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Baja participación, el PC por primera vez liderando a la izquierda y una carrera presidencial polarizada: las claves de los resultados de la primaria chilena

Los 1,4 millón de electores que sufragaron este domingo muestran a un oficialismo incapaz de movilizar a las mayorías

Un hombre vota en Santiago, este domingo.
Antonia Laborde

Los chilenos adherentes de la izquierda han elegido este domingo abrumadoramente a la comunista Jeannette Jara para que sea la candidata única del sector en las elecciones presidenciales del 16 de noviembre. La exministra del Trabajo de Gabriel Boric obtuvo un 60% de las preferencias, seguida por la socialdemócrata Carolina Tohá que logró un 28% de los votos. En tercer lugar se instaló el frenteamplista Gonzalo Winter, con un 9%, y en último lugar Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde, con un 2,7%. Jara deberá enfrentarse a los postulantes de las derechas que llegarán directamente a la primera vuelta (Evelyn Matthei, de la derecha tradicional, el republicano José Antonio Kast y el libertario Johannes Kaiser, hasta ahora). Desde que se instauró el sistema de primarias en 2012, esta era la primera vez que el Partido Comunista, el Frente Amplio y el Socialismo Democrático se presentaban juntos como un bloque. Algo más de 1,4 millón de electores participaron en los comicios, muy por debajo de los dos millones que esperaba el oficialismo.

La izquierda de Chile se cuadra tras el PC

Es primera vez desde el retorno a la democracia en 1990 que una militante comunista llega a la elección presidencial como la candidatura única de la izquierda. El avance del Partido Comunista chileno ha sido lento, pero constante. Al comienzo de la democracia, fue una fuerza política extra institucional, que se mantuvo en los márgenes. Tuvo una candidatura a La Moneda en 1999, de su presidenta Gladys Marín (1941-2005), que obtuvo 225.224 votos (3,19%). La colectividad entró al Parlamento en 2010 y al Gobierno durante la segunda Administración de la socialista Michelle Bachelet (2014-2018). Luego el PC formó una alianza con el Frente Amplio, Apruebo Dignidad, y llegó al Gobierno de la mano de Gabriel Boric, donde han tenido ministerios clave, como la vocería, Trabajo o Educación. El PC chileno no ha girado hacia posiciones moderadas (como fue el caso el PC italiano y el eurocomunismo de Enrico Berlinguer), y se sigue definiendo como marxista-leninista, por lo tanto, no ha sacado el concepto de dictadura del proletariado de su doctrina.

El fuerte golpe a la izquierda moderada

La socialdemócrata Carolina Tohá arrancó la carrera de las primarias de la izquierda como favorita, pero fue perdiendo terreno en las últimas semanas frente a Jara, de acuerdo a los sondeos. Tohá, una política del Partido por la Democracia (PPD) con casi 40 años de trayectoria, asumió a finales de 2021 como ministra del Interior en el Gobierno de Gabriel Boric tras el fracaso del primer proceso constitucional, liderado por la izquierda más dura (un proyecto que, en cualquier caso, fue apoyado por Tohá). Durante la campaña tuvo que responder por la gestión de su cartera en materia de seguridad, la principal preocupación de la ciudadanía. Hija de José Tohá -ministro del presidente socialista Salvador Allende, que murió en 1974 tras haber sido detenido y torturado por la dictadura de Augusto Pinochet- buscó convertirse en la heredera de la socialdemocracia chilena, que en los últimos 15 años ha quedado silenciada ante la aparición de la nueva izquierda encarnada por el Frente Amplio y su alianza con los comunistas. El 28% que obtuvo deja muy debilitado al Socialismo Democrático, conformado por las cuatro formaciones de la centroizquierda: Partido Socialista, PPD, Partido Liberal y Partido Radical, a los que se le sumó la Democracia Cristiana, que llamó a votar por Tohá.

