He probado un disco duro que parece de película: si metes 15 veces mal la contraseña, la información ‘se autodestruye’
Además de cifrar siempre los archivos por software, hay una opción más segura: hacerlo por hardware


Archivos del trabajo, documentación personal, recuerdos en forma de fotografías y vídeos… En la actualidad almacenamos todo tipo de documentos en nuestros ordenadores y dispositivos, y no siempre de forma segura; algo que puede tener consecuencias incluso legales si alguien accede sin autorización a toda esta información. Además de cifrar siempre los archivos por software, hay una opción más segura: hacerlo por hardware. Es decir, utilizar discos duros con encriptación incorporada en el propio dispositivo: un teclado para meter la clave, un lector de huellas…
Pese a lo que pudiera parecer a simple vista, es algo sencillísimo de utilizar. Lo he probado con el Kingston Ironkey Valult Privacy 80ES, un disco externo de tipo SSD con una amplia pantalla táctil que centraliza sus funciones.
Lo primero: crear la contraseña
Al conectar el disco al ordenador por USB por primera vez se encendió su pantalla, donde elegí el idioma y la contraseña para poder acceder al contenido. Así, cada vez que lo vuelves a conectar, no se abre la carpeta con los archivos en el ordenador hasta que no se ha introducido correctamente la contraseña elegida. Tan fácil como eso.
Es cierto que tiene algunas posibilidades más, como configurar usuarios y contraseñas adicionales, o utilizar frases completas en lugar de códigos numéricos como clave. Pero sin duda la que más llama la atención es una propia de las películas tipo James Bond: un sistema de protección contra ataques de fuerza bruta que borra todos los datos si se introduce mal la contraseña cierto número de veces —se puede elegir entre 15 y 30—. Esto implica que, si se olvida la contraseña, no hay ninguna forma de acceder a los archivos. Por eso, el fabricante recomienda configurar dos (una para administrador y otra de usuario).
¿Qué beneficios tiene esto? El más importante es que se consigue mucha mayor seguridad, por lo que es un sistema ideal para personas que trabajen con información sensible. Al ser un proceso independiente del sistema operativo, es mucho más difícil de sortear por ataques de software o malware, y la clave de encriptación nunca sale del chip, protegiéndola de forma robusta.
Adicionalmente, dado que la encriptación se realiza en el dispositivo, no se consumen recursos del ordenador, y no se ralentiza el sistema al abrir los archivos almacenados o copiar nuevos.
Las alternativas
Pese a que no es fácil encontrar discos duros con cifrado por hardware de este tipo, sí hay algunas alternativas interesantes. Por ejemplo, el Verbatim Store ‘n’ Go tiene un funcionamiento muy similar, aunque en este caso opta por un teclado físico en el que introducir contraseñas numéricas de hasta 12 dígitos. Como peculiaridad, destaca que además de con ordenadores también puede utilizarse con el televisor.
SanDisk Professional G-DRIVE ArmorLock SSD, por otro lado, prescinde de teclados y pantallas, pero utiliza una app móvil para desbloquear el disco a través de biometría —se puede usar la huella o el reconocimiento facial—. Además, permite ver quién y cuándo ha accedido al disco e, incluso, consultar en un mapa dónde se utilizó por última vez. Es un modo de uso similar al que propone LaCie Rugged Secure, aunque en este caso todo se gestiona a través de un programa para el ordenador que gestiona esa protección por hardware.
La característica que más me ha llamado la atención es que con esa herramienta se puede crear una carpeta duplicada en el PC o Mac que se sincroniza con el disco: cada vez que se añade, edita o eliminan archivos en una carpeta, actualizará automáticamente la otra carpeta con los cambios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.