Ir al contenido
_
_
_
_

La Fundación Luker y la fórmula que transformó a Manizales en el mejor vividero de Latinoamérica

Con innovadores programas de educación y emprendimiento, desde hace 30 años promueve acciones que le dieron un vuelco a la capital de Caldas

El año 2011 fue particularmente difícil para Manizales. Tres avalanchas destruyeron parte de las tuberías de agua y gas de la ciudad, entre el 17 y 19 de octubre, dejando a sus 400.000 habitantes sin esos servicios durante 17 días. Cuando se estaban realizando las pruebas para abrir los registros de la bocatoma de las plantas de tratamiento, una serie de fugas, sumadas al invierno de esos meses, ocasionaron un derrumbe en el barrio Cervantes, el 4 de noviembre siguiente, que acabó con la vida de 48 personas. “Tuvimos semanas muy difíciles, justo en medio de una crisis en la que no había Gobierno. Las empresas se iban, las malas noticias inundaban la prensa, había peleas en las calles… vivimos tiempos muy oscuros”, recuerda Pablo Jaramillo Villegas, entonces director de Desarrollo Rural del Comité Departamental de Cafeteros.

Cansados de ese presente, Ana María González, gerente de la Fundación Luker, y él, lideraron varias reuniones con la Alcaldía, las universidades, los empresarios y los bancos para transformar la realidad. En una de esas sesiones, concluyeron que el primer problema que debían resolver era el económico. Mauricio Rodríguez Múnera, en ese momento asesor del presidente Juan Manuel Santos, les recomendó buscar una consultoría del Babson College, una institución educativa estadounidense experta en emprendimiento y negocios internacionales. “Consolidamos una alianza y entre todos constituimos un fondo común. Conformamos una delegación y nos fuimos para Estados Unidos a traernos a los expertos”, cuenta Jaramillo.

Una vez ahí, se dieron cuenta de que vincular a Babson no era fácil, pues sus asesorías eran costosas y muy demandadas, y tuvieron que inscribirse a un curso de cinco días. Los recibieron, no sin algo de escepticismo, Daniel Isenberg, profesor estadounidense de Práctica Empresarial, y Vincent Onyemah, un nigeriano bonachón que era docente asociado en ventas y marketing. La delegación manizalita presentó sus ideas e invitaron a sus profesores a la capital caldense. “No sabíamos ni dónde quedaba Colombia. Sobre Manizales yo sólo había escuchado que su equipo le había ganado a Boca Juniors la final de la Copa Libertadores en 2004”, recuerda Onyemah.

“No fue fácil convencerlos, no empezamos bien. Cuando íbamos a mostrarles en el mapa dónde quedaba la ciudad, ¡no salía! Además, les preguntamos por el precio del servicio y nos dieron una tarifa altísima, como pensando que, por cobrar caro, les diríamos que no. ¡Y dijimos que sí!”, explica Jaramillo.

Ya en tierra cafetera, a finales de 2012, Isenberg y Onyemah desarrollaron su metodología para el crecimiento de emprendimientos. Sin permitir que nadie de la alianza interviniera en la elección de los primeros 12 negocios, los consultores presentaron a los ganadores de Manizales Más, la nueva apuesta de la ciudad por el crecimiento empresarial. “Nos imaginábamos que iban a seleccionar ideas muy novedosas, de muchachos muy creativos. Qué decepción y preocupación tan berracas cuando, de las 400 inscritas, seleccionaron a la panadería del pueblo, la carpintería de la esquina y a una emprendedora que hacía empanadas. Les dijimos: ‘Esas propuestas son muy tradicionales, no nos gustan”, relata Jaramillo.

–Vamos a empezar con Emma Mesa, una fabricante de máquinas para hacer empanadas: Maquiempanadas –anunció Onyemah, en el salón de reuniones de la Cámara y Comercio.

–¡Qué! –expresaron, molestos, varios de los presentes.

–¿Maquiempanadas? No, pues, qué original –dijo Jaramillo.

En medio de ese panorama incierto, Jaramillo asumió la gerencia de la Fundación Luker, entre otras cosas, por su amplia experiencia en la implementación de proyectos educativos rurales, mientras Marcela Escobar llegó a la dirección de Manizales Más. “Esa primera cohorte fue una locura. Al principio no creíamos, habíamos invertido mucho dinero, convencido y reunido a mucha gente. El futuro de todos estaba en juego”, detalla Escobar.

