16 hospitalizados en Baleares por una intoxicación de vitamina D causada por un suplemento dietético
Las dosis de la sustancia en el producto eran mucho mayores a las recogidas en el etiquetado por un error de fabricación, según las primeras investigaciones


Un total de 16 personas han requerido atención hospitalaria en las Islas Baleares desde el pasado mes de mayo por una sobredosis de vitamina D causada por un suplemento dietético que, debido a un error de fabricación, contenía una cantidad mucho mayor de esta sustancia que la recogida en el etiquetado.
Así lo han confirmado a EL PAÍS fuentes sanitarias de la comunidad autónoma. Estas explican que los primeros intoxicados empezaron a requerir asistencia médica hace unos dos meses tras desarrollar los síntomas iniciales característicos, principalmente dolor abdominal, náuseas, vómitos y malestar, entre otros.
Emilio Salgado, médico especialista de la Unidad de Toxicología del Servicio de Urgencias del Hospital Clínic (Barcelona), explica que “las complicaciones más graves de las intoxicaciones por vitamina D están relacionadas con la hipercalcemia, que son niveles excesivos de este elemento en sangre y que causan insuficiencia renal y también arritmias, entre otros problemas cardíacos”.
Según el gobierno balear, “las intoxicaciones se han producido en personas sanas, que consumían productos multivitamínicos adquiridos por internet, sin control farmacéutico”, aunque alguno de los afectados ha informado a EL PAÍS que los suplementos también podían comprarse en tiendas de alimentación para deportistas.
Han sido las investigaciones epidemiológicas llevadas a cabo a medida que crecía el número de ingresos —la mayoría de ellos en los hospitales Son Llàtzer y Son Espases—las que han permitido identificar el origen de las sobredosis. Esta ha sido el lote 251268 de la presentación de 90 cápsulas del producto Advanced Vitamin X, comercializado bajo la marca Erix Elite Sport.

Técnicos de Seguridad Alimentaria de Baleares “han realizado una inspección en la sede del distribuidor con toma de muestras e inmovilización de todo el producto existente”, ha informado la consejería de Salud de la comunidad autónoma.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) lanzó el pasado jueves una primera alerta sobre el problema de salud pública en el que, sin especificar el número de afectados, informaba de que “la distribución inicial [del lote] ha sido a la comunidad autónoma de Islas Baleares, si bien no es descartable que puedan existir redistribuciones a otras comunidades autónomas”.
La comunicación añadía que “se recomienda a las personas que tengan en su domicilio productos afectados por esta alerta se abstengan de consumirlos”. Por esta razón, explican fuentes sanitarias, no se descarta que pueda producirse algún nuevo caso en los próximos días en personas a las que no haya llegado la información sobre lo sucedido.
“El Servicio de Epidemiología de la Conselleria de Salud, por su parte, ha lanzado una segunda alerta entre el ámbito sanitario con el fin de incrementar la vigilancia sobre nuevos posibles casos tanto en hospitales públicos como privados”, explica el Gobierno balear. El sistema europeo RASFF Lanzó su propia alerta el viernes, donde especifica que el producto también ha sido distribuido en Lituania.
Pedro, de 45 años y que pide ocultar su nombre con este pseudónimo, es uno de los afectados. “Es deportista, lleva una alimentación sana y consume suplementos dietéticos adquiridos en una tienda de deportistas”, explica su pareja. Siguiendo las recomendaciones del fabricante, cada día tomaba dos pastillas.
Una mañana de principios de mayo, cuando llevaba cerca de un mes consumiendo una caja del lote afectado, sintió durante un rato “sudores fríos y náuseas, además de sentir mucha sed”. Pocos días después, le volvió a ocurrir lo mismo. “Primero pensó que era el calor y el trabajo, pero cuando dos semanas después ya le pasaba lo mismo casi todos los días y también tuvo vómitos, fuimos al hospital Son Llàtzer”, explica la pareja del afectado.
Los análisis revelaron unos niveles elevadísimos de calcio, de 17,8 miligramos por decilitro de sangre, cuando lo habitual es que el máximo se sitúe en torno a 10,2. “Los de vitamina D también estaban disparados y las pruebas que le hicieron revelaron que tenía afectados los riñones y sufría arritmias. El médico dijo que lo tenían que ingresar porque le podía dar un infarto en cualquier momento. Esto era un domingo a primera hora de la mañana y no recibió el alta hasta el viernes por la tarde”, denuncia la mujer.
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