Dos atentados contra políticos empañan el inicio de la campaña electoral en Perú

En la mañana de este martes, en un balneario al sur de Lima, Rafael Belaunde Llosa, el precandidato de la agrupación Libertad Popular, fue atacado a balazos. La camioneta en la que viajaba fue impactada con tres disparos en el distrito de Cerro Azul, en la provincia de Cañete. Se ha confirmado que el exministro de Energía y Minas durante el gobierno de Martín Vizcarra se encuentra fuera de peligro. Circula en las redes sociales una foto suya, mirando a la cámara, con rastros de sangre en la camisa, y otra del parabrisas con tres orificios a la altura del conductor.

El exprimer ministro, Pedro Cateriano, cofundador de Libertad Popular, dio la noticia en una radio local. “Es un mal inicio de la campaña. Creo que los peruanos sabemos lo que es la violencia. Lamentablemente, estamos atravesando un contexto de delincuencia activa. Hay que rechazar con firmeza este ataque”, comentó. El último fin de semana se llevó a cabo la primera jornada de las elecciones primarias que determinarán a los candidatos presidenciales, congresales y del Parlamento andino en 2026.

Cateriano informó que Belaunde Llosa se encuentra ileso, en la comisaría del sector, para presentar su denuncia. Él no se encontraba en campaña, sino que visitó un negocio que tiene en Cerro Azul para realizar un trabajo de supervisión. “Felizmente, los delincuentes no han logrado su objetivo”, dijo. Se supo después que el incidente fue ocasionado por dos delincuentes que iban a bordo de una moto. El comandante de la Policía, Óscar Arriola, contó que el político repelió la emboscada usando su arma y que sus heridas se deben a las esquirlas de los vidrios del parabrisas.

“Él hace esta rutina dos o tres veces por semana. Cuando salía de estos terrenos y se disponía a entrar a una trocha que le lleva hacia la carretera Panamericana es que aparecen estos dos sujetos y empiezan a disparar contra el vehículo que él conducía”, dijo Arriola.

El excongresista Gino Costa también se pronunció y lamentó el hecho: “Es un grave atentado contra la vida de Rafael Belaunde. Investigaciones deben dar con el móvil del crimen, y la justicia sancionar rápido y con firmeza a sus responsables. Le toca al gobierno dar las garantías a los postulantes a la presidencia y detener la violencia electoral ya”.

El último sábado, en la región costera de Piura, un candidato a la Cámara de Diputados fue acribillado. Percy Ipanaqué Navarro, aspirante por el partido Juntos por el Perú, circulaba cerca a un cementerio, a las afueras de la ciudad, cuando dos motos lo interceptaron. Lo persiguieron por algunas cuadras hasta abrir fuego. Fueron siete balazos los que acabaron con la vida de Ipanaqué. Se han tejido varias teorías sobre el asesinato del abogado. Una de ellas expone que Ipanaqué habría defendido a figuras vinculadas a casos de crimen organizado. Por otro lado, en uno de sus videos más recientes, denunció irregularidades en la Policía y reclamó una respuesta más firme para acabar con las extorsiones y el sicariato.

Sea como fuere, la carrera rumbo a las elecciones de 2026 se ha manchado ya desde el inicio. Desde hace unos años, Perú padece un aumento de la criminalidad que tiene al país en vilo. La escalada comenzó con el cobro de cupos a comerciantes, luego se extendió a los transportistas hasta alcanzar a los artistas. El incidente que determinó la caída de la expresidenta Dina Boluarte fue un ataque contra la orquesta de cumbia Agua Marina. En marzo, Paul Flores, vocalista de Armonía 10, murió cuando unos sicarios dispararon en contra del bus de la agrupación.

“Pasaremos de la defensiva a la ofensiva”, es el lema con el que el actual mandatario José Jerí pretende combatir el crimen. A fines de octubre, el abogado decretó a Lima y Callao en estado de emergencia. Pero los resultados todavía no saltan a la vista. Basado en el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), el analista de datos Juan Carbajal sostiene que el promedio diario de homicidios, durante el gobierno de Jerí, es el más alto desde el 2017. Arroja 5.36 de promedio, por encima del 5.25 de homicidios durante el mandato de Dina Boluarte. Desde el 10 de octubre, fecha en que Jerí asumió la Presidencia, hasta el 28 de noviembre —la última actualización— se han cometido 268 homicidios en el Perú.

“Nuestra tarea hoy es impedir que estos números sigan creciendo; los homicidios mantienen una tendencia que no logra revertirse”, ha reconocido el jefe de Estado. De acuerdo a la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), uno de cada cuatro peruanos considera que la inseguridad ciudadana ha empeorado durante la actual gestión. El Ejecutivo ha presentado un proyecto de ley al Congreso para implementar 23 medidas en seguridad, economía y reforma institucional. Lo cierto es que el crimen está alcanzando a los políticos. Y la campaña recién comienza.