Brasil, pendiente del rescate de una turista accidentada en un volcán de Indonesia

Brasil vive este lunes pendiente del rescate de Juliana Marins, de 26 años, una turista que recorría el sudeste asiático como mochilera y que el sábado al amanecer cayó por un resbaladizo acantilado mientras hacía una difícil excursión a un volcán en una isla de Indonesia. Otros excursionistas que estaban en la zona alertaron del accidente a la familia de la brasileña, que inmediatamente se movilizó para que la publicista sea localizada y rescatada cuanto antes. Avisaron a la cancillería y crearon un perfil específico en redes sociales. Un equipo de rastreo ha localizado este lunes a la mochilera con un dron en una zona de muy difícil acceso, según ha informado el parque donde se alza el volcán Rinjani. Las autoridades, que consideran el rescate, crítico, sopesan movilizar un helicóptero, pero el clima es muy cambiante.

El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva había pedido el domingo a las autoridades indonesias que intensificaran las tareas de búsqueda mientras a familia batalla para tener información verídica y denuncia los perfiles falsos creados al hilo de la angustiosa búsqueda.

Marins emprendió el viernes 20 una excursión que iba a durar tres días y dos noches para ascender a un espectacular volcán activo que se asoma a una laguna, el monte Rinjani (de más de 3.700 metros), en la isla de Lombok. Iba en un grupo con otras cuatro personas y un guía. El sábado antes del amanecer, tras hacer noche en un campamento, emprendieron la caminata de nuevo, pero la brasileña, agotada, quedó rezagada y se separó del grupo, que bordeaba el cráter. Se desconoce en qué circunstancias cayó al barranco, una resbaladiza pendiente de piedra. Pero esa tarde fue avistada gracias al dron de unos turistas españoles, según la prensa brasileña. Estaba agazapada a unos 300 metros por debajo del sendero.

Las condiciones meteorológicas son extremadamente complicadas, con bajas temperaturas y una espesa niebla. El monte Rinjani es el segundo pico más alto de Indonesia.

La familia criticó los precarios medios desplegados inicialmente por las autoridades indonesias. El guía ha explicado a la prensa brasileña que no la abandonó, pero que carecía del equipamiento necesario para rescatarla. Cuando el domingo fueron retomadas las tareas de búsqueda, la mochilera ya no estaba en el lugar inicial. Este lunes un dron la ha ubicado pendiente abajo, a unos 500 metros del sendero. La jornada tocaba a su fin en Indonesia y aún era la mañana en Brasil cuando la familia informó de que dos experimentados equipos de montañeros se han incorporado a las tareas de rescate.

Otra turista del grupo con la que la brasileña hizo amistad porque ambas viajaban solas contó el domingo por la noche a la televisión brasileña que la excursión estaba resultando extremadamente dura, por el frío, la niebla y el difícil terreno. “Hacia las cinco y cuarto de la mañana retomamos la excursión, los chicos se adelantaron, yo iba en medio y Juliana se quedó atrás con el guía. Todavía era de noche. Íbamos con linternas”, explicó Federica Matricardi a Fantástico, uno de los programas más vistos de Brasil.

Las informaciones de que la joven accidentada había recibido agua y alimentos el primer día resultaron falsas. El embajador brasileño en Indonesia se disculpó con la hermana de Martins por haberles dado, de buena fe, recalcó, información incorrecta que a su vez recibió de las autoridades indonesias. La Embajada ha enviado a dos funcionarios al monte Rinjani para seguir de cerca las tareas de búsqueda y rescate. Es un punto turístico de difícil acceso, que queda a cuatro horas del centro urbano más cercano y en una isla, Lombok, ubicada a 1.300 kilómetros de la capital, Yakarta. Antes de llegar a Indonesia, la turista brasileña viajó por Filipinas, Vietnam y Tailandia.