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La policía detiene a un hombre por el asesinato de su mujer y su hijo en Algemesí, en Valencia

El presunto asesino tiene 34 años, la mujer, 41, y el menor, dos. La víctima no estaba incluida en el Sistema Viogén

Andrés Eduardo y Leydi Rodríguez, hermano y cuñada de Alejandra, una de las dos víctimas mortales, se abrazan ante la vivienda donde sucedieron lo hechos, este miércoles, en Algemesí.
Ferran Bono

Un hombre ha matado a su mujer y a su hijo en la localidad valenciana de Algemesí sobre las seis de la mañana de este miércoles. Los gritos de lo que parecía una discusión violenta han alertado a los vecinos. Poco después, agentes de la Policía Nacional y Local han detenido al presunto asesino, Leonardo David, de 34 años. Ella, Alejandra Villegas, tenía 41, y el hijo de ambos, Samuel, iba a cumplir tres. Ni la policía ni los sanitarios han podido hacer nada para salvar la vida de las dos víctimas en un nuevo caso de violencia de género y parricidio.

La pareja y el menor convivían en un piso con la madre de ella, si bien la relación sentimental se había roto desde hacía un tiempo. Alejandra, de origen venezolano, le había pedido a Leonardo, colombiano, que se marchara de casa, pero él se resistía, la acosaba con llamadas, audios y mensajes, se ponía violento. Así lo han contado, muy afectados, Andrés Eduardo, hermano de la víctima, y Leydi Rodríguez, su mujer, frente a la puerta del edificio ubicado en el parque de Salvador Castell, donde sucedieron los hechos.

Efectivos de la Policía Nacional a las puertas del inmueble donde este miércoles un hombre de 34 años ha matado presuntamente a su mujer y su hijo de dos años en Algemesí.

Los familiares han explicado que la mujer pensaba denunciar a su pareja con la que vivía desde hace siete años, pero no lo hizo por temor a que perdiera la documentación o los papeles. Alejandra no estaba incluida en el Sistema Viogén de protección de víctimas de la violencia de género. “Estos casos sí pasan, son reales, y las mujeres tenemos que denunciar a tiempo; nadie se merece perder la vida, que los hombres no pueden llegar y arrebatar la vida a una mujer como si nada”, se ha lamentado Leydi.

El presunto autor del doble crimen, que trabajaba en un almacén del pueblo, era “agresivo”, como se hizo patente una tarde de hace unos 20 días en un bar de la localidad. “Él se quería ir y ella no, y ahí empezó el problema y él se puso muy agresivo. Desde ese día, Alejandra me decía: ‘negra, esto no puede continuar, lo tengo que dejar’. Se separó de él, aunque aún convivían en el piso de alquiler. Le dio un mes para que se fuera de casa, pero él no quería, le suplicaba, la perseguía”, ha relatado María, amiga de Alejandra. “Era un encanto, muy alegre, me ayudó mucho cuando vine de Colombia. Ella trabajaba de manicurista en el pueblo”, ha agregado mientras enseñaba las fotos de Alejandra feliz con su niño en la piscina, tomadas ayer mismo.

Alejandra era “una persona muy buena y muy trabajadora”, ha afirmado su hermano Su cuñado tenía “muchos ataques de ira”, era “muy celoso”, “agresivo”, “muy mal hombre”. Él y su mujer confían en que el detenido por el doble crimen “nunca, nunca salga de esa cárcel, y ni ningún otro que haga una cosa así tan horrible”.

La víctima emigró de Venezuela a Colombia buscando una vida mejor y allí conoció a su pareja, con la que se vino a España posteriormente en 2021 porque allí también las cosas eran “muy difíciles”, ha apuntado Leydi y recoge Europa Press. “Da igual la nacionalidad” porque para cometer un asesinato “solamente existen dos religiones: ser buena o ser mala persona”, ha agregado. Alejandra tenía también una hija en Colombia, de 20 años, y él, otros dos.

La madre de Alejandra, una anciana con alzhéimer, “siempre dormía con el teléfono, por si algún día pasaba algo” y la hija le había pedido que si oía algo llamara a la Policía, señalan lo familiares. “Ella escuchó a la mañana como si él la estuviese ahorcando y mi suegra no tiene muy claras las cosas, pero ella sabía lo que pasaba. Y salió y con ayuda de alguien, no sé quién, logró contactar a la Policía”, describe Leydi. “Mi madre cuando escuchó los gritos de mi hermana, que estaba pidiendo ayuda, quiso ir” y “pensó en sacar al niño, pero al ver que no pudo, se ha ido corriendo porque estaba asustada”, ha comentado el hermano.

