Claudia Romo Edelman: “La unidad latina es la mejor medicina frente a la polarización política”
La fundadora de la organización ‘We Are All Human’ destaca el poder que la comunidad latina ha amasado en Estados Unidos en los últimos años y asegura que seguirá haciéndolo, a pesar de la retórica antiinmigrante


Bajo las cúpulas doradas del salón Cipriani, en el corazón de Wall Street, los rostros latinos más influyentes del país se preparan para una noche de reivindicación. “La Met Gala de los latinos”, como la llama Claudia Romo Edelman (Ciudad de México, 54 años), con una mezcla de ironía y certeza. Y tiene razón: el próximo jueves 30 de octubre, decenas de figuras del mundo empresarial, cultural y del entretenimiento se reunirán por quinta ocasión para celebrar lo que ella define como “el momento latino” en Estados Unidos.
Pero la celebración llega en tiempos adversos. Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca y, con él, un discurso que necesita enemigos. Otra vez el enemigo es el latino, el migrante. El clima político se ha endurecido, la narrativa migratoria se ha vuelto más hostil, y la sombra de las deportaciones recae sobre miles de personas, que ven cómo el país al que migraron en búsqueda del “sueño americano” se transforma en una amenaza.
Esta líder mexicana, exfuncionaria de las Naciones Unidas y fundadora de We Are All Human, una organización dedicada a promover la equidad, la representación y el liderazgo latino en Estados Unidos, habla con la calma de quien ha aprendido a transformar la adversidad en propósito. “Nunca ha habido un momento tan importante y tan delicado para la comunidad latina”, le dice a EL PAÍS. “Somos más grandes, más fuertes y más conscientes de nuestro poder. Lo sabemos, y eso lo cambia todo”.
Para Romo Edelman, la Hispanic Star Gala no es solo una celebración de etiqueta, sino una declaración. Una forma de reclamar centralidad en un país que todavía mira a los suyos desde la periferia. “El nuevo latino es joven, es consciente de su influencia, pero se pregunta por qué no lo ven. Por qué sigue en la periferia cuando debería estar en el centro”, afirma.
Su serenidad no es ingenua. Se sostiene en una trayectoria que impone respeto. La también emprendedora social, activista global y una de las voces más influyentes del liderazgo latino en el mundo corporativo, dirige una red de más de 300 empresas y 100 organizaciones hispanas que, y desde We Are All Human, The Hispanic Star, una plataforma nacional que visibiliza las contribuciones de la comunidad latina, y el pódcast A LA LATINA, busca algo más que visibilidad. Intenta cambiar la narrativa, posicionar al latino como fuerza económica y recordarle al país de las barras y las estrellas que, sin ellos, Estados Unidos no se entiende.
Pregunta. Acaba de recibir el premio Latina Extraordinaria 2025, otorgado por la organización United Latinas. ¿Qué significa para usted este reconocimiento?
Respuesta. Implica una gran responsabilidad. Nos obliga a preguntarnos: ¿qué voces vamos a amplificar? ¿Las voces del miedo que sentimos cuando somos constantemente atacados, o las del orgullo que compartimos al ver a nuestra gente triunfar en espacios como el Super Bowl? Este es un momento muy importante que requiere claridad. La comunidad latina necesita guías que indiquen el camino y un liderazgo que fomente la unidad.
P. ¿Qué es lo que la hace sentir más orgullosa de ser latina?
R. Ser latina es mi superpoder. Me encantan los valores y la historia de nuestra comunidad. Me siento afortunada y creo que el mejor regalo que puedo darle a mis hijos es enseñarles que su identidad es su poder.
P. Usted ha trabajado en diferentes agencias de la ONU, en el Foro Económico Mundial y en el Gobierno mexicano. ¿Qué aprendizajes de esas experiencias siguen marcando las organizaciones que lidera?
R. Si me muriera mañana, uno de los grandes logros de mi vida sería haber encontrado un “código de absorción”, y eso es The Hispanic Star. Esta iniciativa condensa 30 años de experiencia en la ONU y con líderes globales. Es una plataforma para elevar a los latinos y recordar algo básico: Estados Unidos tiene muchas estrellas en su bandera y los latinos somos una de ellas. Lo que es bueno para los latinos es bueno para el país entero.
