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Iván Name, el expresidente del Senado capturado por recibir dinero para apoyar las reformas de Petro que siempre votó en contra del Gobierno

La Corte Suprema de Justicia tiene indicios de la participación del congresista del Partido Verde en el escándalo de corrupción de la UNGRD

Iván Name en la sede de la DIJIN, luego de que se hiciera efectiva la orden de captura en su contra, en Bogotá, el 7 de mayo de 2025.
Juan Miguel Hernández Bonilla

El expresidente del Senado de Colombia, Iván Leonidas Name Vásquez (Barranquilla, 68 años) fue capturado en la tarde de este miércoles en su apartamento en el norte de Bogotá. Las autoridades llegaron hasta allí después de que la Corte Suprema de Justicia emitiera una orden de detención, dentro del caso que avanza por el entramado de corrupción de la Unidad de Gestión de Riesgos y desastres (UNGRD), el mayor escándalo del Gobierno de Gustavo Petro. La Sala de Instrucción del alto tribunal investiga a Name, y a Andrés Calle, expresidente de la Cámara de Representantes, por supuestamente haber recibido sobornos, de dinero robado al Estado, para ayudar a aprobar las reformas sociales del presidente. El proceso que adelanta la Corte contra ambos congresistas es por los delitos de peculado por apropiación a favor de terceros y cohecho impropio.

Varios exdirectivos de la UNGRD han asegurado que Name recibió 3.000 millones de pesos (alrededor de 770.000 dólares) en octubre de 2023, unos días antes de las elecciones regionales en las que su hija María Clara Name logró ser reelegida concejal de Bogotá. Los testimonios de Olmedo López, exdirector de la entidad, y de Sneyder Pinilla, subdirector del área de desastres, coinciden en que al entonces presidente del Senado se le enviaron dos maletas llenas de billetes a su apartamento, el mismo en el que este miércoles fue capturado. La encargada de cerrar el trato y trasladar el dinero, según los investigados, fue la política Sandra Ortiz, quien en ese momento se desempeñaba como consejera presidencial para las Regiones de Petro. La boyacense, copartidaria de Name, está hoy detenida por los mismos hechos. El dinero habría salido de los sobrecostos en la compra que hizo la UNGRD de 40 carrotanques para llevar agua potable a las comunidades del departamento de La Guajira, y que nunca cumplieron su competido.

Pese a las acusaciones de recibir los multimillonarios sobornos, el senador Name nunca apoyó directamente las iniciativas del Ejecutivo. De hecho, voto en contra en varias de ellas y se consolidó como uno de los mayores opositores de Petro en el Legislativo, donde su bancada se ha caracterizado por estar escindida, con oficialistas, opositores e independientes compartiendo partido. De hecho, fue elegido presidente del Senado en julio de 2023 contra el deseo de la mayoría de sus compañeros del partido Verde y con los votos de la oposición.

En concreto, el entonces presidente del Senado se opuso con su voto y sus intervenciones a la reforma pensional, la única de las tres grandes reformas sociales del Gobierno que llegó a la plenaria que presidía. Sin embargo, abandonó el recinto o se ausentó en la mayoría de las sesiones en las que se discutió ese proyecto de ley, lo que dejó la dirección del debate en manos de la vicepresidente, María José Pizarro, del Pacto Histórico y muy cercana a Petro. Fue en esas ausencias, 8 de las 13 jornadas de discusión, que avanzó la parte más sustancial de la reforma, según La Silla Vacía. La presidencia del Senado maneja los tiempos y las prioridades legislativas, más en un Congreso en donde ni la oposición ni el Gobierno tiene las mayorías definidas.

Name ha negado en varias ocasiones que haya recibido el soborno y ha dicho que sus ausencias no eran premeditadas ni buscaban ayudar a la reforma. Una de las hipótesis que investigan las autoridades es que al tiempo en que se pronunciaba públicamente en contra, ayudaba con su ausencia al proyecto insignia de Petro.

El mandatario, por su parte, se enfrentó muchas veces a Name y lo acusó de impedir que las transformaciones sociales que prometió en campaña se hicieran realidad. Después de conocer la noticia de la captura, escribió un extraño mensaje en sus redes sociales en el que insistía en que el congresista ha sido su opositor. “Saboteó la reforma pensional, la engavetó siete meses para que no quedara tiempo de discusión. Se opuso a todos nuestros proyectos, y ahora va la cárcel, sindicado de robar al gobierno y al pueblo”, se leía en el trino, que borró un par de horas más tarde.

La justicia determinará si Name recibió el dinero, cuál era el propósito y quién dio la orden. Por ahora, el parlamentario ha perdido su silla en el Senado y deberá defenderse del proceso sin libertad. En paralelo con el caso de la UNGRD, avanza en la Corte otra investigación contra él por supuestos nexos con Los Rastrojos Costeños, uno de los grupos al margen de la ley involucrados en una guerra urbana por el control del territorio en Barranquilla. El caso se sustenta en los testimonios dados en 2014 por dos integrantes de la banda, los hermanos Bryan y Juan Manuel Borré Barreto, desmovilizados del Bloque Córdoba de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Los dos declararon que habían apoyado a Name, nacido en Barranquilla pero con trayectoria política en Bogotá, y a su primo José David Name, también senador pero con fortín en esa ciudad y aval del Partido de La U: “Ciertos sectores de los barrios de Barranquilla por la presencia que nosotros hacíamos en los barrios, pusimos a que la gente votara por ellos”, declararon los delincuentes.

El apellido Name tiene una larga trayectoria en la política colombiana. José Name Terán, tío del senador capturado, fue un poderoso cacique liberal de Barranquilla y varias veces congresista. Iván tiene como principal bandera política la lucha contra el centralismo que, afirma, es la fuente de la violencia y del atraso que padece Colombia. Estudió derecho en la Universidad Javeriana de Bogotá, fue concejal de la capital en los años noventa y llegó al Senado en 2010 por el Partido Verde. Desde ese momento se ha reelegido tres veces. Y este miércoles pasó la primera noche de su nueva vida en los calabozos de la Dijin de la Policía en Bogotá.

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Sobre la firma

Juan Miguel Hernández Bonilla
Periodista de EL PAÍS en Colombia. Ha trabajado en Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS, en Madrid, y en la Unidad Investigativa de El Espectador, en Bogotá. En 2020 fue ganador del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Estudió periodismo y literatura en la Universidad Javeriana.
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