Gala 12 de ‘Operación Triunfo’: cinco elegidos para un final incierto

Se hizo mucha chanza el día que Isabel Díaz Ayuso creó la Oficina del Español, pero ayer, cuando Chenoa cantó “Chodo ira bien" una y otra vez, sentí que daría aquellos 75.000 euros anuales que se iba a embolsar Toni Cantó por bien invertidos si se gastasen en proteger la identidad oclusiva dental sorda de la letra t, de la que muchos cantantes la intentan despojar; Marta Sánchez, te miro también a chi, para transformarla en la ch, consonante africada postalveolar sorda. Un saludo desde aquí a mi profesora de fonética y fonología de la facultad.

Sé que ya hay demasiadas causas justas por las que dejarse la piel, pero no podemos abandonar a su suerte a la vigesimoprimera letra del alfabeto español. Iba a apelar a la letra T de la RAE para que sea su paladín, pero acabo de comprobar que es Arturo Pérez-Reverte, con lo cual mejor estoy calladita un rato.

La última gala antes de la final fue un festival a mayor gloria del propio programa, algo que ha sucedido demasiadas veces en esta edición y empezó con una Chenoa elegantísima y emocionadísima, lo primero a veces es sorprendente, pero lo segundo casi nunca, y dos horas por delante cuyo único intrigulis era avieriguar si quien llegaría a la final sería Tinho o Guillo Rist.

Rist interpretó Say My Name de David Guetta, Bebe Rexha y J Balvin ataviado como alguien que quiere tener muchísima suerte en Nochevieja y, como siempre, con energía y profesionalidad. Dio exactamente lo que se esperaba de él. Tinho, por su parte, escogió Palabra prohibida de Samurai porque ya tiene claro que es por ahí por donde quiere llevar su carrera. El gallego dio muestras de su evolución y todavía podrá evolucionar una semana más, ya que se plantó en la final por un margen bastante holgado, un sesenta por ciento de los votos. Guillo no pareció demasiado decepcionado; sabe que su lugar está en los musicales y estamos en un momento dulce para ellos. De hecho, ya que TVE prepara un programa sobre ópera con Juanjo Bona, no sería mala idea otro sobre musicales con Guillo. Dejo aquí mi idea para TVE, desinteresadamente.

Olivia y Claudia Arenas se metieron en la piel de las Baccara para cantar Yes sir, I can boogie, su mayor éxito junto a Sorry, I’m A Lady y el Parlez-vous français? con el que Mayte Mateos y María Mendiola —que así se llamaban realmente, pero el exotismo vendía tanto como ahora— representaron a Luxemburgo en el Festival de Eurovisión de 1977.

Introduzco este dato un poco aleatorio para enlazar uno de los escasos momentos en los que la organización dejó que los concursantes supiesen algo del exterior. Y la encargada de dar la primicia fue Inés Hernand, que en calidad de presentadora del Benidorm Fest informó a los concursantes de que en 2026 España no participaría en Eurovisión. No es una noticia esencial, ya que ahora el concurso no está vinculado a TVE y no implica participar en el festival, pero quizá trataban de buscar reacciones, polémica, titulares. Poco hubo más allá de un “Me parece magnífico. Supongo que es por la movida de Israel”, de Tinho. “La movida de Israel”, a ver cómo se resume mejor un conflicto que se perpetúa desde el final del imperio otomano. El gallego y Cristina fueron los que más aplaudieron la decisión de TVE, pero si alguien esperaba grandes reflexiones, se habrá sentido decepcionado; esta no es la edición de Alba Reche, Natalia Lacunza y María Escarmiento. Y aprovecho esta ventana al mundo para sugerir a TVE que, ya que no hay Eurovisión, haría bien en recuperar aquella OTI en la que tuvimos grandes éxitos y mejores canciones como Bravo Samurai o Latino.

En una remozada OTI veo triunfando a Guille Toledano, que en modo crooner latino hizo una de sus mejores actuaciones gracias a Tengo todo excepto a ti de Luis Miguel. Toledano es fiabilidad, pero ¿emociona? Es un justo finalista, no lo discuto, pero ¿alguien lo ve como ganador? Como ganador de la OTI; sí, desde luego. Más dinámica fue la interpretación de Mamma Knows Best de Jessie J de Cristina, primera y última favorita del concurso, que cantó como quien toca con sus deditos el título de ganadora. Si nadie dudaba de que Cristina iba a estar en la final, sí sorprende que esté ahí Claudia, que ayer interpretó El cielo de Tini. Hay concursantes expulsados hace semanas muy superiores vocalmente, pero ella tiene algo que engancha a una buena parte del público y de esto va este negocio.

A Olivia volvieron a darle una canción de ganadora, que era a su vez un caramelo envenenado porque Tengo un pensamiento, uno de esos temas que te los cantan mirándote a los ojos y vas a buscar el certificado de nacimiento para casarte en el ayuntamiento más cercano, es como Excalibur o el Mjölnir de Thor, no le puede meter mano cualquiera, pide algo más que una buena voz, pide algo que ahora mismo solo tiene Amaia.

La navarra y Aitana visitaron la Academia esta semana, derrocharon carisma y nos recordaron que lloramos por la edición de 2017 por algo. Como son incapaces de no dar contenido, hablaron de la envidia mutua que sintieron porque una era la guay y la otra un producto, y como hoy no puedo parar de crear, mientras las escuchaba, imaginaba una serie para Prime Video, una suerte de Ponte en mi lugar en el que intercambiasen sus vidas. Vale, no es muy original, pero tampoco El verano en que me enamoré y ahí está enriqueciendo a la plataforma. La visita prometía y cumplió.

Si tuviese que elegir mis 10 momentos favoritos de esta edición, uno sería Aitana cantando Superestrella con Amaia al piano. Y como esta semana OT cantaba a OT, además de escuchar el Mariposas, de Aitana y Sangiovanni, que bordaron Guille y Cristina, la estrella invitada fue otra ex-OT, en este caso Edurne, que cantó Santa Claus llegó a la ciudad. Un hit que desde 1932 ha seducido lo mismo a Bing Crosby que a los BTS. Muy a favor de dar el pistoletazo de salida a los fastos navideños durante el puente de diciembre y no caer en el salvajismo de adelantarlo casi a octubre. Hay un tiempo para todo y esta semana toca elegir al ganador de esta edición tan irregular y descafeinada como impredecible ¿Quién se alzará con la victoria final?