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Plataformas digitales
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Ojo: peligro para la alta calidad en el mundo audiovisual hispano

El error de Warner al diluir hace dos años HBO en la vulgar Max puede crear una tendencia preocupante a nivel hispano con los últimos cambios en Movistar+ y la salida de Domingo Corral, tras su asombrosa trayectoria en la plataforma

Rodrigo Sorogoyen rodando un plano secuencia de la serie 'Antidisturbios', de Movistar Plus+.
Jesús Ruiz Mantilla

Hace dos años, Warner Bros anunciaba una metamorfosis macarra en el mundo de las plataformas audiovisuales. HBO, su marca de referencia en calidad, las siglas bajo las cuales se había cambiado la historia de la televisión para siempre en términos de series y ficción audiovisual o documentales, se diluía en otra llamada Max. Poco tardamos los fanáticos seguidores de la anterior en darnos cuenta del crimen y dejar de pagar las cuotas que religiosamente soltábamos cada mes para ver y volver a ver como rituales de iniciación y repetición continuos Los Soprano, Juego de tronos, A dos metros bajo tierra, Boardwalk Empire, The Wire o cualquier invento que saliera de la cabeza de su creador, David Simon

Son títulos que cambiaron las reglas de la creación televisiva para siempre y que colocaron un listón propicio para competir por la excelencia. Esa apuesta creó una dinámica mediante la cual AMC u otras marcas de la competencia aceptaban el envite y a veces hasta lo superaban con obras de la categoría de Mad Men o Breaking Bad, e incluso obligaron a la masiva Netflix a embarcarse en obras fundamentales como The Crown para ingresar en esa liga, aunque fuera de refilón.

Cuestión de dinámicas, repito. De contagio, pero por arriba, en la categoría del arte, no del mero entretenimiento. Precisamente eso, crear un catálogo en consonancia con puras obras de arte que marcaran escuela y emularan las grandes novelas del XIX y el XX, con la suficiente potencia creativa como para ser imitadas guiaba los propósitos de los responsables de HBO incluso cuando pudieron producir en España y apostaron por la fresquísima y sensual Foodie Love, de Isabel Coixet o la fundamental Patria, de Aitor Gabilondo, basada en la novela de Fernando Aramburu. Su brillantez, su audacia, aquella impronta, el riesgo constante deslumbraron a las generaciones coetáneas y a las venideras que soñaban con dedicarse al oficio en el futuro.

James Gandolfini y Drea De Matteo, en 'Los Soprano'.

Pero aquel Olimpo fue arrasado y ahora es una ruina con mínimos y discutibles destellos, caso de un éxito reciente en su lista como The White Lotus. Una serie, vale, para quien le guste, pero que, ni por asomo alcanza el nivel de sus clásicos. La decadencia y el desprecio de lógicas mercantiles impuestas sobre el arte la han humillado, sobre todo, y la han obligado a seguir un rastro pordiosero de saldo que podemos encontrar por cualquier esquina y no en un lugar concreto y con nombre propio dentro de una plataforma de referencia.

Aquella maravilla —ojalá que no irrepetible— caló hondo en el mundo de la ficción hispana. Y dentro de España, la antigua Canal+ —hoy Movistar+—, cuando Álex Martínez Roig era responsable de contenidos, comenzó a recorrer esa senda mediante un primer título que marcó un antes y un después: Crematorio, la adaptación de la novela de Rafael Chirbes, que firmaron los hermanos Jorge y Alberto Sánchez-Cabezudo. Hoy es un clásico y un referente. Además, no se convirtió en una excepción, sino en la norma mediante la cual aquella marca apostaba radicalmente por las obras de alta calidad.

A Martínez Roig le sustituyó en el cargo Domingo Corral y este, fiel a los pasos de la etapa anterior, multiplicó la oferta de asombrosa factura y fue reclutando a varios de los mejores talentos del cine español para producirles tanto series como películas. Corral era un cinéfilo dispuesto a cumplir una misión personal. Quería, dentro de lo posible, seguir los mandatos del arte dentro de las lógicas de un negocio en pleno boom de la ficción. Fue cauto, discreto, pero genuinamente decidido. Pronto nadie lo pudo parar en sus apuestas, donde primaba un constante riesgo. Tenía sus poderosas razones, aliadas con una sensibilidad labrada en años de cineclubs frente a todo tipo de pantallas y las aplicó. Una sobresaliente división de los mejores talentos se apuntaron a su carro y le siguieron. Ejerció un liderazgo carismático y fuertes capacidades para la seducción con las que hacer posibles grandes y arriesgados proyectos.

