La construcción de dos presas hidroeléctricas en China e India amenaza a comunidades de pescadores en Bangladés: “Ya he cambiado de casa 15 veces”
Los expertos climáticos advierten de que construir estas infraestructuras en una región propensa a los terremotos y a las inundaciones puede provocar el desplazamiento de miles de personas al aumentar la erosión que provoca el río
El eco de la lluvia ligera que repiquetea sobre el río Yamuna suena en las frondosas calles de Sirajganj, una ciudad del noroeste de Bangladés. Es una tarde de finales de mayo, en pleno monzón. Un grupo de mujeres lava la ropa en la orilla del río, mientras sus hijos se bañan en él. En el horizonte, los pescadores regresan a la orilla con las capturas del día. Mientras echa el ancla de su barca de color azul y la ata con una cuerda, Ghulam Mustafá, uno de los pescadores, dice que siempre ha vivido junto al caudaloso río Yamuna. “Este río es nuestro sustento”, dice el anciano de 70 años.
“En esta parte del río normalmente pescamos hilsa, el pez nacional de Bangladés, y con eso gano entre 1.000 y 1.500 BDT (entre 7 y 10 euros) al día”, añade, al tiempo que corre hacia un refugio cuando la lluvia empieza a caer con fuerza en la zona.
Acurrucados en una gran tienda verde junto a otros pescadores y sus familias, Mustafá habla con ellos del plan para proteger la región de la erosión que provoca el río en las riberas. Dicen que durante el monzón es más intensa por los cambios que sufre el caudal. “La mayoría de nosotros nos hemos criado junto a este río, que solía estar a unos 10 o 12 kilómetros de distancia de la tierra firme. Pero ahora el río ha desgastado la orilla y se ha acercado mucho más. Cada año, durante el monzón, la lluvia hace que el río arañe nuestras tierras. La degradación del terreno intensifica las inundaciones y nos obliga a abandonar nuestros hogares”, dice. “Ya he cambiado de casa 15 veces. Eso hace que el río empiece a parecerme una carga. Pero necesito residir junto a él para ganarme la vida”, dice Mustafá.
La erosión de las riberas podría empeorar. El pasado domingo, China comenzó a construir una gran presa hidroeléctrica en un río que atraviesa el Himalaya y Bangladés. El río nace en el Tíbet con el nombre de Yarlung Tsangpo, atraviesa el noreste de la India con el nombre de Brahmaputra, recorre el sur de Bangladés, donde se llama Yamuna y, por último, desemboca en la bahía de Bengala. En respuesta a China, India planea construir otra presa en su territorio para amortiguar los posibles cambios en los caudales de agua. Los expertos climáticos advierten de que construir estas infraestructuras en una región propensa a los terremotos y las inundaciones podría provocar el desplazamiento de miles de personas, sobre todo en Bangladés, puesto que una gran parte de su territorio coincide con uno de los deltas más grandes del mundo, el que forman el Ganges, el Brahmaputra y el Meghna.
Altab Vyapari, de 61 años, observa el río y dice que es lo que los sostiene, porque les permite ganarse la vida con la pesca y el transporte de personas y mercancías. “Pero todo lo que perdemos por culpa de este río es mucho más. Cada vez que erosiona las orillas, las inundaciones aumentan y se llevan nuestras casas. Desde que era niño, mi familia y yo nos hemos mudado 11 veces”, afirma. “También sabemos que, en este río, que nace en el Himalaya, se van a construir dos presas. Espero que esto no agrave la erosión”, declara.
Ya he cambiado de casa 15 veces. Eso hace que el río empiece a parecerme una carga. Pero necesito residir junto a él para ganarme la vidaGhulam Mustafá, pescador
Malik Fida Khan, director ejecutivo del Centro de Servicios de Información Medioambiental y Geográfica (CEGIS, por sus siglas en inglés), con sede en Daca, señala que el Ganges, el Meghna y el Brahmaputra generan aproximadamente 1.000 millones de toneladas de sedimentos, de los cuales 550 millones de toneladas proceden en concreto del Brahmaputra, el Yamuna bangladesí. “Eso ayuda a equilibrar los sedimentos que arrastra el agua del sistema fluvial y tiene un papel crucial en la formación del delta”, explica.