Según ha trascendido en una primera versión de los hechos, el presunto asesino mató a la mujer con un cuchillo y asfixió a su hijo. Patrullas de seguridad ciudadana se desplazaron rápidamente al lugar de los hechos en el municipio, situado a unos 35 kilómetros de Valencia, pero no pudieron, con ayuda de los sanitarios, reanimar las víctimas, que ya habían fallecido.

Familiares y amigas de Alejandra, la víctima de violencia de género, este miércoles, junto al portal donde ha tenido lugar el crimen.

La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, que ha acudido esta mañana a Algemesí, ha manifestado su pesar a los familiares y ha confirmado que no constan en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén) datos del presunto autor del crimen, ni tampoco de la mujer.

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, se ha mostrado “consternado por el terrible crimen machista ocurrido en Algemesí”, ha aseverado.

El Ayuntamiento de Algemesí ha convocado a la ciudadanía a guardar un minuto de silencio este jueves, 26 de junio, a las 12.00 horas, en la puerta del edificio consistorial, “como muestra de duelo, solidaridad y condena” del asesinato de una mujer y su hijo. Además, la corporación municipal ha decretado duelo oficial en la ciudad, durante el cual las banderas ondearán a media asta en todos los edificios municipales.

El presunto asesino se encuentra en la Comisaría de Alzira a la espera de pasar a disposición judicial. La Unidad de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía se ha hecho cargo de las investigaciones, si bien las primeras actuaciones se han llevado a cabo por la Policía Nacional de Algemesí y Alzira, y agentes de la Policía Local, que han atendido en primera instancia los requerimientos de las llamadas del 112.

Cuatro asesinatos en dos días

Este doble asesinato machista es el tercero del que se tiene constancia en los últimos dos días. El martes por la mañana, a primera hora, la Policía Nacional detuvo en la localidad madrileña de Getafe al presunto autor de la muerte de su pareja, un hombre de nacionalidad española y 63 años al que los agentes redujeron con un inmovilizador eléctrico porque cuando entraron en la vivienda, alertados por los vecinos, se lo encontraron con un cuchillo en la mano y actitud agresiva; la víctima, de 62 años y origen cubano, tenía varias heridas de arma blanca a la altura del pecho.

Un día después, ayer a primer ahora de la tarde, la magistrada al frente del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, María Auxiliadora Díaz, procedió al levantamiento del cadáver de una mujer de unos 60 años y el de un hombre de edad similar en una vivienda en el barrio de El Zardo, en Las Palmas de Gran Canaria. Las primeras pesquisas apuntan a “severos indicios” de constituir un crimen de violencia de género, en el que primero el hombre habría asesinado a su pareja y después se habría suicidado.

Y, aunque el asesinato se produjo en una fecha indeterminada del último mes, también el martes la Policía Nacional detuvo al sospechoso de haber asesinado a su pareja, una mujer de 49 años que llevaba desaparecida desde mayo y cuyo cadáver se encontró ese mismo martes, en avanzado estado de descomposición, en un piso de Gijón dentro de un cubo de basura.

En lo que va de año, 17 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Desde que arrancó la estadística oficial, en 2003, son 1.311 mujeres. Además del caso en las Islas Canarias, y el de la mujer encontrada en Gijón, que siguen en investigación y aún no han sido confirmados. En los asesinatos por violencia de género de menores, son tres en 2025 y 65 desde que se contabilizan, en 2013.

El verano como periodo de mayor riesgo

El verano es el periodo del año en el que se producen más asesinatos por violencia de género. Según la estadística oficial, los meses de junio, julio y agosto acumulan casi el 30% de todos los crímenes machistas. Especialistas y expertos de diversas áreas, entre ellas de la Medicina Forense, la sociología o las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, relacionan esta casuística con momentos de mayor autonomía de las mujeres, así como el aumento del tiempo que las familias pasan juntas.

Desde el Gobierno y desde hace ya varios años, se viene advirtiendo cuando llega el verano de la necesidad de prestar atención desde los entornos a los episodios de violencia o los indicadores de que puedan producirse.

El pasado año, después de un clúster de feminicidios en julio ―la sucesión de tres a cinco asesinatos en periodos de entre dos y cinco días― la delegada contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, señaló que los periodos de descanso laboral favorecen “las agresiones fatales”, y recordó que “cuanto más rato pasen juntos los miembros de la pareja, más oportunidades hay de que el agresor atente contra la seguridad e integridad de la víctima”.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.
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