Ir al contenido
_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El optimismo del BCE

La nueva bajada del precio del dinero certifica que la economía europea resiste a la guerra arancelaria de Donald Trump

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, durante la rueda de prensa de este miércoles en Fráncfort.
El País

El Banco Central Europeo (BCE) acordó ayer rebajar los tipos de interés un cuarto de punto y situar la referencia en el 2%. Es el nivel más bajo desde diciembre de 2022 y la octava rebaja aprobada en el último año. Con ella la autoridad monetaria europea empieza a señalar la salida de la senda de rebajas del precio del dinero. Es más que probable que el banco se tome un respiro en la reunión de julio antes de decidir su próximo movimiento, y es igualmente previsible una nueva reducción en septiembre. El mensaje clave de la reunión es que el Eurobanco está “en buena posición” para navegar la incertidumbre, aunque el equipo de Christine Lagarde tiene un ojo en las previsiones macroeconómicas de Europa y el otro en los destrozos que puede causar la guerra comercial de Trump. De momento, la decisión de ayer permitirá abaratar un poco más las hipotecas y reducir el coste del crédito para las empresas.

La entidad se muestra relativamente optimista respecto al horizonte de la zona euro. El BCE considera que, pese a los aranceles de Estados Unidos, la economía europea se ha mostrado más resistente de lo que se temía y que la caída de los precios de la energía y el fortalecimiento de la moneda única permiten compensar el impacto de la subida arancelaria y mantener la inflación bajo control. Fráncfort subraya que el dato de la inflación en mayo, el 1,9%, confirma que ha logrado la estabilidad de precios.

El banco rebaja sus estimaciones de inflación para este año hasta el 2% y el 1,6% para el que viene y apenas revisa las previsiones de crecimiento, que cerró el primer trimestre con un aumento del 0,3% frente al descenso del 0,2% de EE UU. Es, sin embargo, una apuesta que no todos comparten, ya que numerosos analistas temen que la errática política comercial estadounidense acabe minando el crecimiento y que el alza de los aranceles se traslade más pronto que tarde a los precios. Es más, la decisión del banco ha contado en esta ocasión con el voto en contra de uno de los miembros del consejo y es bastante probable que los halcones, contrarios a seguir relajando los tipos, se hagan más fuertes en próximos encuentros.

El escenario geoeconómico invita a la cautela. Una moneda fuerte en medio de una guerra comercial acaba dañando a las exportaciones, y el euro volvió a apreciarse ayer tras la decisión de Fráncfort. Ni EE UU ni China van a permitir en estas condiciones que sus monedas se aprecien, lo que hará que los productos europeos se encarezcan. Lagarde confía en que el aumento del gasto en defensa y en infraestructuras previsto en la eurozona y, sobre todo, en Alemania, acabe contagiando al resto de los sectores y reactive el crecimiento a través de esa especie de keynesianismo de guerra que se impone en el continente. Como bien recordaba Lagarde, ese gasto debe ir acompañado de reformas estructurales como las recetadas por su antecesor, Mario Draghi, con el objetivo de reducir la burocracia y aumentar la productividad. Europa debe, además, profundizar en la unión bancaria y el mercado de capitales. Un debate que sigue sin abordarse con seriedad en el seno de la Unión, y que es el soniquete habitual en Fráncfort.

A lo largo de estos meses, Lagarde ha insistido en que la entidad iba a decidir en función de los datos, lo que no compromete a nada. Pero los datos siempre reflejan una realidad pasada y eso puede provocar que las decisiones monetarias se tomen en ocasiones con retraso. En un momento en el que se está redibujando un nuevo orden económico mundial, los bancos centrales deben estar dispuestos a cambiar con rapidez el rumbo si así lo exigen las circunstancias. Los tipos de interés son un artificio sutil que liga el presente con el futuro. Que el precio del dinero, una de las variables fundamentales para la economía y para las decisiones de los agentes, dependa tanto de cómo se levanta Donald Trump da la medida del grado de inquietud que se ha instalado en la economía global.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_