Ir al contenido
_
_
_
_

Primarias de la izquierda chilena: las claves políticas de una carrera competitiva

La participación, el porcentaje con que triunfe la carta ganadora y los gestos recíprocos de la noche del domingo son fundamentales para una lectura adecuada de los resultados

Carolina Tohá, Jeannette Jara y Gonzalo Winter
Rocío Montes

El sello de la coalición y su liderazgo tras la era Boric

La carrera se resolverá entre las dos cartas fuertes, dos mujeres: Carolina Tohá, socialdemócrata, y Jeannette Jara, comunista, ambas exministras del Gobierno de Gabriel Boric. Los otros dos candidatos, los diputados Gonzalo Winter, del Frente Amplio, y Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde Social, no son favoritos, de acuerdo a las encuestas. El resultado de la primaria no solo importa porque los electores que simpatizan con este sector político escogerán a la candidata que enfrentará en menos de cinco meses a los postulantes de las derechas que llegarán directamente a la primera vuelta (Evelyn Matthei, José Antonio Kast y Johannes Kaiser, hasta ahora), sino sobre todo porque definirá una disputa en curso: el sello que tendrá la coalición izquierdista tras la era Boric a partir de marzo de 2026, cuando finalizará la actual Administración. ¿Se recompondrá la izquierda moderada de la mano de Tohá o la coalición será liderada por primera vez por el PC, que en los últimos 15 años ha conquistado cada vez mayores espacios en la institucionalidad chilena? Es lo que está en juego.

¿Llegará a los 2.000.000 la participación?

Es una de las principales incógnitas: la cantidad de gente que votará este domingo en las primarias de la izquierda. En la primaria de la coalición Apruebo Dignidad entre Gabriel Boric, del Frente Amplio, y Daniel Jadue, del Partido Comunista, en 2021 participaron 1.750.000 personas (1.058.027 votó por Boric y 692.862 por Jadue). Es el techo mínimo que se espera para este 29 de junio, porque en esta ocasión -a diferencia de hace cuatro años- pasaron de dos a ocho los partidos en competencia, con cuatro candidaturas que pertenecen al mismo pacto, Unidad para Chile. En el Socialismo Democrático indican que son capaces de movilizar al menos a unas 500.000 personas, por lo que no deberían tener problemas en superar los 2.000.000 de votantes.

Por qué podría votar mucha gente

Tres factores hacen pensar que votaría mucha gente: que se ha instalado la creencia equivocada entre los electores de que se trata de una votación obligatoria -aunque no lo es-, que los ciudadanos se han acostumbrado a votar desde que en 2022 se implementó la inscripción automática y el voto obligatorio (le llaman factor acostumbramiento) y, además, que la primaria se volvió competitiva entre Tohá y Jara. Un elemento adicional: cerca de siete millones de personas han consultado sus datos en la web del Servicio Electoral, Servel, lo que indica interés.

Gonzalo Winter, Jeannette Jara, Carolina Tohá y Jaime Mulet

Las razones para pensar en una baja concurrencia

Como los aires todavía corren en la presidencial a favor de la derecha -por la petición de autoridad y de cambio de mano respecto del actual Gobierno-, en la propia izquierda se advierte que esta primaria podría entenderse como un ejercicio electoral de los perdedores. Es decir, como la gente advierte que entre los cuatro candidatos difícilmente esté el próximo presidente de Chile -a diferencia de lo que ocurrió en 2013 con Michelle Bachelet, por ejemplo-, el incentivo a votar se diluya. Un factor extra: en el Servel están atentos a las condiciones climáticas en todo el territorio y, de haber mal tiempo en algunas zonas, se estima que bajaría la participación. En cualquier caso, la cantidad de gente que vote no influiría en la hora de resultados: si las mesas comienzan a cerrarse en torno a las 18.00 hora local, sobre las 19.00 o 19.30 estaría el nombre de la ganadora.

