De ‘La familia de la tele’ a ‘Adolescencia’: éxitos y fracasos de la temporada televisiva
Analizamos qué series o programas de entretenimiento en televisiones tradicionales y plataformas han triunfado y cuáles han dado un disgusto a sus responsables

El curso acaba y deja paso a un verano convulso en lo informativo. En la televisión hace tiempo que no es una época aburrida, de apuestas a medio gas: las plataformas acabaron con eso y la lista de las mejores ficciones de julio y agosto así lo demuestra. Sin embargo, si analizamos lo acontecido en los últimos meses en la pequeña pantalla nos encontramos con sorpresas agradables (Adolescencia o The Pitt, La revuelta o Cifras y letras) y grandes descalabros (La familia de la tele o Babylon Show, ¿alguien se acuerda?) y otros fracasos más discretos.
Esta es una selección de los más destacados.
Éxitos
Adolescencia. Es sin duda el fenómeno de la temporada en cuanto a series. Una que no solo se ha visto mucho (al contrario que otras de las que se hablan, pero que no se ven) y que, además, ha dado para conversaciones en colegios, congresos y diversas asociaciones. Una serie que ha asustado a los padres y que ha puesto sobre la mesa diálogos importantes como los de las redes sociales, los incels, el machismo entre adolescentes, la violencia o el control parental. Y con esa fórmula tan simple pero rompedora, esta perla británica de Jack Thorne y Stephen Graham ha logrado superar a Stranger Things y convertirse en la tercera serie más vista de la historia de Netflix. Ah, y todavía flipamos con sus planos secuencias, aunque nos pusiéramos intensos de más.
La revuelta. Quizás Broncano ya no brille tanto como al principio de la temporada, cuando dio la sorpresa llegando a superar a El hormiguero. Eso era algo que nadie esperaba. Pero el formato heredado por La 1 desde Movistar+ se ha mantenido con dignidad en el access prime time. Vale, quizás no lidere, pero raro es el día que no supera la media de la cadena pública. Sus caras, además, comienzan a prodigarse por la corporación pública, desde liderar las campanadas a la llegada de Lalachus al Grand Prix. Pablo Motos, nadie lo puede negar, sigue siendo el rey, marcando lo más visto diariamente en toda la televisión, pero la llegada de Broncano ha hecho más divertida esta batalla. Si hay un consejo que se le puede dar al equipo de Broncano es que no pueden quedarse dormidos en los laureles, que el formato tiene que ir cambiando y sorprendiendo a la audiencia. Si no, les pesará el estancamiento.

Tu cara me suena. Después de 12 ediciones, el talent show estrella de Antena 3 es uno de los pocos programas de la televisión actual que puede decir que nunca baja del 20% de cuota de pantalla. Eso es un hito casi imposible hoy. Esta temporada, además, este formato blanco y familiar ha tenido su dosis de polémica a través de las protestas de Yenesi y la buena suerte al elegir personajes como Bertín Osborne, quizás logrando atraer incluso a nuevo público. Lo que queda claro es que este espacio sigue tan vivo como siempre sin imitar lo que hacen los demás, triunfando tanto en la televisión tradicional como en las redes. Normal que Carlos Latre eche de menos su éxito.

Los deportes/ El fútbol. TVE sabe que el fútbol es un filón de audiencia. Si en julio de 2024, la victoria de la selección española en la Eurocopa rozó el 80% de cuota en La 1, con más de 13.000 millones de espectadores, una competición menor como la Liga de las Naciones le dio este año el liderazgo de audiencia: ocho millones de espectadores (hasta nueve millones en la prórroga) y 54,1% de cuota para la emisión más vista de la temporada. TVE aprovechó el efecto arrastre y el Telediario 2, emitido en el descanso, lideró, con más de 7,3 millones y 50,1%, su máximo de temporada. No son los únicos: con el Mundial de Clubes, Telecinco ha conseguido emular el éxito de la televisión pública. Algunos partidos de esta semana han tenido una cuota superior al 20% (el doble de la media de la cadena).

