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César Espinosa, activista: “Los migrantes no pueden saber si llegará su deportación, pero todos deben tener un plan listo”

El director ejecutivo de FIEL Houston recuerda a los indocumentados que no están solos e insta a la comunidad latina a prepararse ante cualquier escenario

Cesar Espinosa (centro) en conferencia de prensa junto a Sylvester Turner, alcalde de Houston.
Marisol Jiménez

Cesar Espinosa (Estado de México, 39 años) es una de las voces importantes de defensa de los migrantes. En un año que se perfila como uno de los más complicados para la comunidad latina, este activista ha enfrentado las amenazas y políticas hostiles de Donald Trump, diseñadas para criminalizar y expulsar a quienes, como él, llegaron al país en busca de un futuro mejor.

Espinosa tenía solo cinco años cuando cruzó la frontera. Dos décadas atrás fundó FIEL (Familias Inmigrantes y Estudiantes en la Lucha), la organización que hoy lidera la defensa de los derechos civiles de los migrantes en Houston, Texas. Sabe que la historia no siempre avanza, a veces retrocede o toma rumbos inesperados. Desde el 20 de enero, el primer día de Trump en la Casa Blanca, su trabajo se ha intensificado. En un Estado donde un tercio de la población carece de estatus legal, su labor consiste en escuchar, acompañar y movilizar a quienes están dispuestos a resistir, combatiendo el miedo que paraliza a su comunidad.

En una videollamada con EL PAÍS, el director ejecutivo de FIEL reflexiona sobre el momento actual que viven los migrantes latinos, convertidos en un nuevo enemigo del hombre más poderoso del mundo. Pero se muestra optimista, todavía cree que un Estados Unidos donde se respeten los derechos de todas las personas es posible.

Pregunta. ¿Qué significa ser un migrante latino en Estados Unidos?

Respuesta: Para mí, ser migrante es algo que intento redefinir cada día. Muchos prefieren evitar esta palabra porque se ha cargado de connotaciones negativas, pero yo quiero resignificarla. Ser migrante es ser un luchador, alguien que viene a aportar, no solo en términos económicos, sino también en cultura, sabor, tradiciones y muchas otras contribuciones invaluables.

P. En estas elecciones quedó claro que la sociedad estadounidense está profundamente dividida. ¿Cree que Donald Trump ha intensificado esa división?

R. Donald Trump es la causa. Ha puesto a los inmigrantes en una situación de auto odio. Conozco a muchas personas que se han naturalizado como ciudadanas o son residentes permanentes y, aun así, apoyan a Trump porque han internalizado la idea de que los inmigrantes son una amenaza. Pero eso es mentira.

P. ¿Por qué es importante lo que el presidente dice sobre los migrantes latinos?

R. Las palabras tienen consecuencias, y cuando alguien con ese nivel de poder hace declaraciones como las suyas, la gente las escucha, las asimila y las convierte en realidad. Lo más preocupante es ver cómo muchos estadounidenses siguen a Trump casi con devoción, como si fuera un Dios, más allá de un líder político. Ya no se trata solo de una ideología política, sino de un culto.

P. Las operaciones contra la migración irregular han aumentado en varios Estados y las familias tienen miedo de salir de sus casas. ¿Cómo se vive en Houston esta situación?

R. Es una realidad que se agrava cada día. El impacto es visible en todos lados. En este mismo restaurante, donde estamos sentados ahora, a esta hora —casi mediodía— normalmente habría una fila que saldría hasta la puerta. Pero si miras detrás de mí, está vacío. Lo mismo ocurre con muchos negocios, escuelas, tiendas locales e incluso iglesias, que han quedado vacías. Esta situación no solo afecta a las familias migrantes, sino que tendrá consecuencias graves para la economía en general.

Un activista reparte volantes en inglés y español sobre cómo responder a una redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).

P. Un migrante sin documentos, ¿dónde puede acudir para obtener ayuda?

R. Es fundamental que cuenten con un abogado o una organización de confianza a la que puedan recurrir en caso de una detención o deportación. Lo más importante es no esperar hasta estar en esa situación para buscar ayuda. Ahora es el momento de prepararse, conocer sus derechos, informarse y acercarse a organizaciones que brindan apoyo. Tener un plan puede marcar la diferencia si llega el momento de enfrentar un proceso de deportación.

P. En redes sociales se han vuelto virales las tarjetas que informan a las personas sobre su derecho a guardar silencio y las instan a comunicarse con FIEL. ¿Cómo surgió esta idea?

R. Llevamos años creando este tipo de material porque los migrantes tienen derechos constitucionales en Estados Unidos. No es la primera vez que producimos estas tarjetas, pero ahora se han vuelto más virales porque la gente quiere informarse y defender sus derechos. Estas tarjetas son un recordatorio de la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que garantiza el debido proceso legal, a permanecer en silencio y a no auto incriminarse.

P. Compara la preparación para una posible deportación con la preparación para un huracán. ¿A qué se refiere?

R. En Houston conocemos bien los huracanes. Sabemos que pueden llegar en la temporada de huracanes, pero no sabemos cuándo ni con qué intensidad. No podemos simplemente esperar a que no suceda, sino que nos preparamos con antelación. Lo mismo ocurre con una deportación, no sabemos si llegará, pero debemos tener un plan listo.

P. En su experiencia, ¿cómo puede la comunidad migrante encontrar formas de resistir a este segundo mandato del presidente republicano?

R. Lo más importante es la educación. Algo que nos sorprendió mucho fue una declaración del director de ICE [Caleb Vitello], al mencionar que en Chicago las operaciones de la policía de inmigración no han dado los resultados esperados porque la gente está educada y sabe cuáles son sus derechos. Esto es precisamente lo que queremos: que las personas conozcan sus derechos para que sepan cómo enfrentarse a ICE y puedan resistir una posible detención o deportación.

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Sobre la firma

Marisol Jiménez
Es redactora de redes sociales de EL PAÍS US. Estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación y Periodismo y la Maestría en Estudios México-Estados Unidos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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