El banco y el mar
Nadie sabe aún el fin de la aventura. ¿Cientos de pequeños mordiscos fi ntech acabarán con la banca tradicional?¿Los portaaviones GAFA engullirán la barca de los bancos locales?

Los tiburones vinieron en manada... acometían uno tras otro y todos juntos, arrancando los pedazos de carne... Finalmente vino uno contra la propia cabeza del pez y el viejo se dio cuenta de que había terminado... No quedaba ya nada más que comer”. Como el viejo pescador de Hemingway, los bancos ven cómo los pequeños tiburones fintech devoran su botín. Son pequeños pero extremadamente rápidos. Atacan las zonas más nutritivas del pez que aún pertenece al banco: los medios de pago, las transacciones internacionales, los cambios de divisa.
Cada vez son más y el viejo teme que solo le dejen las raspas del que fuera un enorme pescado solo para él. Pero el gran enemigo del viejo banco no son los pequeños tiburones fintech que mordisquean su negocio sino los gigantescos barcos de guerra digitales. Los portaaviones GAFA ( Google, Apple, Facebook, Amazon) de los mares del oeste o los BAT ( Baidu, Alibaba y Tencent) de los del este. Frente al arpón del viejo banco, los misiles nucleares de los GAFA con sus recién estrenadas licencias bancarias.
Los bancos no se resignan. El viejo pescador se convierte en el capitán Ahab en busca de su particular Moby Dick: la transformación digital. La gran ballena blanca cuya captura le permitirá vencer a los tiburones y a los perversos GAFA. Surca los mares e invierte millones de euros en busca del legendario cetáceo. Lo persigue con hubs y centros de innovación. Se arma de apps y algoritmos. Pero la ballena es esquiva y mientras la banca sigue su persecución las fintech se multiplican y los gigantes GAFA dominan los océanos.
Nadie sabe aún el fin de la aventura. ¿Cientos de pequeños mordiscos fi ntech acabarán con la banca tradicional?¿Los portaaviones GAFA engullirán la barca de los bancos locales? ¿O serán estos capaces de llegar primero a la ballena de la transformación? Los bancos, como la tripulación del Pequod, deberán navegar juntos para lograr sobrevivir, porque si no ni siquiera la regulación podrá salvarlos en esta tempestad.
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