Bordeando la mitad de 2014, Babson College presentó los resultados del primer año que, por no decir más, eran sorprendentes. Todos los negocios habían crecido sus ventas un 35% en promedio, generando más de 200 puestos de trabajo y algunos, incluso, exportaban. “Lo que hicimos, más allá de capacitarlos en finanzas y mercadeo, fue cambiarles la mentalidad”, aclara Onyemah.

Maquiempanadas no solo creció en los primeros dos años, sino que ya enviaba productos a cuatro países en Europa y África. “Estaba a punto de cerrar, las deudas me estaban consumiendo, y el programa nos salvó”, recuerda Emma Mesa, la fundadora de una empresa que hoy vende máquinas para hacer empanadas en más de 30 países.

El plan fue un éxito. Desde entonces, Manizales Más ha impulsado a 188 empresarios, ha creado 4.255 empleos en la región, ha generado exportaciones a 27 países y ventas de más de 500.000 millones de pesos, con un crecimiento del 35% promedio anual.

La educación para consolidar el legado

“Estábamos resolviendo el problema de la economía y las industrias nos pidieron ayuda, porque los trabajadores que querían contratar apenas tenían bachillerato”, afirma Jaramillo. Con esa realidad en mente, la Fundación Luker impulsó ‘La U en tu Colegio’, una iniciativa que promueve convenios con las principales universidades e instituciones técnicas de Manizales para impartir programas técnicos durante los últimos dos años de formación pública media. Desde su inicio, en 2014, ha beneficiado a un total de 12.000 jóvenes.

Pero faltaba mejorar el aprendizaje infantil. “Teniendo en cuenta la experiencia de Manizales Más, salimos de nuevo al mundo a buscar formatos de enseñanza en básica primaria, para potenciar lo que hacíamos con los universitarios. Lo planteamos bajo tres componentes: competencias socioemocionales, lectura y matemáticas”, detalla Santiago Isaza, director de Educación de la Fundación Luker.

La búsqueda para construir el primer modelo no fue tan extensa, pues en Colombia ya se había inventado la Escuela Nueva, un modelo que permitió crear ‘Escuela Activa’, un método adaptado por la Fundación Luker en el que los niños tienen una participación más dinámica y un diálogo permanente con los docentes. Este programa ayudó a que la ciudad mejorará su desempeño en 12 de las 15 competencias socioemocionales evaluadas por la Ocde y a reducir la deserción escolar de 8,5% en 2002, a 3,4% en 2023.

“Para el segundo modelo encontramos en Cuba un método muy bueno, que adaptamos y llamamos ‘Aprendamos Todos a Leer’. Su secreto está en la medición”, sostiene Isaza. Desde su implementación a 2024, consiguieron que el 85% de los estudiantes de quinto grado leyeran satisfactoriamente de manera fluida, mientras que en 2018 apenas lo hacía el 38%. Gracias a ese trabajo, la organización recibió el premio World Innovation Summit for Education, conocido como el Nobel de la Educación.

El último componente, ‘Aprendamos Matemáticas’, inició en 2021 y está en fase de prueba. Se trata de una adaptación del formato usado en Quebec, Canadá, que busca enseñar la aritmética por medio de dinámicas y juegos, en una experiencia que lleva al aprendiz a entender los conceptos numéricos abstractos, a la vez que fortalece su vínculo con el entorno. “Esperamos terminar esta fase en 2025 para implementarlo en todos los colegios públicos de la ciudad”, dice Isaza, quien resume que, en 11 años de programas de educación, han impactado la vida de 23.000 estudiantes.

Los esfuerzos liderados por la Fundación Luker, unidos a otros impulsados por los gobiernos locales, han transformado la ciudad. “En todos estos años hemos trabajado con los alcaldes rojos, verdes, azules, de centroizquierda y de derecha en beneficio de todos”, dice, jocosamente, Jaramillo. Todo lo logrado permite comprender por qué ONU Hábitat Latam reconoció, en agosto pasado, a Manizales como el mejor vividero de América Latina, por su planeación en construcción de infraestructura, educación e innovación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_