Cinco mujeres y un niño asesinados por violencia machista en 48 horas

El martes por la mañana, la Policía Nacional detuvo a un hombre en Getafe, en Madrid, como presunto autor del asesinato de su pareja. Él tiene 63 años, ella tenía 62. Unas horas después, también la Policía, encontró en un cubo de basura en una vivienda en Gijón el cadáver de una mujer de 49 años que llevaba desaparecida desde mayo y detuvo al presunto asesino, su pareja, de 65. En la mañana de este miércoles, en Algemesí, en Valencia, hubo otra detención, la del hombre de 34 años que acababa de asesinar a su mujer, de 41, y a su hijo, de dos años. A primera hora de la tarde, la magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria procedió al levantamiento del cadáver de una mujer de 60 años y el de un hombre de 57 en una vivienda en el barrio de El Zardo, a las afueras de Las Palmas, en lo que la investigación apuntó a “severos indicios” de un asesinato machista con posterior suicidio que calculan que se produjo en algún momento del lunes. Y sobre la misma hora, pero en una cueva de Ruguilla, una pedanía perteneciente a Cifuentes (Guadalajara), la Guardia Civil encontró el cuerpo de la mujer cuyo hermano denunció su desaparición la pasada semana, después de que se fuera con su novio a Alcalá de Henares y nunca regresara a casa.

Son cinco mujeres y un niño que aún no había cumplido los tres años de los que, en 48 horas, se conoció su asesinato. Tres de los casos siguen en investigación por violencia machista, el de Gijón, el de Guadalajara y el de Las Palmas; y en los dos primeros, aunque se hallaron los cadáveres el martes y el miércoles, queda por determinar cuándo se produjo el crimen. Los que ya han sido confirmados como crímenes por violencia de género son el de Getafe, y el de Algemesí, en el que el hombre no solo mató a su mujer sino también a su hijo.

En lo que va de año, 17 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Desde que arrancó la estadística oficial, en 2003, son 1.311 mujeres; además de los tres casos en investigación. En los asesinatos por violencia de género de menores, son tres en 2025 y 65 desde que se contabilizan, en 2013. Y la contabilidad oficial registra ya 480 huérfanos menores de edad de estos crímenes; a la que, de confirmarse el caso de Guadalajara, habrá que sumar la niña de cinco años que la mujer tenía con su pareja.

El verano es el momento del año en el que se producen más asesinatos por violencia de género. Y acaba de empezar. Según la estadística oficial, los meses de junio, julio y agosto acumulan casi el 30% de todos los crímenes machistas; julio es el que acumula más violencia en la serie histórica. Especialistas y expertos de diversas áreas, entre ellas de la Medicina Forense, la sociología o las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, relacionan esta casuística con momentos de mayor autonomía de las mujeres, así como el aumento del tiempo que las familias pasan juntas.

El pasado año, después de un clúster de feminicidios en julio ―la sucesión de tres a cinco asesinatos en periodos de entre dos y cinco días― la delegada contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, señaló que los periodos de descanso laboral favorecen “las agresiones fatales”, y recordó que “cuanto más rato pasen juntos los miembros de la pareja, más oportunidades hay de que el agresor atente contra la seguridad e integridad de la víctima”.

Desde distintas instituciones y desde hace ya varios años, se viene advirtiendo cuando llega el verano de la necesidad por parte de los entornos ―familiares, amigos, vecinos o compañeros de trabajo―, de prestar atención a los episodios de violencia o los indicadores de que pueda producirse. En dos de estos casos, en el de Getafe y en el de Algemesí, fueron esos entornos los que avisaron.

En el asesinato de la localidad valenciana, la mujer asesinada y el niño convivían en un piso con la madre de ella. Alejandra, de origen venezolano, le había pedido a Leonardo, colombiano, que se marchara de casa, pero él se resistía, la acosaba con llamadas, audios y mensajes, se ponía violento. Así lo contaron este miércoles Andrés Eduardo, hermano de la víctima, y Leydi Rodríguez, su mujer, frente a la puerta del edificio ubicado en el parque de Salvador Castell de Algemesí, donde sucedieron los hechos.

Fueron ellos quienes explicaron que la mujer pensaba denunciar a su pareja, con la que vivía desde hace siete años, pero no lo hizo por temor a que perdiera la documentación o los papeles. “Estos casos sí pasan, son reales, y las mujeres tenemos que denunciar a tiempo; nadie se merece perder la vida, que los hombres no pueden llegar y arrebatar la vida a una mujer como si nada”, lamentaba este miércoles Leydi.

Ni Alejandra Villegas ni ninguna de las otras cuatro mujeres, que se conozca por el momento, estaba incluida en el Sistema VioGén, el de seguimiento de las víctimas de la violencia de género. No lo estaban como no lo están la inmensa mayoría de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. ¿Las principales razones? Su miedo a denunciar, por ellas, por sus hijos e hijas, a no ser creídas por las instituciones. En más del 60% de los casos, según la serie histórica, las mujeres que fueron asesinadas no habían interpuesto una denuncia.

Y esos motivos que las víctimas de violencia machista tienen para no denunciar son los que las instituciones intentan que los entornos entiendan para empujar a las familias, a amigos, a vecinos, a hacerlo. A tomar parte de un problema que hace ya más de dos décadas que dejó de ser privado, individual, y se entendió como un problema estructural, de toda la sociedad.

Con información de Ferran Bono, Patricia Peiró, Nacho Poncela, Guillermo Vega y José C. Rejas.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.