Cuando el café se convirtió en un cabeza de cartel del Primavera Sound

Say you can’t sleep, baby, I know. That’s that me espresso. Con este paralelismo entre el estimulante café y su propia energía y capacidad de seducción –“Di que no puedes dormir, cariño, lo sé. Ese es mi espresso”– la artista Sabrina Carpenter se catapultó al estrellato el verano pasado. Este sábado, fue la reina del pop indiscutible en la segunda jornada del Primavera Sound, con un concierto que congregó a una masa juvenil (y no tan juvenil) para tararear al unísono versos como (Yes) that morning coffee, brewed it for ya -”(Sí) ese café de la mañana, te lo preparé”–.

Pero la alusión de la estadounidense al ‘efecto cafeína’ no fue la única que experimentó el Primavera Sound. La marca de ropa Pull &Bear volvió a sorprender en su papel como patrocinador del festival con activaciones ligadas al líquido negro dentro del recinto, en un espacio que congregó moda, gastronomía y música durante cada jornada. ¿Una locura atreverse a servir café de forma gratuita cuando mandan la cerveza y las bebidas espirituosas? Tras apuestas arriesgadas (pero no menos exitosas) como un escenario en el metaverso o hacer photobombing al cartel oscilante del PS con un oso de 13 metros diseñado por Jack Sacks, lo sorprendente de Pull&Bear sería que apostara por lo contrario.

En esta edición, y bajo el rótulo de Primavera Sound Café by Pull&Bear, la marca de Inditex no se ha quedado atrás, con la creación de un cafetería efímera en la que recargar las pilas entre concierto y concierto. A escasos metros de la entrada principal del Parc Fòrum, el colectivo de Nomad Coffee, el tostador de Poblenou reconocido como uno de los mejores de Barcelona, fue el encargado de gestionar el espacio que despachó café de especialidad, con hielo o chai latte a todos los asistentes.

El mejor maridaje para degustar otro plato fuerte del espacio: la tienda en la que adquirir, como cada año, la ya emblemática colección de merchandising de Pull&Bear con el Primavera Sound (disponible en este link). Una cápsula diseñada en esta ocasión junto al ilustrador TOT PER RES, que fue directa de la cafetera a camisetas con mensajes como Caffeine Department o Primavera Cafe Club.

Tank tops con tazas musicales, sudaderas de capucha desgastadas que lucen un ‘drip it like is hot’ en la delantera –”gotea como si estuviera caliente”–, gafas de sol y gorras con logo completan el mejor souvenir que llevarse a casa tras el festival (además de una feliz resaca).

Con una zona de chill out en la que reponer fuerzas, la música sirvió de hilo conductor a toda la experiencia con Not Just a DJ. Esta programación musical que arrancó en 2024 como una plataforma multidisciplinar de talento creativo, se consolidó en esta edición con un sentido homenaje al mundo del vinilo. Dj Malena fue la encargada de inaugurar el espacio con una sesión de techno y pulsos oscuros, a la que tomó el relevo Greta con su house cálido y sofisticado acorde con la energía del espacio.

El set extendido de Pachanga DJs del segundo día, marcado por un reggaetón clásico y perreo elegante –además de joyas pop inesperadas– o el cierre de fiesta con sabor a funky y disco de Hula-Hop, pusieron ritmo a las jornadas de café y moda non stop que ofreció la marca española.

Una ‘macropasarela’ de moda

Está claro que un festival no es solo música. Es también una pasarela espontánea y desinhibida, capaz de sacar nuestra mayor creatividad frente a un armario por unas horas. Inspirarse en sus propios ídolos –el uniforme no oficial del festival consistió en microfaldas de encaje, botas, gafas oscuras y melenas rizadas a lo Charli xcx–, apurar el bote de brillantina o hacer de la comodidad un traje de gala, son algunos de los mandamientos que rigen la estética de un festival.

Y dentro de ese desfile multitudinario, el espacio de Pull&Bear es siempre un buen lugar donde otear tendencias. Con un comunidad de talentos creativos por todo el mundo, en esta edición pudimos ver multitud de looks en los que inspirarnos de la mano de Clarice Cazauran, Bruna Bear, Linda Sza o Sophie Yuanlin, entre otras.

En el plano nacional, la melena bob de Jùlia Mas (Barcelona, 22 años) y su armario vintage es ya un referente de estilo en el Primavera Sound. “Siempre me hace ilusión volver. Tengo ganas de sentir la energía del festival desde dentro, descubrir nuevos artistas, conocer gente nueva… Me encanta esa mezcla entre música y estilo”, comenta antes de su llegada al PS. Conocida por su cuenta de Instagram como Yuuulieta, la creadora de contenido comparte con su medio millón de seguidores una visión estética enriquecida por la fotografía y pequeñas narrativas audiovisuales.

Con un refinado gusto musical que se mueve entre lo melancólico y atmosférico –”me atraen artistas con carga emocional como PJ Harvey, Poison Girlfriend, Björk, Fiona Apple… Mujeres con voces que conmueven, que parecen decirte algo que no le dirían a nadie más”– siempre ha tenido claro que la música define parte de su sensibilidad estética. “Para mí, la música no es solo algo que se escucha. Como soy una persona intuitiva, muchas veces mi estilo es una forma de expresar lo que me despierta una canción o una artista”, confiesa.

En sus estilismos del festival, Mas apostó por la sencillez pero ‘con intención’, recalca. Un top de lunares, que diera un toque vintage y nostálgico, unido a una falda negra para aportar movimiento y ligereza. Una fórmula perfecta para bailar. “Al final lo que más me apetece es compartir tiempo con gente que me inspira, y si encima hay música, moda y buen ambiente, mejor imposible”, confiesa.

Otro de los rostros que no quisieron perderse la cita fue Alba Miró (26 años, Barcelona), ataviada con un total look de la marca y su comodín de estilo: unas buenas botas. “!Siempre funcionan!”, exclama entre risas. Para la creativa, el Primavera Sound siempre es uno de los momentos más esperados del año. “Me muero de ganas por estar en un concierto al atardecer, es un instante muy bonito del festival”. Con un universo estético que pone el foco en los detalles, revela que la música –ya sea de la bossa nova al ‘pop más pop’– influye en su estado de ánimo. “Y tiene un efecto directo en cómo me visto día a día·. Una forma casi terapéutica de utilizar la moda sin complejos.