La Promesa. En noviembre de 2024, una serie de ficción española (y otra documental) ganó un Emmy Internacional. La Promesa se alzó con la estatuilla a la mejor telenovela en los premios que concede la Academia Internacional de las Artes y las Ciencias de la Televisión. Esta producción de RTVE y Bambú es uno de los grandes baluartes de la parrilla de La 1 y el centro de su programación de tarde. Ha sido una temporada agitada para la serie, que ha sufrido vaivenes en su horario por los terremotos de la parrilla vespertina de La 1 y la muerte (en la ficción) de su protagonista, que dio para mucho debate e incluso provocó la indignación de sus seguidores. La serie incluso cuenta ahora con una prolongación, El club de La Promesa, un espacio en el que se analiza su contenido desde diferentes ópticas.

Eurovisión. Sabor agridulce dejó esta edición del festival en el que España quedó en antepenúltima posición. Un certamen marcado por la polémica presencia de Israel, cada año más contestada, que estuvo a punto de ganar aupado por el televoto. A pesar de todo esto, o quizás por ello, TVE puede encajarlo en la casilla de los éxitos: un 50% de cuota de pantalla para la final. Un total de 5.884.000 espectadores siguieron la victoria del austriaco JJ en la noche del sábado 17 de mayo. La cuota creció hasta el 59,7% durante las votaciones. Es un millón de espectadores más que el año pasado, cuando el dato fue de 4.886.000 televidentes y un 41,8%. Es el mejor dato desde 2022, cuando Chanel quedó tercera y la cuota rozó el 60%.

La isla de las tentaciones y Supervivientes. El fenómeno Montoya y las playas paradisíacas son el denominador común de los dos programas con mayor seguimiento entre los jóvenes de la temporada y los dos que todavía le dan buenos resultados —incluso muy buenos— a Telecinco. La octava edición de La isla de las tentaciones tuvo la mejor audiencia media desde la tercera entrega, con un 16,8% de cuota. Incluso generó el mayor meme televisivo internacional que se recuerda, el icónico “Montoya, por favor”. Supervivientes es otro transatlántico a prueba de bombas que en su edición de 2025 (en la que han participado el trío protagonista de La isla: Montoya, Anita y Manuel) ha obtenido un 21,7% de cuota media en su gala principal de los jueves, un dato impresionante en la tele de hoy y más en un canal como Telecinco, que no pasa sus mejores momentos.

