Un perfil jurídico para dar órdenes a policías y guardias civiles

El hoy dimitido secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa (Madrid, 1967) dejó los entramados jurídicos del Tribunal Constitucional, para el que ejercía como letrado, por los despachos del Ministerio del Interior el paseo de la Castellana de Madrid. Allí se puso bajo las órdenes del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el 2 de enero de 2012. Con el nombramiento de Ulloa, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Fernández Díaz quisieron premiar el perfil jurídico frente al político en la secretaria de Estado.

Casado y con dos hijos, Ulloa se doctoró en Derecho por la universidad Complutense de Madrid en 1993. Siete años después accedió a la carrera fiscal y en 2001 se incorporó a la judicial. Ejerció como juez de primera instancia en Blanes (Girona) y San Lorenzo del Escorial (Madrid), entre otros lugares. También fue fiscal de la adscripción permanente de Figueres (Girona) y abogado fiscal ante en la Audiencia Provincial de Girona entre 2001 y 2003. En 2005 y 2006 fue subdirector de la Misión de Estado de Derecho EUJUST LEX, de la Secretaría General del Consejo de la Unión Europea (PESC).

Ulloa ha sido secretario de Estado en un momento muy convulso en las calles. Como mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es responsable de las actuaciones policiales, muchas de ellas puestas en cuestión en los últimos tiempos. Ullua se ha enfrentado también al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González (PP), a cuenta de la investigación policial sobre el ático alquilado por este en Marbella. El caso supuso, entre otras cosas, la destitución de Enrique Rodríguez Ulla al frente de la Comisaría General de Policía Judicial.

El exsecretario de Estado recibió críticas al plantear la posibilidad de que vigilantes privados sustituyan no solo a policías y a guardias civiles sino también a funcionarios de prisiones para intentar así tapar los huecos que quedan por cubrir tras la suspensión de las oposiciones. Y muy sonado fue también el enfrentamiento que mantuvo con el exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, después de que tras su condena por el caso Gürtel, a Garzón se le redujera la protección personal.

Aunque la mayor polémica con la que le ha tocado lidiar estalló tras la difusión de un informe sobre supuestas cuentas del presidente catalán, Artur Mas, en el extranjero. Pese a estar atribuido a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), el jefe de esta unidad negó su autoría. Episodios como este evidencian para los críticos un notable descontrol de las fuerzas policiales. Además, las relaciones entre Ulloa y el director de la Policía, Ignacio Cosidó, eran, según aseguran fuentes policiales, “muy malas”.

Ullua asegura ahora que abandona su puesto por "motivos personales". Algunas fuentes policiales interpretan que no ha podido soportar la enorme presión que supone ser secretario de Estado de Interior y, sobre todo durante los últimos meses.