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La amenaza inminente de aranceles y la reforma judicial en México congelan las inversiones en la frontera con Estados Unidos

Los efectos económicos están minando la confianza de los ejecutivos y el crecimiento potencial del empleo en ambos países. La planificación a largo plazo se ha vuelto casi imposible, según líderes empresariales y expertos

Fachada de la Bolsa Mexicana de Valores, en Ciudad de México.

Este artículo ha sido publicado conjuntamente por Puente News Collaborative. Puente News Collaborative es una organización sin ánimo de lucro dedicada a la información, organización y financiación de noticias de calidad y rigor informativo enfocadas en la frontera entre Estados Unidos y México.

Una creciente ola de incertidumbre está congelando los planes de inversión en México, el principal socio comercial de Estados Unidos, sacudiendo tanto a líderes empresariales nacionales como extranjeros. Los inversionistas evalúan la decisión del presidente Donald Trump de imponer, a partir del 1 de agosto —según el plan actual—, aranceles a automóviles, acero, aluminio, piezas metálicas y tomates producidos en México. Al mismo tiempo, reflexionan sobre el impulso de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, para reformar el Poder Judicial del país por medio de unos comicios —los primeros se celebraron este junio— que renovarán todo el estamenteo judicial y que, según los críticos, socavan la certeza jurídica y podrían revertir avances democráticos.

No es de extrañar que cada vez haya más dudas sobre cómo proceder. Los planes para lanzar nuevas operaciones en México —o expandir las existentes— están siendo reconsiderados, pospuestos o discretamente archivados. Los efectos económicos están afectando cada vez más las decisiones comerciales y de inversión a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, minando la confianza de los inversores y el crecimiento potencial del empleo. La planificación a largo plazo se ha vuelto casi imposible, según líderes empresariales y expertos económicos.

“La inversión extranjera probablemente sea menor de lo que habría sido en este punto del año”, dice Tom Fullerton, profesor de economía y finanzas en la Universidad de Texas en El Paso. “Todavía no está claro si la Administración Trump permitirá que Estados Unidos permanezca en el TMEC. Tampoco está claro cómo cambiará el panorama judicial en México”.

Con muchas empresas estadounidenses y mexicanas estrechamente vinculadas, los efectos de los cambios de política resuenan a lo largo de la frontera. El comercio bilateral entre Estados Unidos y México alcanzó un estimado de 840 mil millones de dólares en 2024.

Ya se han perdido alrededor de 65.000 empleos solo en Juárez, debido a una variedad de factores, incluyendo una mayor automatización en las fábricas, dice Jerry Pacheco, presidente y director general de la Asociación Industrial Fronteriza.

“Hemos perdido al menos tres acuerdos desde que los aranceles al acero y al aluminio subieron al 50% en Santa Teresa, así que esto crea un ambiente de negocios incierto”, señala Pacheco. “Las economías de EE UU y México están tan entrelazadas y dependen tanto una de la otra que, si las empresas estadounidenses están sufriendo por los aranceles al acero y al aluminio, México también va a sufrir”.

Trabajos en una planta de acero en Tlaxcala, México, en febrero de 2025.

La parálisis en la toma de decisiones amenaza con afectar seriamente las perspectivas de crecimiento de México —y el legado de Sheinbaum como la primera presidenta del país. La economía ya ha mostrado señales inequívocas de una marcada desaceleración desde finales del año pasado. No se vislumbra una recuperación clara, ni en la frontera ni más allá.

“Todo se ha puesto en pausa”, dice Víctor González, propietario de Solinda, una empresa de manufactura de maquinaria de precisión con sede en el Estado mexicano de Aguascalientes, refiriéndose a lo que escucha de colegas y asociaciones empresariales. “Una de las razones es la reforma del sistema judicial. La otra son los aranceles”.