Separación. La segunda temporada de la serie creada por Dan Erickson y dirigida por Ben Stiller confirma las esencias y las virtudes de esta distopía empresarial como el gran retrato ficcional de nuestro tiempo. Una fábula sobre el capitalismo, una reflexión ética sobre el yo y la personalidad y, ante todo, una serie que se devora a ritmo de thriller y que se sustenta en una excelente apuesta interpretativa (Britt Lower, Adam Scott, Patricia Arquette…) y estética. Apple TV+ encuentra así un éxito de crítica y público que no vivía desde Ted Lasso. Queda por ver cuál es su deriva en una tercera temporada ya confirmada.
Lea la crítica de la segunda temporada aquí
Reacher. La televisión de padres es una de las grandes triunfadoras de las plataformas, y, aunque quizás series como esta pasen más desapercibidas en cuanto a reflejo mediático, siempre acaban en lo alto de las audiencias. Reacher no solo ha reinventado al héroe de las novelas de Lee Child, sino que se ha convertido en un fenómeno de los tortazos, coronada, según Nielsen, como la serie original de plataformas más vista en EE UU en lo que llevamos de 2025. Prime Video, en concreto, ha convertido este género en franquicia, con The Terminal List, Jack Ryan o Cross como algunos de los muchos ejemplos para competir con el universo de Taylor Sheridan, con el que comparte público.
The Pitt. Las series de médicos son, junto a las de policías, de las más visitadas por productores, cadenas y plataformas. No siempre con acierto. La proliferación tiende a la uniformación y el cliché y no es fácil encontrarse con algo especial. Por eso es de celebrar esta serie que Max estrenó en 2025 a ritmo de un capítulo semanal. Una sala de urgencias en un hospital de Pittsburgh, una hora de un turno de guardia por capítulo, acción, dolor, algo de humor, mucho drama y la historia personal de los profesionales que allí trabajan. Una narración clásica con un ritmo impecable, sobre todo en los picos de acción, e interpretaciones sobresalientes. Televisión de toda la vida puesta al servicio del prestigio de las plataformas.
Malas lenguas y Cifras y letras en La 2. La segunda cadena de TVE trata constantemente de reivindicarse como la alternativa cultural y reposada. El gran rendimiento histórico de Saber y ganar sirvió de inspiración para tratar de crear otra cita diaria en torno a un concurso. El elegido fue Cifras y letras, que aunque arrancó en enero de 2024, ha sido en esta temporada cuando se ha asentado y ha disparado su audiencia hasta lograr en mayo su máximo histórico, un 5,8% de cuota, casi el doble que la media de la cadena. Más reciente es el estreno de Malas lenguas, el programa conducido por Jesús Cintora que se emite en las tardes de La 2. Su buen resultado (ha llegado a alcanzar el 6% de cuota) ha hecho que incluso haya saltado a La 1 para cubrir uno de los huecos que ha dejado La familia de la tele.
Fracasos
Babylon show. Mediaset ya había probado antes con dar un programa propio a Carlos Latre. No funcionó con Latrelevisión, ni con El mundo de Chema o Réplica, y tampoco lo ha hecho con Babylon show. Quizás como mejor funcione el imitador es como parte de un todo. Su programa, que no supo encontrar un tono propio en las casi dos semanas que estuvo en antena, fue la gran víctima de la lucha entre Broncano y Motos, pero también una consecuencia directa de la desastrosa búsqueda de personalidad de Telecinco. El problema es que no sabía qué programa quería ser, ni tuvo tiempo para lograrlo. Los colaboradores no funcionaban, y los chistes estaban por pulir. Y, al final, claro, solo podían hablar de los realities de la cadena.

La familia de la tele. Era la gran esperanza de La 1 en su transformación hacia una tele enfocada en el entretenimiento. José Pablo López lo apostó todo a transformar las tardes con el equipo de Sálvame y su tono, pero querían mezclarlo con consejos, actualidad, sucesos… Y todo salió mal. Muy mal, de hecho. Las audiencias no fueron halagüeñas ya desde su cacareado estreno (retrasado en dos ocasiones por la actualidad), y solo fueron bajando. Pero el contenido tampoco ayudó. Ni los colaboradores estaban cómodos, ni casaban los temas. Eso llevó a cambios constantes de formato, horarios (dividirlo en dos con las series diarias de por medio no resultó buena idea), colaboradores… y todo en el mes y medio que ha durado el experimento. Su productora, eso sí, ha logrado dos formatos de éxito en TVE: Malas lenguas y El club de La Promesa. No todo iba a ser el desastre.
Lee la anatomía de los 32 programas desde dentro.
Las series españolas en prime time de La 1. No es buen momento, en general, para la ficción española en horario de máxima audiencia. Mientras que las series diarias han encontrado su hueco tanto en Antena 3 como en La 1, las que se programan por la noche no funcionan igual. El espectador se ha acostumbrado a verlas en plataformas cuando quiere y al ritmo que desea, y ahora es más difícil que nunca hacer que vuelva semana tras semana. La 1 lo ha intentado esta temporada con varios títulos, desde Las abogadas hasta Asuntos internos, Detective Touré o, más recientemente, Weiss & Morales. Ninguno ha funcionado bien de audiencia y a ninguno lo ha tratado especialmente bien la televisión pública, que no parece que tenga en la ficción su prioridad. Si no, que se lo pregunten a Ena, anunciada para esta temporada y que todavía está esperando su turno. O a La frontera, que se anunció incluso con fecha de estreno y se suspendió poco después (aunque Prime sí la tiene en su catálogo).
Los informativos de Telecinco. La temporada pasada, el canal de Mediaset hizo una renovada apuesta por sus informativos, con nuevo director de Informativos, Francisco Moreno, y el fichaje de Carlos Franganillo para la edición nocturna. Sin embargo, los noticieros de Telecinco no consiguen levantar cabeza y están en tercera posición, con Antena 3 líderes y La 1 en segundo lugar. Para hacerse una idea de sus datos de audiencia, tomamos el primer mes completo de la temporada y el último del que hay datos: en octubre, obtuvieron un 9,8% de cuota media; en mayo se quedaron en el 9,2%.