“Cualquier infraestructura, como unas presas hidroeléctricas río arriba, va a cambiar el patrón del caudal, tanto la cantidad como los depósitos de sedimentos, que disminuirán. Y aumentarán las probabilidades de desgaste en las orillas, sobre todo en las riberas del Brahmaputra. Es decir, prevemos que habrá más erosión, lo que podría causar la pérdida de una enorme extensión de tierra”, afirma.
“En segundo lugar, el cambio en el patrón del caudal aumentará la salinidad del agua del río, con los perjuicios consiguientes para las tierras de cultivo, la pesca de agua dulce y la calidad del agua potable, además de una mayor vulnerabilidad de las costas”, añade Khan.
Desplazamiento interno
La erosión del río parece ser la mayor preocupación de Bithi. Esta mujer de 30 años, de una familia de pescadores, ha crecido junto al río en Sirajganj. Aunque reconoce que es una fuente de ingresos, teme que la erosión vuelva a desplazarlos. “Durante el monzón, el río se desborda e inunda todo y el agua suele entrar en casa, así que no tenemos más remedio que trasladarnos a zonas más seguras y esperar a que mejore el tiempo para volver”, explica.
El Gobierno debería esforzarse más en ayudarnos si se van a construir esas presasRahib Chaudhary, de 16 años
“Ahora mismo, si vamos río arriba, podemos ver que el caudal ha aumentado y eso desgasta las orillas. Y no creo que vaya a detenerse si además se construyen presas”, sostiene.
Según el Centro de Observación de los Desplazados Internos (IDMC, por sus siglas en inglés), en el país hubo, entre 2008 y 2024, 18 casos de erosión de orillas, que provocaron el desplazamiento interno de más de 5.000 personas.
Rahib Chaudhary, de 16 años, dice que le da miedo la erosión de las riberas del río, pero subraya que está deseando encontrar una solución. “Ayudo a mi padre a transportar bloques de arena, cemento y piedra para colocarlos en la orilla y así parar la erosión y las inundaciones”, explica mientras señala las losas que ya ha puesto como preparativo para la estación del monzón. Su padre dice que la solución se la enseñaron unos ingenieros nacionales que les dijeron que era una manera eficaz de protegerse a sí mismos y de defender la orilla frente al desgaste. “El Gobierno debería esforzarse más en ayudarnos si se van a construir esas presas”, añade Chaudhary.
En marzo, durante una reunión entre el presidente chino, Xi Jinping, y el asesor jefe del Gobierno provisional de Bangladés, Muhammad Yunus, se habló sobre el proyecto de Pekín de construir la presa. Los dos países acordaron “reforzar la cooperación en materia de previsión hidrológica, prevención de inundaciones y reducción de desastres”, según anunciaron. Según declaró al periódico local Daily Star, Syeda Rizwana Hasan, asesora de los Ministerios de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático y de Recursos Hídricos, las autoridades chinas han asegurado a Bangladés que no se desviará el curso del río.
Aunque las relaciones entre Nueva Delhi y Daca son tensas desde que, el año pasado, se destituyera a la primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, el primer ministro de la India, Narendra Modi, se reunió con Yunus el pasado abril en Bangkok (Tailandia), durante la Cumbre BIMSTEC, y ambos abordaron los acuerdos para compartir el agua del río. EL PAÍS no ha recibido respuesta del Gobierno provisional de Bangladés sobre el resultado del diálogo conjunto entre los países afectados sobre las presas hidroeléctricas.
Mientras tanto, según Khan, los bloques de piedra en las orillas no son la solución más eficaz a largo plazo. Destaca la importancia de que se emprenda un diálogo o un estudio conjunto con China e India. “Mi sugerencia en estos momentos es que China e India intercambien informaciones sobre el tipo de tecnología que están utilizando para construir las presas y si prevén algún cambio del caudal y el paso del río”, explica. “Así podremos juzgar cuál es la mejor solución para prevenir la erosión y ayudar a la gente que vive río abajo”.
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