Los candidatos demócratas a la alcaldía de Nueva York prometen proteger a los inmigrantes

En una reñida carrera demócrata por la alcaldía de la ciudad de Nueva York, los nueve candidatos han encontrado pocos puntos en común. Las únicas tres cosas en las que parecen estar de acuerdo son proteger a la población inmigrante de la ciudad, distanciarse de la Administración Trump y atacar a uno de ellos, el exgobernador del Estado, Andrew Cuomo, que se vio obligado a dejar el cargo en 2021 por un escándalo de acoso sexual, y que lidera todas las encuestas a tres semanas de las primarias del 24 de junio.

Así quedó patente tras el primero de los dos debates de las primarias, que tuvo lugar este miércoles y que supuso el primer cara a cara entre todos los candidatos. Sobre el tema de la inmigración, se preguntó a los candidatos cómo responderían a la presión de Donald Trump para que cooperen en su agenda de detenciones y deportaciones masivas. Todos coincidieron en que no cederían a las exigencias del presidente y criticaron al actual alcalde, Eric Adams —que no estuvo en el debate, ya que se presenta a la reelección como candidato independiente (tras hacerlo como demócrata en 2021)—, por no hacer más para plantar cara al republicano en esta materia.

“No se puede ceder ante el señor Trump y sus exigencias”, dijo Cuomo. Por su parte, Zohran Mamdani, un legislador estatal socialista democrático que ha emergido como uno de los principales candidatos en la contienda y que solo está detrás de Cuomo en las encuestas, fue un paso más allá y denunció que la ciudad de Nueva York está “bajo ataque de una administración autoritaria de Trump”. “Y lo digo como alguien que sería el primer alcalde inmigrante de esta ciudad en generaciones”, añadió Mamdani, quien este jueves recibió el respaldo de la representante Alexandria Ocasio-Cortez, la líder progresista más destacada de la ciudad.

En una ciudad donde casi el 40% de la población es de origen extranjero, el tema es de especial interés para los votantes. Más aún teniendo en cuenta el hecho de que Nueva York viene de hacer frente a una afluencia de inmigrantes que puso a prueba la capacidad de la ciudad para acoger y atender a más de 230.000 solicitantes de asilo desde la primavera de 2022.

El alcalde Adams ha sido acusado de aceptar colaborar con los esfuerzos antiinmigrantes de Trump en la ciudad —considerada desde hace tiempo un lugar seguro y acogedor para inmigrantes de todo tipo— a cambio de que el Gobierno federal desestimara el caso de corrupción en su contra. El regidor niega que eso sea cierto, pero ha endurecido su postura sobre la inmigración y ha hecho concesiones a la Administración, como permitir que las autoridades de inmigración operen en la cárcel de Rikers Island por primera vez en una década (una acción que de momento permanece bloqueada por un juez).

Nueva York es una de las llamadas ciudades santuario, aquellas localidades que por sus leyes locales no colaboran con los servicios de inmigración federales. Todos los candidatos demócratas han dicho que apoyan esa designación, a pesar de que Trump haya declarado la guerra a toda jurisdicción que trate de interponerse en el camino de su agenda de inmigración, y que defenderían a los indocumentados frente a las redadas de las autoridades federales. “Estamos hablando del futuro de la ciudad de Nueva York, y por eso me enorgullece haber sido copatrocinador de esas leyes de ciudades santuario”, declaró en el debate del miércoles Brad Lander, actual contralor de la Gran Manzana.

El tono del resto del debate fue menos cortés y los candidatos se centraron en desacreditar a Cuomo. Durante dos horas, el exgobernador se defendió de una amplia gama de ataques de parte de los otros candidatos, no solo por la docena de acusaciones de acoso sexual que le obligaron a dimitir hace casi cuatro años, sino que también por su respuesta a la crisis del coronavirus, que devastó la ciudad, y la investigación federal sobre si mintió al Congreso sobre su gestión de la pandemia en las residencias de ancianos.

Otros asuntos importantes para los votantes

Más allá de la inmigración, la vivienda y la asequibilidad, o la falta de las mismas, son otros de los temas que más preocupan al electorado de la Gran Manzana. Es bien sabido que el aumento en el costo de vida ha afectado a Nueva York más que a muchas otras partes del país. Y la metrópolis, que tiene algunos de los alquileres promedio más altos de Estados Unidos y cuyas tasas de vacantes han alcanzado mínimos históricos, necesita urgentemente más viviendas asequibles. Todos los candidatos —incluyendo a Adams y al republicano Curtis Sliwa— aseguran que harán frente a esta crisis construyendo nuevas viviendas, pero queda por ver cómo financiarán sus planes.

Otro tema prioritario es la seguridad pública. Los datos demuestran que, bajo el mandato de Adams, los asesinatos y tiroteos han disminuido, mientras que incidentes violentos, como agresiones y robos, han aumentado. La violencia es especialmente preocupante en el metro de la ciudad, por el cual pasan unos 3,6 millones de personas al día. Varios sucesos en el subterráneo como tiroteos y apuñalamientos han contribuido a la percepción de que Nueva York atraviesa una crisis de seguridad, razón por la que el actual alcalde ha militarizado el sistema de trenes. Los candidatos demócratas tienen enfoques diversos sobre este tema: algunos quieren contratar a más agentes de policía para patrullar las calles, mientras que otros prefieren invertir en servicios sociales y de salud mental para sacar a las personas sin hogar de las calles y del metro.