Ir al contenido
_
_
_
_

La sanidad gallega es la primera del mundo en ofrecer la vacuna de la meningitis Bexsero para prevenir la gonorrea

La medida, que el Reino Unido también aplicará a partir de agosto, está dirigida a proteger a algunos grupos considerados de riesgo

Gonorrea
Oriol Güell

La Consejería de Sanidad de la Xunta de Galicia empezará a ofrecer a partir del mes de junio la vacuna Bexsero, aprobada frente a la meningitis B e incluida en el calendario vacunal infantil en toda España, para prevenir los contagios de gonorrea en los grupos de población considerados de riesgo, formados por personas con infecciones de transmisión sexual previas o que mantienen relaciones con múltiples parejas.

Galicia se convertirá así en el primer sistema sanitario público del mundo en acometer esta medida de salud pública en un momento en el que el crecimiento de varias (ITS) preocupa a las autoridades sanitarias de todo el planeta. El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) alertó hace un año de “un aumento sustancial” de estas dolencias, que en el caso de la gonorrea ascendió al 48% en los 12 meses anteriores. El Reino Unido ha anunciado recientemente que aplicará la misma medida a partir de agosto en Inglaterra y Gales. En los dos últimos años, este país recomendaba la vacuna a algunos colectivos, pero no la financiaba en la sanidad pública.

“Es una medida que nos ayudará a prevenir esta enfermedad en un momento en el que la incidencia está creciendo a nivel global, como parte de una estrategia que también debe fomentar las prácticas sexuales seguras y el diagnóstico precoz y tratamiento de los casos”, explica Marta Piñeiro, directora del Centro Gallego para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CEGACE). El uso del Bexsero para prevenir la gonorrea ha sido uno de los temas comentados en el Forovax Madrid 2025, celebrado la semana pasada en Madrid y organizado por la Asociación Española de Vacunología (AEV).

La meningitis B está causada por un serotipo de la bacteria Neisseria meningitidis, también conocida como meningococo, que se transmite a través de gotitas de saliva y coloniza las vías respiratorias altas sin causar en la mayoría de las ocasiones problemas de salud. Pero en un pequeño porcentaje de casos, en un proceso complejo y no del todo conocido, el patógeno puede llegar al torrente sanguíneo y desde allí producir un cuadro muy grave en las meninges, la membrana que recubre el cerebro. La mortalidad se acerca al 10% de los pacientes y muchos otros sufren secuelas irreversibles.

La gonorrea está causada por otra bacteria del mismo género, la Neisseria gonorrhoeae —también conocida como gonococo—, que se transmite por vía sexual y produce inicialmente síntomas más bien leves, como dolor, hinchazón, ardor... Si no se trata en estas primeras fases, sin embargo, la infección puede causar complicaciones graves e infertilidad.

“Al ser dos bacterias parecidas y del mismo género, la respuesta inmunitaria que genera la vacuna frente a la meningitis B también puede proteger frente a la gonorrea. Es una protección limitada, que los estudios observacionales realizados muestran que se produce en entre el 30% y el 42% de los pacientes, y cuya duración es de unos dos años, aunque faltan estudios que aporten más evidencias sobre este punto”, afirma Gema Fernández Rivas, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y microbióloga en el Hospital Germans Trias i Pujol (Badalona). La pauta para prevenir la gonorrea es de dos dosis administradas con dos meses de diferencia, mientras frente a la meningitis B las dosis son tres a los dos, cuatro y 12 meses de vida.

Aunque la protección frente a la gonorrea que ofrece Bexsero ha sido investigada en varios países en los últimos años, la introducción en los planes de salud pública no se ha producido hasta ahora por las dudas existentes sobre el balance coste-efectividad de la medida. El Ministerio de Sanidad ha avanzado a EL PAÍS que evaluará “la posible utilidad de la vacuna en la prevención de la gonorrea en el marco del grupo de trabajo encargado de actualizar las recomendaciones de vacunación en los grupos de riesgo” y recuerda que “la inclusión de nuevas indicaciones en el calendario de vacunación está sujeta a un riguroso y exhaustivo mecanismo de evaluación”.

La decisión de Galicia, al igual que la del Reino Unido, se apoya en un análisis llevado a cabo en ese país y publicado en la revista The Lancet Infectious Diseases que ha estudiado el balance coste-efectividad de la medida en distintos escenarios y grupos. La conclusión es que el balance es positivo si la vacuna se ofrece en pacientes considerados de riesgo, definiendo a estos como las “personas con infección previa de gonorrea o que informan tener más de cinco parejas sexuales al año”.

Marta Piñeiro precisa que Galicia ofrecerá la inmunización a pacientes que “tengan antecedentes recientes de alguna ITS y personas que lo soliciten por manifestar conductas sexuales de riesgo”. Las previsiones preliminares realizadas por la Xunta son que unas 8.000 personas podrían beneficiarse de la medida, aunque esta cifra dependerá de la aceptación que tenga entre los colectivos a los que va dirigida.

“Vamos a realizar las campañas de comunicación habituales dirigidas a los grupos de riesgo y profesionales sanitarios de los centros de salud y servicios de Medicina Preventiva de los hospitales, además del trabajo que llevamos a cabo en colaboración con entidades del tercer sector, ONG, asociaciones y colectivos relacionados”, añade la directora del CEGACE.

Gema Fernández Rivas considera que el paso dado por Galicia, aunque no haya seguido el procedimiento habitual común con el resto de las comunidades y el Ministerio de Sanidad a través de la Ponencia de Vacunas —un grupo de expertos que evalúa estas medidas— y la Comisión de Salud Pública, puede ser un primer paso “interesante” que aportará evidencias que servirán a otras comunidades para sumarse o descartar la medida.

Beneficios colectivos

“Podremos extraer conclusiones, porque además de los beneficios a nivel individual, también hay que tener en cuenta los colectivos. Aunque la vacuna proteja a entre el 30% y el 42% de quienes la reciben, el beneficio colectivo puede ser mayor. Si hay menos personas infectadas, también se reducirá el número de contagios”, cuenta esta experta.

Según su opinión, en un futuro también habrá que valorar los beneficios de usar la vacuna en otros colectivos. “En las mujeres, por ejemplo, la incidencia de la gonorrea es menor. Pero en ellas la infección puede cursar de forma asintomática y luego tener graves consecuencias a medio y largo plazo. Puede evolucionar hacia enfermedad pélvica inflamatoria, que causa abortos, y provocar infertilidad. Será importante investigar si el uso de la vacuna puede ser conveniente en determinados grupos”, concluye.

Los expertos también apuntan a que el uso de la vacuna también puede ganar importancia ante la circulación de algunas cepas ya detectadas de gonococo multirresistentes a prácticamente todos los antibióticos disponibles.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_