"Un hurra por la Cruz Roja"

Mercedes vive sola, es anciana y muchas veces no tiene ganas de salir, pero desde hace un mes espera con ansia las mañanas de martes y viernes. Aunque tiene una hora de camino, José Ramón acude puntualmente a las citas. "La llevo a la biblioteca porque sé que le gusta leer, cogemos películas, la acompaño al médico o nos tomamos algo", cuenta el voluntario de la Cruz Roja, de unos 50 años. Mercedes se acoge desde hace dos años al programa de Asistencia a Domicilio de la ONG, "me han dado la vida, sólo puedo decir que hurra por la Cruz Roja"; el programa se nutre gracias a los contribuyentes que marcan en su declaración la casilla de fines sociales.

Éste es uno de los casi 400 programas que se desarrollaron con el dinero aportado por los contribuyentes el año pasado. En la sede de la Cruz Roja han hablado esta mañana algunos de los beneficiarios de los programas. Además de Mercedes, Antonia Espejo, madre de dos niñas sordas de 12 y 18 años, ha contado su experiencia. "Cuando te enteras de que tu hijo es sordo se te hunde el mundo, dices: ¿Qué hago? ¿Le dejo de hablar porque no me oye? Contactar con la Confederación estatal de personas sordas me ayudó muchísimo, para aprender a comunicarnos con ellas y que ellas conocieran a personas en su misma situación", afirmó Espejo.

Por primera vez, tanto las ONG como la Iglesia Católica han recordado que ambas casillas se pueden marcar conjuntamente

La plataforma encargada de la campaña para que se done el 0,7% de la declaración a estos fines recaudó en el último ejercicio 134 millones de euros de los que se beneficiaron cinco millones de personas. "Tenemos que motivar a todo el mundo, que se entienda que no te cobran más ni te devuelven menos por rellenar la casilla. El año pasado se quedaron sin cubrir solicitudes por más de 300 millones", afirmó Juan Lara, presidente de la Plataforma de ONG de Acción Social. Un tercio de los contribuyentes no marcaron ninguna casilla el año pasado.

También estuvo en la presentación Montse, primero beneficiaria y ahora voluntaria de Mucho por vivir, un programa de ayuda a mujeres con cáncer de mama de la Asociación española contra el cáncer: "Me lo diagnosticaron hace nueve años, al principio me quería morir; a la ONG la conocí en la quimioterapia, las mujeres estaban en la sala dando café y conversación. Me ayudaron mucho; ahora hago por los demás lo que ellos hicieron por mí".

Por primera vez este año, tanto la Iglesia Católica, a la que se puede donar otra casilla (para su mantenimiento) como la Plataforma de ONG han querido recordar que se pueden rellenar ambas casillas, ya que la donación no se reparte sino que se suma. "Hemos visto que la Iglesia ha dado información y nosotros también hemos querido recordarlo en nuestros carteles". No obstante, Lara aún se ve lejana una campaña conjunta. "Hemos hablado con la Conferencia Episcopal, pero nuestros objetivos son muy disparas; hasta el año pasado ni nos mencionábamos pero ahora ambos hemos explicado que se puede marcar las dos cosas, todo se andará", explico.

Lara también quiso recordar la figura de los voluntarios, unos 100.000, sin los cuales sería imposible realizar los programas.