Bad Bunny, Pedro Pascal y Eva Longoria: los artistas latinos alzan la voz contra Trump

Una nueva ola de activismo cultural y digital ha tomado fuerza en Estados Unidos. Ya no son solo pancartas solitarias las que alzan la voz. Ahora, el grito latino contra el endurecimiento de las políticas migratorias de Donald Trump llega envuelto en cámaras, edición, hashtags y miles de reproducciones. Desde reels de 30 segundos hasta protestas masivas en las calles, artistas y creadores de contenido están transformando su indignación en protestas digitales para denunciar los abusos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y exigir un trato digno para las personas migrantes.

La chispa más reciente fue encendida por Bad Bunny. El cantante boricua compartió en sus historias de Instagram un video —aparentemente tomado de otra persona, ya que la voz que se oye no es la suya— que muestra el momento en que agentes del ICE detienen a varias personas. “Esos mamabichos andan en estas guaguas, RAV4. Se tiraron aquí en la Pontezuela… en vez de dejar a esa gente tranquila trabajando”, se escucha decir en la grabación que dura apenas unos segundos. La publicación, breve pero contundente, bastó para que millones de personas reaccionaran.

Pero el puertorriqueño no está solo. Otras figuras latinas se han pronunciado. En un mensaje dirigido a la comunidad migrante, la actriz mexicana Kate del Castillo llamó a sus paisanos a manifestarse de forma pacífica y organizada. “Lo que estamos viviendo no es normal. Nos están señalando, nos están atacando, nos están culpando. Y no es la primera vez, pero esta vez lo hacen desde el poder; con palabras que dividen, que incitan al odio, que buscan enfrentarnos”. Con la voz entrecortada, pidió a sus seguidores protegerse y no caer en provocaciones: “No les demos el gusto de vernos reaccionar con violencia”.

A esta ola de denuncias se sumó Eva Longoria. La actriz y productora con raíces mexico-estadounidenses ha utilizado sus redes sociales para rechazar la narrativa oficialista que busca criminalizar a las personas migrantes. “Todos estamos de acuerdo, nadie quiere criminales en nuestro país. Pero eso no es lo que está ocurriendo. Estas redadas están sucediendo en fiestas de cumpleaños, en graduaciones, en Home Depot… no son criminales”, afirmó. Longoria también reivindicó el papel central que desempeñan los latinos en la vida cotidiana de Estados Unidos: “solo espero que el mundo tenga más compasión. Son personas que nos alimentan, que cuidan a nuestras familias, a nuestros niños y comunidades. No podemos negarlos como humanos”.

En ese mismo tono, Jaime Jarrín, la legendaria voz en español de los Dodgers, se pronunció. “Como inmigrante que llegó a este país hace 70 años, conozco de primera mano la esperanza, el coraje y la determinación que se necesitan para construir una nueva vida en una nueva tierra”, escribió en redes. “Los Ángeles es mi hogar”, añadió el ecuatoriano. “Esta ciudad es mi familia. Y me rompe el corazón ver la creciente división en nuestra comunidad y en todo el país. Todos merecemos ser tratados con dignidad, respeto y humanidad”.

Jarrín —miembro del Salón de la Fama de la Radio— ha sido una figura central en la representación latina dentro del béisbol estadounidense. “Ante las injusticias y el sufrimiento que hemos presenciado, me siento profundamente orgulloso de los miles que han salido a las calles pacíficamente; alzando la voz, negándose a ser silenciados. Su coraje importa. Su presencia importa. No tengan miedo. Manténganse fuertes. Sigan presentes. Que su voz se escuche”, escribió en una publicación con los colores del equipo de Los Ángeles.

Influencers latinos y la resistencia desde las pantallas

El llamado a no guardar silencio resuena también en el mundo digital, donde creadores latinos están convirtiendo sus plataformas en trincheras de resistencia. En la ciudad angelina, una decena de creadores latinos se ha reunido para filmar una serie de videos cargados de símbolos, memoria y orgullo. “¿Sabes lo que se siente llevar dos banderas en un mismo corazón? ¿Amar un país que no te ama de vuelta?”, preguntan frente a la cámara. Las piezas, dirigidas por el mexicoamericano Jay González, son auténticos poemas visuales: banderas ondeando, manos en alto, miradas firmes.

“Nuestros padres cruzaron fronteras, dejaron todo por un futuro que apenas podían imaginar. Hoy, su fuerza vive en nuestras voces, en nuestro trabajo, en nuestros sueños”, declaran los influencers. El alcance del mensaje ha sido tal que el actor Pedro Pascal compartió uno de los clips en sus redes. Las vistas no han dejado de crecer.

“El contenido digital es una herramienta para educar, informar y fortalecer a la comunidad”, dice González en entrevista. “Me llegan mensajes todos los días de personas que dicen: ‘Gracias, ya no nos sentimos solos’. Eso es lo que más importa”. Y concluye: “No dependemos de nadie más que de nosotros mismos para defendernos”.

En plataformas como TikTok e Instagram, la comunidad migrante ha encontrado una trinchera de resistencia. Se organizan campañas contra las redadas, comparten mapas comunitarios, estrategias de autocuidado y recursos legales. El hashtag #PeopleOverPapers (personas antes que papeles) se ha convertido en una consigna colectiva y un escudo frente al miedo.

En un país donde la migración se criminaliza, estas voces responden con argumentos sólidos, videos y haciendo comunidad. No se trata de una conspiración orquestada desde el extranjero, como sugieren algunos discursos oficialistas, sino de una reacción que nace del hartazgo, la experiencia vivida y la memoria colectiva. Desde un video de 30 segundos hasta las protestas ‘No Kings’ en todo el territorio, el mensaje es tan claro como urgente: migrar no es un delito. Es un derecho humano.