El paso del socialista Antonio Miguel Carmona a la vicepresidencia de Iberdrola reabre el debate sobre los límites que deben tener los cargos públicos al abandonar la política. Está en juego la confianza de los ciudadanos
Lo que ahora acontece es un juego ‘lose-lose’ para el PP. Casado pierde porque le debilita a los ojos de sus votantes potenciales; y Ayuso también, porque nunca podrá hacer realidad su sueño
Es en estas disputas donde se escenifican las preocupaciones de la izquierda clásica, no en el laberinto de las identidades y su hidra de tribus enfrentadas
Confiar solo en el Estado para que calme nuestras muchas ansiedades no deja de ser ingenuo. Este solo podrá hacerlo si goza de una sociedad civil dinámica, emprendedora, abierta a nuevas experimentaciones
Toda oposición inteligente no puede apoyarse exclusivamente en la mera negación; debe ofrecer también una alternativa, proporcionar algún elemento constructivo
Hay algo ofensivo en la actitud condescendiente de quien tolera, porque “soporta”, pero no reconoce o equipara derechos, escribe Fernando Vallespín en este extracto que adelanta ‘Ideas’
Escuchando a Yolanda Díaz el otro día en la Cadena Ser, mi impresión era que quería resucitar la idea de Errejón del núcleo irradiador en torno a su persona
A diferencia de Alemania, en España tenemos un modelo ideológico-polarizado, la política como confrontación permanente y vetos cruzados: aquí solo caben pactos intrabloques
En las redes, podemos sacar a la luz nuestras emociones primarias, deseos inconfesables y prejuicios o reconocer al otro en su alteridad, no como un mero instrumento de placer o simple mercancía
La cuestión del cambio climático no es una cuestión ideológica, aunque muchos tratarán de reducirlo a eso, a una disputa entre ecologistas impecables y negacionistas implacables
Definamos qué es lo común y en qué desea diferenciarse cada comunidad autónoma. También necesitamos partidos con sentido de Estado, no reducidos a la gestión de sus propios intereses
El poder es incompatible con cualquier muestra de debilidad o decaimiento. En cuanto les tiemblan las piernas se convierten en presa fácil de sus competidores e incluso de sus compañeros
Tengo la convicción de que nos dejamos llevar por la acelerada sucesión de noticias y que esta dinámica es la que puede estar “apartando nuestra atención” de cosas sobre las que deberíamos estar más vigilantes
Esto va de política, de resolver problemas, no de crearlos. Va de conciliar antagonismos, no de reforzarlos. No va de leales o traidores, de fieles o de herejes, va de ciudadanos, y estos valen todos lo mismo
Al Gobierno le toca administrar las inmensas expectativas creadas por la nueva situación. Haría bien en ser cauto con expresiones de excesivo triunfalismo
Lo que me preocupa de la manifestación de hoy no es que esté Vox, es que falta el otro bloque. Hasta entonces, no dejará de ser la representación de la patria de una de las partes
La rueda de prensa de Casado en Ceuta tuvo un punto hasta ahora desconocido: periodistas preguntando, público partidista reaccionando, y entrevistado amparándose en las reacciones de sus seguidores para contestar
Hay momentos en los que se gana más apoyando al Gobierno que enfrentándose a él, sobre todo cuando se tocan las fibras más sensibles del interés general
Esto no va de buenos o malos, de feos o guapos. Ahora nos importa saber quién es el más listo, el mejor gestor, el de las mejores ideas. Y el que trabaja para todos, no solo para los suyos
¿Qué tienen en mente PP y PSOE para vertebrar al país en su conjunto? Ahora que se proclama la muerte de la “nueva política”, lo verdadero nuevo sería que alguien ofreciera una respuesta a esto
Solo hay una cosa clara para después de las elecciones de Madrid, que estaremos más divididos que antes, más encabronados y con mucha mayor desconfianza en la política
A partir de lo ocurrido en la SER es de esperar una mayor movilización de la izquierda y, de quedar todavía sensatez en el campo de la derecha, resucitar a Ciudadanos
En vez de ofrecerse propuestas sobre cómo salir de este laberinto para poder discutirlas entre todos retornamos una y otra vez a nuestras guerras familiares
La competencia en las elecciones madrileñas se manifestará en ver quién es el más duro y agresivo con el oponente, quien polariza más, quién es el más dotado en el arte de la guerra
¿Qué sostiene a este Estado, qué lo cohesiona? Nada. Ni siquiera el simbolismo unificador de la Corona, sujeta a una operación de derrumbe o instrumentalizada por intereses partidistas