Inicialmente, las amenazas de Trump de imponer aranceles a todas las importaciones provenientes de México y Canadá obligaron a los empresarios a recalibrar sus estrategias de inversión al sur de la frontera. El auge económico que se esperaba que México disfrutara —impulsado por la postura dura de Trump frente a las importaciones chinas— se desvaneció rápidamente.

En lugar de beneficiarse de los cambios en las cadenas de suministro globales, tanto México como Canadá se han visto atrapados en el fuego cruzado del conflicto comercial. En vez de fomentar la relocalización de empresas (nearshoring), Trump decidió usar los aranceles como herramienta para presionar a ambos vecinos a frenar el flujo de migrantes y drogas, especialmente el fentanilo.

Una señal de los posibles impactos fue el anuncio en junio de General Motors (GM) sobre una inversión de 4.000 millones de dólares en fábricas en Estados Unidos, ubicadas en Míchigan, Kansas y Tennessee. Esto encaja con la estrategia de la empresa de reactivar su presencia manufacturera en EE UU, una exigencia constante de Trump.

GM reveló que la Blazer y la Equinox, dos vehículos utilitarios deportivos de gran prestigio que durante años se han ensamblado en México, se fabricarán en plantas de Tennessee y Kansas a partir de 2027. GM ha producido vehículos en México desde la década de 1930, y su expansión en el país fue interpretada como una de las primeras victorias del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá en los años noventa.

La decisión del fabricante fue celebrada por la Administración Trump como un triunfo importante. “Ningún presidente ha mostrado tanto interés en revivir la otrora gran industria automotriz estadounidense como el presidente Trump”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, en un comunicado.

El mensaje de la Administración estadounidense fue claro para muchos observadores: la pérdida de México es la ganancia de Estados Unidos, incluso si GM debe asumir mayores costos de producción, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores.

Aunque las amenazas han disminuido a lo largo del año —tras el anuncio de fuerzas de tarea fronterizas y el despliegue de más personal de seguridad por parte de Canadá y México—, la confianza de los inversionistas ya se ha visto afectada.

Las consecuencias de la reforma judicial

Sheinbaum ha hecho realidad el sueño de su antecesor de transformar radicalmente el Poder Judicial de México, gracias a la amplia mayoría en ambas cámaras de Morena, algo con lo que no contó Andrés Manuel López Obrador. Una elección en junio con escasa participación —fue de apenas el 11%— reemplazó a jueces de carrera, magistrados y ministros de la Suprema Corte con personas elegidas por voto popular.

Muchos temen que la consolidación del control sobre los tribunales debilite los contrapesos institucionales. Con los cargos judiciales dominados por leales al partido gobernante, los críticos advierten que podrían proliferar decisiones arbitrarias o motivadas ideológicamente. Los nueve nuevos ministros de la Suprema Corte tienen vínculos con Sheinbaum, el expresidente Andrés Manuel López Obrador o su partido de izquierda.

“Lo que buscan los inversionistas es certeza y Estado de derecho”, dice Tony Garza, exembajador de EE UU en México durante la Administración de George W. Bush, quien ahora trabaja en temas comerciales y otros asuntos en el despacho de abogados Case and White. “Lo que están recibiendo con amenazas de aranceles y elecciones judiciales es caos e incompetencia”.

Muchos empresarios, economistas y agencias calificadoras temen que el país esté regresando al dominio de un solo partido, como el que marcó la política mexicana durante gran parte del siglo XX. La política mexicana ha estado dando tumbos desde el fin de la hegemonía del PRI en el año 2000.

Sesión en Vieja Casona de Xicoténcatl donde se aprobó la reforma judicial.

La reforma judicial podría “afectar negativamente el apetito de inversión y el ambiente de negocios”, advirtió Fitch Ratings en un informe el año pasado. Eso refleja preocupaciones similares expresadas por S&P Global y Moody’s, las otras dos agencias calificadoras más grandes del mundo.