La baja participación

Este domingo algo más de 1,4 millón de electores acudieron a las urnas, muy por debajo de los dos millones que esperaba el oficialismo. Los analistas políticos que auguraban una baja participación argumentaban que las emociones que había en juego en las primarias de Apruebo Dignidad en 2021 -entre el comunista Daniel Jadue y el frenteamplista Gabriel Boric, donde votaron 1,7 millones de personas- eran más fuertes que las actuales. A diferencia de aquellos comicios, en los que participaron dos partidos, esta vez eran cuatro candidaturas, que representaban ocho formaciones de izquierda agrupadas en el pacto Unidad por Chile. Como las encuestas indican que la derecha es la favorita para ganar las presidenciales de noviembre -por la petición de autoridad y de cambio respecto del actual Gobierno-, estas primarias no lograron convocar a la base de apoyo histórica del oficialismo, que no ha logrado mostrar fuerza ante la oposición.

Las negociación parlamentaria

La votación de este domingo dibuja el escenario de los partidos de la izquierda para iniciar las negociaciones por las elecciones parlamentarias, que se realizará en forma paralela a las presidenciales el 16 de noviembre. El Partido Comunista llegará con un buen pie a las conversaciones, mientras que el Frente Amplio, con solo 9% de los votos que obtuvo Winter, lo hará debilitado. El Socialismo Democrático, por su parte, en un lejano segundo lugar en las primarias, en el que ni siquiera alcanzó un tercio de los respaldos, tendrá que redoblar sus esfuerzos para mostrarse competitivo. La opción de que la izquierda se presente en una lista única en las parlamentarias se había complejizado en la campaña, y esta resultado lo enreda aún más.

Cómo llega la izquierda a la primera vuelta

En el oficialismo reconocían que una votación menor a 1,5 millón de electores, como ocurrió, los dejaba en un escenario complejo para instalar una candidatura que tenga un torrente de poder político y se vuelva competitiva frente a los candidatos de la oposición en la primera vuelta. En definitiva, la candidatura no arranca en buen pie frente a las derechas, donde tanto Kast como Matthei lideran todos los sondeos de las presidenciales y cabe incluso la posibilidad de que ambos pasen a segunda vuelta, al menos de acuerdo a los sondeos a cuatro meses de las elecciones. Con estos resultados arranca una nueva etapa de la campaña presidencial chilena 2025, la fase definitiva. El próximo hito será el 18 de agosto, cuando finalizará el plazo para la inscripción de candidaturas.

El fracaso de Gonzalo Winter

El candidato del Frente Amplio, Gonzalo Winter, nunca logró mostrarse competitivo: en las encuestas siempre apareció en el tercer lugar. Sus 123.671 votos se comparan con los que obtuvo Boric frente a Jadue en las primarias de 2021, cuando el frenteamplista logró los 1.058.027 respaldos. Esta primaria era la primera medición ciudadana en código presidencial después de que el Frente Amplio llegara a La Moneda con Boric, considerado un fenómeno electoral, ya que lideró de una formación que pasó de las movilizaciones callejeras a la Presidencia en solo 10 años. El desafío de Winter era retener el 30% de apoyo del Gobierno de Boric, pero a medida que avanzó la campaña, varios de sus adherentes se fueron donde Jara, según se observó en los sondeos.

Cómo influye en la derecha

Con el triunfo de Jara, Matthei, de la derecha moderada, intentará cautivar a los ciudadanos que no están dispuestos a respaldar a una militante comunista, aunque las dirigencias de los partidos que los representan los inviten a hacerlo. Los republicanos de Kast plantean que, aunque Jara no resulte electa presidenta de Chile, sí puede arrastrar una bancada de parlamentarios más radicalizada en las elecciones para definir el futuro Congreso. En cualquier caso, con Kast y Jara en la papeleta de noviembre, la campaña presidencial 2025 se polarizará y el desafío para Matthei será instalarse en un centro político que logre cautivar a los electores que obligatoriamente deben sufragar, como lo indica la ley desde 2022.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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