Despido de Movistar+ Domingo Corral

El reguero de títulos de referencia y nombres que, bien se han aliado ya desde su prestigio o se han consagrado gracias a su apoyo, ha sido ingente. En sus inicios dentro de la plataforma, se embarcó junto a Alberto Rodríguez en La peste. La alianza entre Corral y el director de La isla mínima o Modelo 77 no ha cesado. De hecho, 2025 será el año en que se espera el estreno de Anatomía de un instante, la obra maestra de Javier Cercas sobre el 23-F que está adaptando el director andaluz para serie y de su nueva película: Los tigres. Lo de La peste fue una apuesta conjunta en la que el productor se jugó a fondo su futuro, pero que salió bien. La crítica aclamó y consiguieron el objetivo entonces: que un público aún despistado en sus apuestas para fidelizarse a las nacientes plataformas, se decidiera por Movistar+ con argumentos que van más allá del poder del fútbol.

El éxito de La peste lo reforzó y con el tiempo se convirtió en responsable de ficción y entretenimiento en 2023. Esa confianza le vino tras resultados indiscutibles por apuestas en la ficción que le han valido a él y a los creadores millones de fieles y multitud de premios. La lista es tremenda. Marca un hito, algo que se ha convertido en absoluta referencia en el contexto hispano con títulos que han entrado en las listas de lo mejor en series y en películas.

Por dar cuenta, aparte de su complicidad con creadores como Rodrigo Sorogoyen o Alauda Ruiz de Azúa —con quienes se han embarcado en tres obras magistrales como Antidisturbios, Los años nuevos o As bestas por parte del primero y en Querer, caso de la segunda y a quienes ha apoyado para sus próximos proyectos—, Alejandro Amenábar, a quien produjo tanto su serie La Fortuna, como la película Mientras dure la guerra, Enrique Urbizu, con quien se alió para Gigantes y Libertad, Mariano Barroso con La línea invisible y El día de mañana, los dramas y thrillers perfectamente armados de Fran Araujo y Pepe Coria con series como Rapa, Apagón, La canción —por estrenar—, La unidad y Marbella, de Dani de la Torre y Alberto Marini o la poderosa El inmortal, de José Manuel Lorenzo... Todo esto, más y, además, punto y aparte, la temeraria pero increíblemente valiente apuesta que hizo por Los Javis y ese órdago inclasificable y radical llamado La Mesías.

Carmen Machi (en el centro), en una imagen de 'La mesías'.

Si en esos géneros —algunos sin que se haya inventado todavía una palabra que los defina, caso de La Mesías han creado escuela, también en comedia ha apostado por nuevas vías como hizo en Arde Madrid, de Paco León y Anna R. Costa, la insólita Vergüenza, de Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero a los que también se suma Sentimos las molestias, el salto a este género de cómicos como Berto Romero con Mira lo que has hecho, originales experimentos narrativos en clave de humor como Poquita fe, de Juan Maidagán y Pepón Montero, o la corrosiva Bellas artes, firmada por los argentinos siempre vitriólicos y brillantes Gastón Duprat y Mariano Cohn.

Esto, solo en ficción. Podríamos sumar documentales, programas de entretenimiento como la última etapa de La resistencia, a manos de David Broncano. A ver si eso no es marcar tendencia. Todos ellos se convierten en argumentos para intentar entender cómo será el nuevo rumbo de la plataforma si se permite el lujo de prescindir de un productor que, como mínimo, ha revolucionado en España el sector audiovisual. Duro se presenta el panorama para quienes le sucedan. Con confirmar lo que ha dejado su antecesor en marcha, lo tienen fácil. Pero pronto deben dar muestras al menos de una audacia y una capacidad de riesgo similar para que a los humildes suscriptores nos siga mereciendo la pena pagar la cuota. En cuanto a Corral, seguro que no le faltará trabajo.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.
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