Fitch alerta de mayores riesgos para los bancos mexicanos por los aranceles de Trump
La agencia advierte de que el sistema financiero del país enfrentará más presiones en sus ingresos y deterioro en los préstamos debido a la política proteccionista de Estados Unidos


El muro arancelario de Donald Trump presionará las utilidades y elevará los costos de los créditos de los bancos mexicanos, advierte Fitch Ratings. La agencia ha desgranado los principales riesgos que encarará la banca del país por los amagos arancelarios del presidente estadounidense: inestabilidad, contracción de sus márgenes de ganancias por tasas más bajas y deterioro en los préstamos, entre otros. “Los colchones de capital y los perfiles de liquidez apoyan las calificaciones sobre los bancos, pero la incertidumbre causada por la inminente recesión inducida por los aranceles eleva el riesgo crediticio”, indica la calificadora en su reporte. El cambio en el tablero en las relaciones México-Estados Unidos pondrá a prueba una racha de cuantiosas ganancias para los bancos afincados en el país. El año pasado, en un entorno de tasas altas, el sector reportó beneficios históricos: más de 288.340 millones de pesos, un alza del 6%, respecto a 2023.
En la misma línea de otras agencias calificadoras, Fitch ha recortado sus pronósticos de crecimiento para México ante la nueva relación comercial, a punta de aranceles, con Estados Unidos, su principal socio comercial. La agencia prevé un crecimiento económico de la segunda economía de América Latina de 0% en 2025 y de 0,8% en 2026. “Nuestros pronósticos implican que la economía mexicana enfrentará una recesión técnica este año, con una contracción de la producción en el segundo y tercer trimestre de 2025″, detalla Fitch.
La calificadora da por descontado que el aterrizaje de aranceles en México producirá una recesión económica con diversos impactos negativos en la construcción, el comercio minorista y la edificación de vivienda. El efecto en cascada de las nuevas reglas tarifarias entre México y Estados Unidos, advierte la agencia, reducirá los beneficios de las carteras de préstamos, empeorará las perspectivas de negocio y el rendimiento financiero de los bancos mexicanos.
El impacto de la política arancelaria de Trump no será igual para todos. Fitch enfatizó que los bancos pequeños y medianos serán los más afectados, en específico, aquellos con menores reservas de capital y modelos de negocio menos diversificados y más expuestos a los sectores en los que se prevé se impongan aranceles como la industria automotriz, agrícola, energética, minera y de construcción.
Los siete principales bancos mexicanos calificados por Fitch concentraban el 71% de los activos totales del sistema al cierre de 2024. Estos bancos otorgan la mayoría de sus préstamos a grandes corporaciones, empresas y al sector público, además de créditos al consumo enfocados en clientes de alto poder adquisitivo. La calificadora matiza que la exposición bancaria a sectores sensibles a los aranceles de EE UU es moderada, solo 1% para la industria automotriz y 6% para construcción.
Aun con este escenario cuesta arriba, la agencia reconoce que los bancos mexicanos tienen capacidad suficiente para absorber los efectos negativos de la contracción económica. “La continua depreciación de la moneda es un riesgo, pero el riesgo cambiario se ve mitigado por la dolarización del sistema bancario mexicano. A finales de diciembre de 2024, el 16,5% de los préstamos y el 15,6% de los depósitos estaban denominados en dólares estadounidenses”, abunda el documento.
Fitch no es la primera calificadora en prender los focos de alerta sobre el sistema financiero mexicano por el efecto Trump. A principios de este mes, la agencia Moody’s cambió a negativa, desde positiva, la perspectiva para la banca del país. En su análisis, la calificadora mencionó que la tensión en la dinámica macroeconómica reducirá el apetito por el riesgo y, con ello, disminuirá la rentabilidad de los bancos y entes financieros.
México encara un panorama económico desafiante. La segunda economía de América Latina debe sortear la reciente tarifa del 25% al acero y al aluminio, así como la posibilidad de que EE UU imponga un nuevo arancel del 25% a todas las importaciones mexicanas. Aun si el país logra librar el impuesto general, Trump ha prometido un puñado de aranceles más a productos específicos, desde metales, pasando por automóviles y a componentes electrónicos. Puertas adentro, la economía mexicana también debe encarar la incertidumbre por la reforma judicial y la inflación de los costos laborales.
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