Con lunares, hombreras o chanclas: los secretos de cómo llevar el pantalón capri en 2025
Tras varios intentos fallidos, esta prenda de corte pesquero creada a final de los años cuarenta termina por hacerse un hueco en la calle. Saber cómo llevarlo (incluso con frío) es la clave de su éxito


Desde hace un par de temporadas, el pantalón capri, una prenda con nombre de isla italiana, amenazaba con su inminente regreso, pero todo parecía indicar que se trataba más de una fantasía de la pasarela que de una tendencia tangible en el asfalto. Hasta ahora. El diseño casi octogenario de la alemana Sonja de Lennar —un hito para el armario de la mujer en los años cincuenta por su talle alto que pulía al instante la cintura y daba protagonismo a los tobillos— ha terminado este verano por cuajar en la calle.

Tras el rotundo homenaje que ha recibido en la pasarela de la mano de Louis Vuitton, Carolina Herrera o Versace, el desfile alternativo que se crea durante las semanas de la moda lo ha ensalzado como un hit que terminará por establecerse en los meses del otoño. La capital danesa ha sido la última en sumarse al boom del fit pesquero —toda una segunda piel para Audrey Hepbturn o Marilyn Monroe en sus comienzos— con una renovada manera de abordarlo.

En color negro y con una silueta ceñida que recuerda a la de unos leggings deportivos, ha sido la base de estilismos rotundos este verano que no deberíamos pasar por alto. Además de la fórmula minimal —pero efectiva— en la que Bella Hadid lo combina con un top también ajustado y sandalias de tacón para poner su esbelta figura en un primer plano, las danesas han sabido dar una vuelta de tuerca al fenómeno mezclándolo con camisas masculinas anudadas al ombligo o polos náuticos superpuestos.

Del lado más oscuro a la explosión de estampados que lidera la empresaria Hailey Bieber con un diseño de lunares de la firma española Paloma Wool (actualmente agotado). Acompañado de sandalias peep toe —otro viral del verano— o bien por chanclas como propone la fundadora de Rhode —nunca un tándem tan arriesgado y cómodo tuvo una acogida así— este print en blanco y negro recalca su pátina retro.

Otros estampados que dejan su impronta en la silueta capri esta temporada son los cuadros vichy, las microflores y las rayas verticales. Ya sea en forma de total look con prendas como chalecos o crop tops a juego en el mismo tejido —una marca casi registrada de la firma Rouje— o en un alegato de entretiempo, junto a gabardinas y bailarinas, resulta un acierto seguro.

Si nos animamos a alargar su vigencia hasta el otoño, hay varias reglas a seguir para que su corte pesquero no resulte incongruente con la llegada del frío. La primera, es huir de tonos estridentes y apostar por color en bloque. El look pirata en negro de la artista Caroline Polachek en la penúltima fiesta de Vanity Fair durante los Oscar que firma Saint Laurent es un ejemplo redondo.
El burdeos, el verde musgo (nada como recordar ese memorable diseño con chaqueta de terciopelo que lució la actriz Dana Delany en una gala de los años noventa en California) o el amarillo mostaza son otras licencias cromáticas de la estación. Pero siempre en un solo color, incluidos los complementos.

La segunda pauta, según el street style, anima a quitarnos el miedo a la hora de combinarlo con medias y calcetines, siempre que sean de poca densidad y en tonos oscuros. En la última edición de la Copenhagen Fashion Week fuimos testigos también de la buena relación que mantiene con las chanclas, incluso, cuando desciende el termómetro. Un suéter o una blazer ligera bastará para templar el look.

La silueta en Y que dibuja su línea ajustada junto a chaquetas de hombros voluminosos y cinturas afinadas, es la favorita de diseñadores como Simon Porte Jacquemus. Algunas de las invitadas al último desfile del diseñador provenzal como Jeanne Damas o Sophia Roe lucieron sus prominentes diseños a la entrada del Palacio de Versalles. Sin duda, la propuesta más aspiracional de llevar la tendencia junto a sandalias y un pouch de piel en la mano.

Otras formas sublimes de secundar el fenómeno —según la CFW— son la de añadir un pañuelo como fajín a la cintura (la prescriptora Annabel Rosendahl relaja la silueta incluyendo una camiseta básica oversize) o prendas de abrigo en rosa palo, el color de la pasada primavera. La instagramer portuguesa Mafalda Patrício remata la jugada con la silueta de bailarina que genera una minifalda globo sobre el legging.

Pero el pantalón capri también se postula como parte de un vestuario effortless si lo acompañamos de un estilo más holgado, como el cargo con generosos bolsillos. Una opción tan versátil como para ir al festival de Glastonbury acompañado de unas botas de agua —el uniforme de la modelo Mia Regan en su última edición— o bien con una camisa de lino en la jornada intensiva de verano.

Maje

Fainthfull

Adriana Degreas

Sandro

Reformation

Arket

Desigual

Mango

Rouje

Levi’s

Massimo Dutti

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