Un vodka ‘made in Alicante’

El vodka ha dejado de ser una bebida exclusivamente eslava. Javier Juárez, un estudiante de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante), ha elaborado un vodka a partir de maíz producido en la comarca más sureña de la Comunidad Valenciana, La Vega Baja. Esta bebida, con una graduación de 38º y notables aromas de maíz, ha sido además el objeto de su tesis: “Optimización del proceso de elaboración de vodka a partir de maíz (Zea mays L.)”.

El vodka vegabajense nace lleno de promesas. En La Vega Baja, comarca hortelana donde las haya, el maíz es un cultivo muy habitual utilizado como pienso animal. Su producción ha crecido mucho en los últimos años. Juárez sostiene que el excedente “podría utilizarse como base para otro tipo de productos” como el vodka.

La idea de Juárez no es mala, puesto que el vodka puede elaborarse con varios productos de la tierra, desde el maíz a la patata. Siempre con grano o plantas ricas en almidón, fuente de energía para el ser humano y alimento para las levaduras que convertirán el almidón en alcohol.

Su creador piensa que es una buena forma de dar salida  a los excedentes agrícolas

La bebida rusa de referencia, un caldo digestivo propio de los pueblos eslavos, se ha extendido recientemente por los países escandinavos, hay incluso productores estadounidenses y japoneses. La idea se le ocurrió a Juárez mientras disfrutaba en Polonia de una beca Erasmus, una oportunidad única para que mucha gente sin posibilidad de estudiar fuera de sus casas opte a ello y, además, aprenda una lengua y, quizás, se fije en alguna idea.

Durante sus prácticas en una bodega polaca, Juárez observó que su jefe elaboraba vino, un producto generalmente importado a este país báltico, y lo vendía como producto gourmet. Cogió la idea y le dio la vuelta. Con su know how polaco en la cabeza, regresó a España y en el laboratorio y planta piloto de extracción de zumos del Instituto de Biología Molecular y Celular de la UMH realizó desde la molienda del grano a la fermentación y destilación del líquido.

El resultado es un vodka de 38º con notas de maíz, envasado y etiquetado en una botella de 100 milímetros. Juárez ha llamado a su criatura Vodka Siscarana. Los rusos que viven en La Vega Baja (solo en Torrevieja hay 5.000 censados) pueden estar de enhorabuena. Y los productores de maíz también.