los resultados de la primaria, Tohá, que obtuvo un doloroso 28% de los votos, dijo que su coalición cumplirá su compromiso de apoyar a la candidatura ganadora, “no solo en la forma, sino también en el fondo”. Durante la campaña, la socialdemócrata afirmó que no era partidaria de que gobernara el Partido Comunista y calificó de kirchnerista el programa económico de Jara basado en la demanda interna. Winter, que consiguió apenas un 9% de apoyos, también criticó su propuesta de modelo de desarrollo y le achacó el calificar al régimen de Cuba como “una democracia distinta a la nuestra”. También estuvo siempre presente la idea de que una candidatura comunista disminuía las opciones de ganarle a las opciones de las derechas, que juegan con vientos a favor, según todos los sondeos. Ahora la tarea que tienen las distintas fuerzas de la izquierda es darle credibilidad al discurso de unidad que están intentando enarbolar.
El periodista político y escritor chileno Ascanio Cavallo plantea a EL PAÍS que la unidad a la que llaman es muy difícil porque son partidos con programas distintos. “Es una especie de unidad para no perder más. La construcción de un programa común pasa a ser una negociación, no lo que cada uno querría, lo que es bien defectuoso en ese sentido y va a dejar gente satisfecha”, asegura. También postula que Jara va a tener dos programas: uno más moderado y otro del Partido Comunista, “con un pie afuera y otro adentro”. “Como lo han demostrado en este Gobierno de Gabriel Boric. Jara define su posición ante la reforma previsional que ella sacó adelante, la acata, pero sigue con el discurso de no más Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), [las instituciones que administran los ahorros de las personas a través de la capitalización individual]”.
En su discurso del triunfo, Jara dio las primeras señales de dónde pondrá el acento en la nueva etapa de campaña. Adelantó que los ejes de su posible futuro gobierno serán el desarrollo económico, seguridad, una atención digna en salud, y viviendas. “A partir de mañana [este lunes] nos toca construir el programa que le propondremos a Chile, y los necesitamos a todos”, planteó. Claudio Fuentes, director del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales, sostiene que la candidata ya empezó a cambiar su tono: “Tiene que colocar el tema del crecimiento económico y de las trabas para la inversión. La principal señal es a quién nombre a cargo del equipo económico. Tiene que ser alguien más de la socialdemocracia que cercano al PC. Si coloca un economista tradicional de la centroizquierda, sería una señal muy potente de que entiende el escenario político. Lo veremos de aquí a dos semanas”.
Desde su comando, según La Segunda, dicen que reforzarán que Jara ahora es la candidata de la centroizquierda, no del Partido Comunista y ajustarán el plan económico basado en la demanda interna.
Para el analista político René Jofré el camino que enfrenta la izquierda es “es un desafío extraordinariamente complejo”. Deben construir una candidatura desde un extremo hacia el centro y, en general, mientras más al centro se gira, más complicado se torna mantener el voto de los adherentes. Además, remarca que obtuvo 825.000, y el candidato comunista a las primarias de 2021, Daniel Jadue, que se enfrentó a Gabriel Boric, logró casi 700.000. “Su votación está construida en torno a la votación del PC, que es muy disciplinada y a una migración de votos del Frente Amplio, pero que ese carisma vaya a hacer más que eso, está por verse. Si hubieran votado dos millones de personas, diría que tiene un plus, pero el Partido Comunista muchas veces ha movilizado medio millón de votos”, remarca. Ahora, lo que le toca, sostiene, es entregar concesiones programáticas a los otros partidos de la izquierda.
Todos los analistas coinciden en la importancia de las elecciones parlamentarias, que se celebrarán en paralelo a las presidenciales a finales de año. “La unidad de la izquierda hoy día significa lista parlamentaria”, dice Cavallo. En el oficialismo abogan por presentarse en unidos, lo que supone un problema práctico, ya que no hay cupos para todos los que quieren ser candidatos y creen tener las mejores condiciones. Por otro lado, presentarse en dos listas revela la falta de unidad e implica competir entre sí. Tras el 29% de los votos de Tohá, el Socialismo Democrático se sentará a negociar malherido. “Llega muy debilitado existencialmente, tiene un problema de futuro. Viene la lista parlamentaria y va a tapar el proceso de autocrítica que tiene que haber, pero efectivamente es una urgencia, porque si no sobreviven en el Parlamento, desaparecen”, advierte Cavallo.
Los resultados de las primarias dieron el puntapié a la etapa definitiva de la campaña presidencial chilena, aunque el próximo 18 de agosto finalizará el plazo para la inscripción de candidaturas y no se descarta que aparezca una figura de la centroizquierda independiente para intentar llenar el vacío que dejó Tohá.
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