Anulado el juicio por la muerte de Maradona
El tribunal ordena empezar de cero tras la recusación de la jueza Julieta Makintach por la grabación en secreto de una miniserie sobre las audiencias, celebradas en Buenos Aires

El juicio del año en Argentina se derrumbó por un escándalo sin precedentes. El tribunal que debía esclarecer si hubo o no responsables en la muerte de Diego Armando Maradona —ocurrida el 25 de noviembre de 2020— declaró nulo el juicio este jueves. No tenía alternativa. Tanto la familia del astro futbolístico como los siete acusados habían pedido de forma unánime que todo volviera a arrancar de cero por las sospechas de parcialidad que recaían sobre la jueza Julieta Makintach, una de las tres integrantes del tribunal. Makintach había sido apartada dos días antes, tras descubrirse participaba en una miniserie documental sobre el juicio grabada en secreto. “Ofició de actriz, no de jueza”, señaló la Fiscalía para pedir una recusación que fue aceptada y obligó a barajar y dar de nuevo.
El presidente del tribunal, Maximiliano Savarino, anunció este jueves “la nulidad de lo efectuado ante este tribunal” por considerar que Makintach incumplió con la imparcialidad requerida para el buen desempeño del juicio y mostró “un interés personal” en el mismo. El tribunal resolvió que la nulidad alcance a todo lo realizado desde el 6 de marzo de 2024, cuando la jueza completó al Tribunal Oral en lo Criminal 3 de San Isidro responsable de juzgar el presunto homicidio de Maradona. La Justicia debe sortear un nuevo tribunal. Es probable que el inicio del nuevo juicio se postergue hasta la segunda mitad del año o incluso hasta principios de 2026.
“Bochorno mundial”, “inaudito”, “vergonzoso”. Con estos adjetivos, los letrados de ambas partes definieron el tráiler y parte del primer capítulo de Justicia divina, el documental que se proyectó en la sala del tribunal a pedido de la Fiscalía. En el inicio de la última audiencia en la que participó, Makintach había asegurado que no se iba a apartar, pero cambió de opinión al término de la misma, después de ver las evidencias en su contra y escuchar los sucesivos pedidos de recusación. O se iba sola o la echaban sus colegas, los jueces Savarino y Verónica di Tomasso.
“Bienvenidos al mundo Maradona”, decía una fuente judicial, al señalar que el espectáculo permanente que rodeó la vida de este ídolo popular argentino continúa intacto a más de cuatro años de su muerte. Decenas de cámaras se arremolinaban en la entrada del tribunal a la espera de los protagonistas.
“[A Makintach] se le subió la fama a la cabeza y se estrelló”, decía otra fuente. En el tráiler del frustrado documental, el tiempo dedicado a la jueza casi duplicaba al del pibe de Fiorito que consagró a Argentina campeona del mundo en México en 1986 y cuya muerte sumió al país sudamericano en la tristeza. El Poder Judicial ha suspendido a Makintach por 90 días y también ha dejado de ser docente de la Universidad Austral. Además han solicitado un juicio político contra ella.
Descrédito de la Justicia
Los vídeos revelados por la Fiscalía sembraron un manto de sospecha sobre todo el tribunal que Savarino y Di Tomasso intentaron disipar. “Nos resulta ingrato proceder a la nulidad. La única persona responsable es la jueza recusada”, dijo el presidente del tribunal tras finalizar la lectura de la resolución. “Era un juicio más pero tenía una repercusión pública arrolladora, nosotros estuvimos a la altura de las circunstancias”, agregó Di Tomasso.
El escándalo agrandó el descrédito que arrastra el Poder Judicial argentino, pese a los intentos de De Tomasso por evitarlo. “Hubo una persona que se equivocó y pagó, pero no es la Justicia. La Justicia no se mancha”, señaló Di Tomasso con un guiño maradoniano que fue mal recibido por la familia del Pelusa.

El juicio anulado comenzó el pasado 11 de marzo y se prolongó durante 21 audiencias, en las que declararon 44 testigos, entre ellos las hijas de Maradona: Dalma, Giannina y Jana. La anulación supone un gran golpe para la familia del astro futbolístico, convencida de la culpabilidad de los siete imputados: los médicos Leopoldo Luque, Agustina Cosachov, Pedro Pablo di Spagna y Nancy Forlini; los enfermeros Mariano Ariel Perroni y Ricardo Almirón y el psicólogo Carlos Díaz.
Los acusados integran el equipo médico que asistió a Maradona en sus últimas semanas. Acababa de cumplir 60 años y se recuperaba de una operación en una casa alquilada a las afueras de Buenos Aires. Murió de un paro cardiorrespiratorio, pero los fiscales y la familia creen que el desenlace fatal podría haberse evitado.
“Angustia y tristeza”
“Los odio”, se limitó a decir Jana Maradona al salir del tribunal. Fue difícil asumir que el juicio se caía y todo debía recomenzar. “Vamos a volver a declarar y empezar de cero. Si hay que hacerlo mil veces, lo vamos a hacer mil veces, pero va a haber justicia”, declaró a los medios Verónica Ojeda, expareja de Maradona y madre de su hijo Diego Fernando. “Siento angustia y tristeza”, añadió.

Las imputados ganan tiempo. Esperan en libertad la fecha del nuevo juicio y sus defensas intentarán oponerse a que sean juzgados por segunda vez por los mismos hechos. El abogado de Luque, Julio Rivas, fue el primero en sospechar que pasaba algo extraordinario. Pidió recusar a la jueza por considerar que sus interrogatorios incluían preguntas inquisitivas. También por haber ocupado el lugar central del presidente del tribunal en una de las audiencias.
Rivas y los demás letrados aún desconocían que Makintach había autorizado a espaldas del tribunal la grabación de imágenes en la primera audiencia, que había dado una entrevista en su despacho el domingo previo y que existía un guión de la miniserie en la que se daba por hecho que los acusados eran culpables. “Los ídolos no mueren, a los ídolos se los mata”, decía en los pasillos este jueves uno de los involucrados en la causa. Señalaba que gran parte de la sociedad argentina piensa como los guionistas.
Los nuevos jueces deberán revisar las pruebas y volver a citar y escuchar a testigos e imputados antes de emitir su fallo.
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