La pesadilla a una hora de ‘Gran Hermano’
Me he acordado de ‘Ácido sulfúrico’ y de ‘Dead Set’ cuando he visto a unos activistas irrumpir en el plató de ‘HaAh HaGadol 15′, el ‘Gran Hermano’ israelí


En 2005 Amélie Nothomb publicó Ácido sulfúrico, una de sus novelas más conocidas, en la que narra los avatares de un reality show titulado Concentración, que recrea un campo de concentración en el que sus participantes, elegidos y secuestrados al azar, están divididos entre presos y kapos. Cada semana los espectadores, desde sus casas, pueden elegir quién deberá ser eliminado, solo que en este caso, la eliminación no es solo del concurso, también de la vida.
Tres años más tarde, en 2008, se estrenó en el canal E4 británico Dead Set, la miniserie creada por Charlie Brooker tres años antes de Black Mirror. La premisa de Dead Set es descacharrante y terrorífica a partes iguales: una plaga zombi invade el Reino Unido y los únicos que viven aislados de ella son los concursantes de Gran Hermano.
Me he acordado de estas dos ficciones cuando he visto a unos activistas irrumpir en el plató de HaAh HaGadol 15, el Gran Hermano israelí. Son miembros de Standing Together, una asociación israelí pro Palestina. En sus redes sociales emitieron un comunicado posterior: “Interrumpimos la emisión en directo de Gran Hermano Israel anoche para pedir el cese de la aniquilación en Gaza y el abandono de los rehenes. Porque solo a una hora de los estudios de televisión los palestinos están siendo bombardeados, desplazados, están muriendo de hambre y los rehenes han sido abandonados, todo por el plan mesiánico de ocupación en Gaza de nuestro gobierno. Tenemos que parar esta catástrofe”.
Los concursantes, esta vez, no viven ajenos a lo que está ocurriendo, pues llevan en la casa desde finales de mayo. Mientras tanto, los demás estamos asistiendo, a través de nuestros móviles, a otro Gran Hermano, inhumano y sádico. Por suerte, no elegimos quién muere y la mayoría lo contemplamos con horror. Por desgracia tampoco podemos elegir que vivan. Y por si vemos demasiado, de vez en cuando se encargan de asesinar a periodistas de la zona, los últimos cinco, el pasado domingo. Van al menos 242 según la ONU.
En la casa de HaAh HaGadol leo que este año hay una novedad: cada cierto tiempo suena una alarma en su interior. Entonces los concursantes tienen que quedarse congelados y reciben una visita de un antiguo compañero. ¿Serán sirenas como las que han sonado en Jerusalén y Tel Aviv? Lo que sé con certeza es que no son como las de Gaza, porque en Gaza no tienen.
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