Lo trans y los ‘chemtrails’ del feminismo
A quien se obstina en desacreditar a las que históricamente fueron compañeras recomiendo ‘El viaje de Carla’; ‘Manolita, la Chen de Arcos’ o ‘La vida y la muerte de Marsha P. Johnson’, historias de mujeres valientes a las que el feminismo en el que me crié acogió orgulloso

Como el domingo imagino a Rajoy más pendiente del Tour que de las urnas, no me sorprende que considere que no hay nadie en todo este universo que un rapto metafísico de Zapatero nos ha recordado infinito a quien importe las leyes trans y de bienestar animal. Hay una serie en las andanzas electorales de este dúo.
La ley trans importa tanto que ha desencadenado una guerra cultural entre feministas en la que perderemos todas. Para denostarla personas que presumía sensatas apelan al grandilocuente “borrado de las mujeres”, como si pudiese eliminarnos una goma de Milán. Dice poco de nosotras que siendo la mitad de la población temamos que nos anule un 0,4% que en medio mundo está condenado a muerte y en el otro medio a vivir con miedo. Nuestros derechos peligran, pero hay que tener la brújula moral escacharrada para considerar que los amenaza Elizabeth Duval y no quienes la consideran “enferma crónica”, las personas trans y no la deriva ultraconservadora.
El “borrado de las mujeres” son los chemtrails del feminismo, una música que ya escuchamos cuando el matrimonio homosexual iba a destruir la familia tradicional. La historia rebosa mujeres silenciadas y no por el “delirio queer” sino por hombres temerosos de que les moviesen la silla. A quien se obstina en desacreditar a las que históricamente fueron compañeras recomendaría El viaje de Carla; Manolita, la Chen de Arcos o La vida y la muerte de Marsha P. Johnson, historias reales de mujeres valientes a las que el feminismo en el que me crie acogió orgulloso. Me niego a que incidentes anecdóticos fruto del posmodernismo mal entendido y esa fosa séptica que son las redes sociales nos hagan olvidarlo.
A las mujeres sólo se nos podrá borrar con nuestra colaboración, cruzarse de brazos ante la verdadera amenaza allanará el camino.
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