P. ¿Qué papel juegan iniciativas como el Hispanic Leadership Summit 2025 y la Hispanic Star Gala en fortalecer el liderazgo y la visibilidad de los latinos?
R. Estas iniciativas muestran a los latinos en posiciones de poder y liderazgo. El Hispanic Leadership Summit 2025, que se llevará a cabo los días 28 y 29 de octubre, es un espacio clave para que líderes latinos compartan datos, ideas y estrategias que eleven la narrativa de la comunidad en Estados Unidos, mostrando que somos una fuerza económica poderosa. En la Hispanic Star Gala de este año participan figuras como Gabriel de Alba (fundador y managing partner de GDA Luma Capital Management), Rita Ferro (presidenta de Publicidad Global en Disney), Ellen Ochoa (astronauta veterana y exdirectora del Johnson Space Center) y Bret Stephens (columnista ganador del Pulitzer en The New York Times), cuya visibilidad no solo inspira, también genera oportunidades de inversión, abre redes de influencia y demuestra que los latinos están en la mesa donde se toman las decisiones.
P. El panorama político estadounidense vuelve a estar marcado por los discursos antinmigrantes. ¿Cómo puede la comunidad hispana responder ante políticas o narrativas que buscan dividirla o reducir su impacto?
R. La unificación de la comunidad latina es una de las mejores “medicinas” frente a estos desafíos. No podemos estar divididos. Debemos mantenernos despiertos y conscientes. Este momento es temporal. Somos fuertes, resilientes y capaces de resistir. Esto pasará, y mientras tanto necesitamos estar unidos, informados y preparados.
P. Usted habla sobre el concepto de factivismo, que hace referencia a la importancia de conocer y compartir los datos. El Hispanic Sentiment Study, elaborado cada año por la We Are All Human Foundation para medir la percepción, identidad y bienestar de la comunidad latina en EE UU, se ha convertido en una herramienta clave para entender su evolución. ¿Qué hallazgos recientes del mismo le parecen más reveladores?
R. Desde The Hispanic Star hemos estudiado a la comunidad latina durante ocho años, y nuestra teoría de cambio se centra en tres problemas: conciencia, datos y acceso. En 2018, solo el 14% de los latinos conocía los datos básicos sobre su comunidad; en 2023, esa cifra subió al 43%, y hoy alcanzamos el 77%. La acción más importante es volverse factivista, es decir, tomar los hechos y comunicarlos a otros para cambiar la narrativa desde la evidencia.
P. ¿Puede ponerme un ejemplo práctico de cómo aplicar factivismo en la vida cotidiana?
R. Hablar inglés con acento. Muchas personas lo ven como un estereotipo negativo, pero en realidad refleja que hablas dos idiomas. Cambiar ese enfoque transforma tu posición de “idiota” a “políglota”. Es un cambio de perspectiva que empodera.
P. También habla de los mitos que existen sobre los latinos.
R. Hay tres que me gusta aclarar. El primero: que todos somos indocumentados. En realidad, el 81% somos ciudadanos estadounidenses y otro 7% son residentes legales. El segundo: que todos somos mexicanos. Venimos de 26 países distintos, cada uno con su propia historia y cultura. Y el tercero: que no hablamos inglés. El 80% lo hablamos con fluidez; nuestro bilingüismo es un verdadero superpoder.
P. ¿Qué ha cambiado y qué falta por cambiar en la forma en que se percibe a la comunidad hispana en Estados Unidos?
R. Nunca ha habido un momento tan delicado y tan poderoso para la comunidad latina. Somos grandes, fuertes y visibles. Los datos demográficos, económicos y culturales muestran que somos una fuerza real. Pero lo más importante es que hoy lo sabemos. Durante mucho tiempo, era fácil dejarnos al margen. Hoy eso ha cambiado. Vivimos un momento histórico: los latinos somos el corazón que mantiene la maquinaria de este país. Y ahora reflexionamos sobre quiénes somos y qué lugar queremos ocupar. Es lo que yo llamo el surgimiento del “nuevo latino”.
P. ¿Cómo define a ese “nuevo latino”?
R. Es joven, consciente de su poder e influencia. Sabe que tiene un papel central en la economía y en la cultura de este país, y al mismo tiempo se pregunta: ¿por qué no se refleja eso en quienes nos representan? ¿Por qué quienes están en el poder no invierten en nosotros? ¿Por qué sigo en la periferia cuando debería estar en el centro?
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