Por qué a la izquierda le importa la cantidad de votantes

El oficialismo está atento a la participación por razones relativamente evidentes: si llega una gran cantidad de gente -sobre 2.000.000 de personas, al menos- mostrará que la coalición Unidad para Chile está viva y ha logrado movilizar a su gente, aunque por ahora la derecha sigue siendo favorita para quedarse con La Moneda 2026, como reconocen en privado en la izquierda. Si la cifra de votantes se instala en torno a los 1.500.000, en el oficialismo reconocen que será complejo instalar una candidatura que tenga un torrente de poder político en la espalda y se vuelva competitiva frente a los candidatos de la oposición. En definitiva, si el candidato de la izquierda sale elegido por poca gente, aquella candidatura no arranca en buen pie. En el caso de Jara hay una cifra en el horizonte: los 690.000 votos que obtuvo Jadue en la primaria contra Boric en 2021.

La distancia entre la ganadora y la segunda

Un dato importante será la diferencia en cantidad de votos y porcentaje que obtenga la candidata ganadora respecto de la segunda, porque la deja mejor instalada para el período que viene. Algunas referencias: en 2021, Boric obtuvo un 60% y Jadue un 40%. En 2013, Bachelet tuvo un 73% en la primaria en que se enfrentó a Andrés Velasco (13%), Claudio Orrego (8,8%) y José Antonio Gómez (5%). En la derecha, en tanto, en 2021 hubo cuatro candidatos y ganó el independiente Sebastián Sichel con un 49% y con Joaquín Lavín en el segundo lugar con un 31%. Este resultado le permitió a Sichel llegar a la primera vuelta, pero no pasó al balotaje, sino el republicano José Antonio Kast y Boric.

El resultado del Frente Amplio

El Frente Amplio obtendrá previsiblemente el tercer lugar en las primarias. La cantidad de votos que obtenga Winter se comparará, en primer lugar, con los 1.058.027 respaldos que alcanzó Boric en la primaria de 2021 frente a Jadue. Y a los 539.000 votos que obtuvo el Frente Amplio en concejales en las municipales de 2024.

Los gestos del final de la noche

Este domingo al final de la jornada hay que fijarse con detención en el discurso de la candidata ganadora. Luego de una campaña intensa y acalorada, donde hubo muchos enfrentamientos sobre temas de fondo -como el control de la delincuencia, la protección de las fronteras, los modelos económicos, las relaciones exteriores- Tohá o Jara deberán hacer un discurso para recomponer relaciones y tratar de unir nuevamente al oficialismo. Será importante, a su vez, lo que diga la candidata que llegó en segundo lugar. Pero se trata de una noticia en desarrollo: nadie duda de que se cumplirán las tradiciones republicanas como los saludos y los reconocimientos de triunfo y derrota, pero lo que está por verse será cómo la coalición sigue parada en los días sucesivos: ¿o el resultado de la primaria generará dispersión? El presidente Boric pretende cumplir un papel para evitarlo y se espera que el Gobierno esa misma noche salude a la candidata ganadora.

El desafío de convertir a Jara en una candidata viable

Jara no es la candidata más competitiva frente a la derecha. Es lo que han mostrado consistentemente las encuestas y a ello ha apuntado el comando de Tohá en las últimas semanas: “Si gana Jara, gana la derecha”, decía la minuta reservada del equipo de campaña de la candidata del Socialismo Democrático que trascendió a la prensa. Pero, de triunfar Jara el domingo -como en el oficialismo se pronostica-, comenzará un proceso para convertir a Jara en una candidata viable. El primer paso, que La Moneda apoya, pasa por su renuncia al PC. No tendría efectos formales, es decir, ella seguiría ante el Servicio Electoral (Servel) siendo la candidata presidencial presentada por su partido, que la inscribió como su carta en la primaria del pacto Unidad para Chile. Y eso continuará siendo así hasta el 16 de noviembre, la fecha de la primera vuelta. Pero, al margen de los formalismos, habría un importante gesto político y comunicacional al dejar de militar -lo hace desde los 14 años- y buscar de esta forma una mayoría, incluyendo incluso a la DC. Un punto importante: en la papeleta de las primarias y de la presidencial no aparece el partido de los candidatos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_