Series de Marvel y Star Wars. Lo han intentado mucho. Hasta demasiado, pero Disney+ no acaba de dar con la tecla del éxito con sus numerosas producciones de Star Wars y Marvel. La verdad es que han salido cosas interesantes. Andor es de lo mejor que se ha producido este año, y Agatha, ¿quién si no? es muy disfrutable. Pero ya es un hecho que gastarse tanto dinero en tantas producciones televisivas ha sido un fracaso, y ha confundido y alejado a la audiencia a la que ya no le interesa si se estrena Ironheart, Tripulación perdida y ni siquiera Daredevil. El plan ya está replanteado, y el daño a las marcas, hecho. Tantas series al año no era la solución.
El gran premio de la cocina. No ha sido una buena temporada para replicar el éxito de Masterchef con talent shows de cocina que presentan leves cambios al formato estrella. Ni funcionó en Telecinco la competición culinaria Next Level Chef ni funcionó este formato en la franja matinal presentado por Lydia Bosch y Germán González. Tras un mes en emisión fue sustituido por Mañaneros, y, por suerte para TVE, poco a poco han convertido el matinal de Adela González en un buque insignia para la cadena. Porque todos sabemos que el único rey cocinero de las mañanas es Karlos Arguiñano.

López y Leal contra el canal. A veces parece que a Antena 3, todo le funciona desde hace años. Pero también ha habido tropezones esta temporada, como este en el que unieron a tres de las caras visibles del grupo (Iñaki López, Roberto Leal y Eva González) para hacer todo tipo de retos. Aunque se estrenó con un 13,3% de cuota, se despidió por la puerta de atrás con solo el 7,8%. Otro formato extranjero que no funcionó en una televisión que no quiere demasiadas propuestas novedosas.

El salto de Ana Rosa a las tardes - La reconversión de Telecinco. Dos años después de la adopción de un código ético que iba a cambiar la cadena de Mediaset, y que tenía, incluso, un capítulo especial para los realities, el buque insignia de Telecinco sigue siendo Supervivientes. En ese cambio de rumbo, que todavía no ha enderezado los datos de la cadena y que acabó, por ejemplo, con Sálvame, Ana Rosa Quintana se pasó a la tarde. Sin embargo, en febrero volvió a la mañana, una franja que había dominado durante 20 años y donde desde entonces lidera, pero no siempre, y ha perdido su preeminencia. Eso sí, sus datos siguen en torno a cuatro puntos porcentuales por encima de la media de la cadena.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
- Televisión
- Series acción
- Series drama
- Series españolas
- Programas cocina
- Programas concursos
- Carlos Franganillo
- Netflix
- Plataformas digitales
- Ana Rosa Quintana
- La Revuelta
- David Broncano
- Tu cara me suena
- Telecinco
- La 1
- TVE
- La 2
- La Promesa
- RTVE
- La isla de las tentaciones
- Supervivientes
- Apple TV+
- Amazon Prime Video
- Max
- Carlos Latre
- La familia de la tele
- Star Wars
- Mediaset
- Antena 3