Los vientos económicos en contra ya se están sintiendo, con señales de alarma en la frontera. Fullerton señaló que el desempleo subió del 2,2% en 2022 al 3,3% en 2024.

En todo México, con una contracción económica anualizada del 2,7% en el último trimestre de 2024 y un crecimiento débil del 0,8% durante este invierno, los indicadores laborales y de percepción social también pintan un panorama preocupante.

El sector privado generó poco más de 85.000 nuevos empleos entre enero y junio —lo que representa una caída de más de dos tercios en comparación con el mismo periodo del año anterior. Es la cifra más baja de creación de empleo desde 2009, sin contar los efectos de la pandemia de la covid, según el Instituto Mexicano del Seguro Social.

La confianza del consumidor en junio cayó a su nivel más bajo en dos años, mientras que la confianza empresarial bajó por decimocuarto mes consecutivo, informó recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Aunque en términos generales la inversión extranjera directa (IED) sigue siendo positiva, el flujo de nuevo capital prácticamente se ha detenido. De los 21.300 millones de dólares en IED que México recibió en el primer trimestre de 2025, solo 1.580 millones —es decir, el 7,4%— correspondieron a nuevos proyectos de inversión.

“La verdad es que, con la situación actual —y con eventos recientes como la reforma judicial— muchos están diciendo que esto no va a ser bueno”, añade González, el propietario de la fábrica. “Esa es más o menos la sensación en todas partes. Por ahora, es una percepción, no una realidad”.

Esa nueva inversión extranjera está muy por debajo del promedio de 29% registrado durante los seis años de la Administración de López Obrador, y palidece en comparación con la participación del 60% de nuevo capital que el país registró a comienzos de este siglo.

En una reunión reciente con empresarios y políticos del Texas Lyceum, una organización sin fines de lucro, no partidista y de liderazgo estatal, el recién llegado embajador de EE UU, Ron Johnson, fue cuestionado directamente con la siguiente pregunta: “¿Cuál es el propósito de los aranceles de Trump?“. Tras una larga pausa, Johnson respondió que Trump “es un hombre de negocios”.

Solo en el Estado de Texas, el comercio con México alcanzó los 540.000 millones de dólares en 2024. “Sinceramente creo… que él solo quiere que las cosas sean justas, recíprocas”, dijo Johnson, quien se describió como un “buen amigo” del presidente. “Quiere que exista competencia en condiciones equitativas”.

En medio de un silencio incómodo, el moderador intervino para agradecer al embajador. Siguió un aplauso cortés.

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García reportó desde Ciudad de México. Corchado reportó desde Ciudad de México y la frontera, y Muela desde El Paso.

Eduardo García estableció la oficina de Bloomberg en México en 1992 y la dirigió hasta 2001, supervisando la premiada cobertura de la agencia en el país. En 2001, emprendió una nueva aventura al fundar su propio medio de comunicación, Sentido Común. @egarciascmx

Alfredo Corchado es director ejecutivo de Puente News Collaborative y excorresponsal de The Dallas Morning News en México y en la frontera. Es autor de Midnight in Mexico y Homelands. Fue Nieman Fellow en 2009 en Harvard. @ajcorchado

Alyda Muela es una periodista independiente de El Paso, Texas. Es estudiante de último año en periodismo multimedia, con una especialización menor en negocios generales, en la Universidad de Texas en El Paso. Actualmente realiza una beca en Puente News Collaborative, donde trabajará en reportajes de investigación, económicos y culturales. @alydamuela

Dudley Althaus ha reportado sobre México, América Latina y otras regiones durante más de tres décadas como corresponsal. Comenzó su carrera en un pequeño periódico en la frontera entre Texas y México, y tuvo una exitosa etapa de 22 años como jefe de la oficina de Ciudad de México del Houston Chronicle, durante la cual recibió varios premios. También fue corresponsal para México en The Wall Street Journal. @dqalthaus

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