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Gobierno de Colombia
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Gobierno efectivo contra Gobierno ineficaz

Una mejor Colombia es posible cuando hay voluntad política, pero a veces parece que pesa más la vieja política de puestos y contratos que garantizan votos, en lugar de hacer lo correcto

Gustavo Petro
Juan Pablo Calvás

Ayer, en menos de 24 horas, el Gobierno hizo una de esas movidas que demuestran que las cosas se pueden conseguir sin tanto show y que se ha perdido mucho tiempo pensando en el ajedrez político colombiano en vez de estar ejecutando.

Primero fue la circular del ministro de Salud ordenando a las EPS acabar con la recurrente pesadilla de las “autorizaciones” para poder recibir tratamientos, medicamentos o ser atendido por un especialista. Habría bastado con eso, desde hace muchos años, y seguro nuestro hoy maltrecho sistema de salud tendría una mejor imagen ante los colombianos. Pero tuvieron que pasar casi tres años (a los que se han de sumar los años de gobiernos anteriores) para hacer esa sabia jugada.

Igual deberían hacer con la compra de un potente software (desarrollado en el exterior, porque si contratan a un colombiano hay probabilidades de que sea el recomendado de un político) que conecte médicos, farmacias, EPS, hospitales, superintendencia y ADRES para así llevar en tiempo real y con apoyo de la inteligencia artificial el verdadero seguimiento a la plata que se paga. Es más, sigo sin entender eso por qué no existe. ¿A nadie se le ha ocurrido? ¿O será que es mejor seguir manejando las cuentas a destajo porque así se garantiza la opacidad necesaria para que continúe el desangre del sistema de salud?

Después vino el decreto formalizando el trabajo de las madres comunitarias del ICBF. ¡Una maravilla! Hay que dignificar el trabajo de aquellas mujeres que hacen tan encomiable labor. Pero no podemos soslayar que, si se podía con un decreto, ¿por qué no se hizo antes? Es el tipo de cosas que parecen tan evidentes que cuesta creer que no hayan pensado en ello desde comienzos del Gobierno. ¿O tal vez sí? Pero resultaba más efectivo hacerle ruido al tema con la reforma laboral.

Es que es admirable. En un día resolvieron dos problemas. Ojalá esta Administración resultara tan efectiva en otros asuntos que sin duda se podrían resolver sólo con voluntad política y sin necesidad de posar de víctimas de un indolente Congreso.

Por ejemplo, ahora que el Gobierno se rasga las vestiduras por la reforma laboral mientras el presidente señala como esclavistas a los empleadores, ¿ya se activó el Ministerio del Trabajo para empezar a verificar en comercios grandes y pequeños que se esté cumpliendo la norma que hoy está vigente y que determina el máximo de horas semanales que alguien puede trabajar? ¿Está haciendo esas mismas brigadas para sancionar a aquellos que no tienen contratados debidamente a sus empleados? Porque antes de hacer alharaca con las válidas propuestas de la reforma, debería estarla haciendo con un verdadero trabajo policivo sobre todo tipo de negocios. De lo contrario de nada servirá una nueva ley porque, infortunadamente, en Colombia para que las leyes se cumplan se necesita tener el policía al lado. Y a ese nunca lo vemos.

Caso ejemplar sería el del Fruver del representante a la Cámara David Racero, con sus empleados sin contrato, trabajando jornadas de más de 12 horas y sin pago de prestaciones sociales. ¿No debería estar ya sellado ese local y tantos más que en el pequeño y mediano comercio explotan a sus trabajadores? ¿O es que eso resta votos? Repito: los ejemplos de arriba demuestran que una mejor Colombia es posible cuando hay voluntad política, pero a veces parece que pesa más la vieja política de puestos y contratos que garantizan votos, en lugar de hacer lo correcto.

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