El cofre del tesoro: un primer vistazo a la colección de maquillaje de Louis Vuitton
Los baúles se abren para revelar cómo son las nuevas joyas de la casa: una primera línea cosmética, ideada por Pat McGrath


“Cuando me hablaron del proyecto visualicé todo, los baúles, las fundas...”, dice la maquilladora Pat McGrath, directora creativa de La Beauté Louis Vuitton. La nueva división cosmética de la casa francesa lanzará (el 29 de agosto) una primera colección compuesta por 55 labiales en acabado crema y mate, 10 bálsamos y 8 paletas de sombras de ojos. También un sinfín de accesorios que orbitan en torno al maquillaje como estuches de brochas confeccionados en la lona Monogram, cajitas para las barras de labios o fundas para llevar el espejo en el bolso. ¿Su favorito? “¡No podría elegir!, nunca se tiene un hijo preferido”, dice riendo eufórica en la presentación oficial de los nuevos productos, en un palacete en París.
El proyecto lleva gestándose cinco años junto a la influyente maquilladora, miembro de la Orden del Imperio Británico, que tiene amplia experiencia en el laboratorio, desarrollando productos que se han adelantado a las tendencias del mercado. A finales de los noventa colaboró con Giorgio Armani en la creación de su línea de maquillaje y desde entonces ha estado detrás de colecciones de marcas tan variopintas como Dolce & Gabbana o Zara. Hace una década daba a luz a su propia enseña, Pat McGrath Labs, que se convirtió inmediatamente en un éxito viral.
Hace falta una visión muy afilada para desarrollar una colección a cinco años vista, en un mercado que se mueve a velocidad de infarto. Pero a Mcgrath le sobra. “Al imaginar en cómo sería La Beauté Louis Vuitton no pensé primero en tendencia, tendencia, tendencia, sino en construir productos de calidad y colores que fueran muy llevables por cualquiera. Pensé en brindar una alegría atemporal a través del maquillaje. Obviamente esta colección encajará en muchas tendencias, pero no era el primer objetivo. Es un maquillaje exquisito y son unas piezas exquisitas. Fue un sueño”, dice de un ritmo de trabajo pausado en busca de la excelencia que solo puede permitirse el verdadero lujo.
Como la marca, fundada en 1984, los nuevos productos nacen con vocación atemporal y son recargables y reutilizables. En ellos cada detalle está trabajado para que su uso se convierta en una experiencia especial: del packaging, obra del diseñador industrial Konstantin Grcic, a la fragancia que adereza cada producto, imaginadas por el maestro perfumista de la casa, Jacques Cavallier Belletrud. “El maquillaje es cultura, es poder, es presencia y es algo personal. El maquillaje de lujo se basa en la eficacia, la artesanía y la sensorialidad. Son texturas exquisitas, colores que cautivan y fórmulas que funcionan a la perfección. El verdadero lujo se da cuando se cuida cada detalle, desde cómo los pigmentos se funden con la piel, hasta cómo se desliza un lápiz labial en la mano. Es la fusión de arte y tecnología, de tradición e innovación”, añade McGrath.
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