Aguirre se muestra favorable a "cualquier medida para acabar con la violencia de género"

Esperanza Aguirre ha dado hoy la "bienvenida" a "cualquier medida encaminada a acabar con la lacra de la violencia de género" en un momento en que se está planteando el debate sobre la Ley Integral contra la violencia de género. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha hecho estas declaraciones en la presentación de un brazalete electrónico que detecta la cercanía de maltratadores.

"Puede que haya deficiencias técnicas y jurídicas, y probablemente las habrá, pero el debate parlamentario contribuirá sin duda a despejar cualquier problema o duda", ha dicho Aguirre. La presidenta ha subrayado la necesidad de tomar medidas encaminadas a generar confianza para que la mujer agredida lo denuncie y se sienta respaldada.

Aguirre ha dicho que la utilización de este mecanismo facilitará el cumplimiento de las órdenes de alejamiento y "convierte a la Comunidad de Madrid en la región de España pionera en la aplicación de este método de prevención y ayuda a las víctimas".

Este sistema electrónico de detección ha sido realizado por un equipo dirigido por el profesor Antonio Hernando, de la Universidad Complutense de Madrid. Las pruebas llevadas a cabo hoy han demostrado, tras varios intentos, la funcionalidad del sistema, de forma que cuando el agresor se acerca a 500 metros de la víctima, se activa una alarma conectada directamente con los servicios de emergencia.

Cómo funciona

Hernando ha explicado que el prototipo desarrollado en estos dos meses, del tamaño de un 'walkie talkie', es un sistema de "radar selectivo", no un localizador. El aparato deberá tener finalmente el tamaño de un teléfono móvil y emitirá unas ondas electromagnéticas que están codificadas y son específicas para cada persona.

El sistema funciona sin elementos externos y no depende de la cobertura del lugar o de que fallen las telecomunicaciones. Si la persona protegida y el agresor que está sometido a prohibición de acercamiento por orden del juez se aproxima a una distancia de menos de 500 metros, la alarma del dispositivo se activa. Entonces, la víctima queda avisada de la presencia de su agresor a través de vibración, sonido o pilotos encendidos al tiempo que se envía un mensaje al 112 para que éste active a los agentes de la Policía Nacional, Policía Municipal o Guardia Civil, dependiendo del lugar, si bien este protocolo de actuación aún no se ha desarrollado.

Los responsables del proyecto subrayan que el dispositivo que portará el maltratador es "fijo", de forma que no podrá desprenderse de él fácilmente. Sin embargo, precisan que es un sistema "frágil" y, por este motivo, y ante posibles "usos de mala fe" como quitarlo o descargarlo, se han previsto una serie de medidas.Contará con un sistema de "previsión de integridad" de forma que si la persona que tiene orden de alejamiento decide quitarse la pulsera o brazalete, darle golpes o intenta descargarlo el 112 recibirá un mensaje y reaccionará con las medidas pertinentes.