México jugará contra Sudáfrica, Corea del Sur y el ganador entre Dinamarca, Macedonia del Norte, República Checa e Irlanda
Los mexicanos tienen una oportunidad de oro para poder cambiar su historia en los Mundiales. El principal obstáculo es la carencia de una brújula de juego en la selección


El caso de la selección mexicana es similar al de un estudiante que se la pasa todo el año en un estado de tedio, más en los pasillos que en el aula. Todo cambia para él cuando sabe que está a punto de reprobar las materias del curso y tiene una última oportunidad. Ese agónico esfuerzo, que bien vale un seis agónico, lo celebra como un 10 y vuelve al mismo ritmo de saltarse las clases y omitir los deberes. Así ha sido el fútbol mexicano en los últimos 20 años en los que ha olvidado por convicción sus verdaderas tareas: la formación de talentos, su consolidación y dar el gran salto de calidad en el mundo.
Los directivos de los clubes mexicanos, quienes rigen el destino de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), han apostado por mantener aseguradas sus inversiones en el fútbol. En 2020, en plena pandemia, decidieron pausar indefinidamente el ascenso y descenso. El número de futbolistas extranjeros que se puede usar en cada equipo es el de nueve, algo que ha pausado la irrupción de los jóvenes que intentan sobresalir en las estructuras de fuerzas básicas. Hay una escasez de delanteros, creativos e incluso de porteros, algo en lo que el país tenía buenos semilleros. Las decisiones erráticas han llevado al límite a la selección absoluta, que ha tenido problemas para encontrar una buena camada de jóvenes para los Mundiales de 2022 y 2026.
En Qatar, Tata Martino lideró al grupo que fracasó rotundamente al ser eliminados en la fase de grupos, algo no visto en 40 años. Tras la caída, la FMF tardó 61 días en hacer un análisis de lo que era evidente. Prometieron un cambio, ficharon para el proceso de 2026 a Diego Cocca. El argentino solo pudo permanecer en el cargo cuatro meses. Su suplente, Jaime Lozano, se quedó con el equipo que ganó una Copa Oro, pero otro fracaso en la Copa América al ser eliminados en fase de grupos, puso su nombre en la picota. En julio de 2024, a menos de dos años del Mundial, los dirigentes nombraron a Javier Aguirre como su estratega, en una forma de revivir al equipo. En el camino ganó una Nations League y la Copa Oro frente a Estados Unidos. Al ser anfitrión, no jugó eliminatoria mundialista y tuvo que ceñirse a jugar partidos amistosos y, sin embargo, en los últimos seis juegos de la selección mexicana ha cosechado cuatro empates y dos derrotas. Desde la era Martino, la afición y el equipo viven un divorcio lleno de abucheos y actos rebeldes, como gritar “puto” para castigar a los jugadores. México espera que el efecto Mundial pueda transformar eso para reencontrarse con los suyos en las tribunas.
Así será el grupo de México en el Mundial:
Sudáfrica
Dieciséis años después, ambas selecciones coincidirán en una Copa del Mundo. En el primer Mundial africano, en 2010, los locales se mostraron ante los suyos con un buen partido que empezaron con ventaja gracias a un misil de Tsabalala y tuvo que entrar en acción el eterno capitán mexicano, Rafa Márquez, para empatar 1-1. Aquella vez el estratega era Javier Aguirre, quien esta vez encara su tercer ciclo al frente de su selección. Sudáfrica se metió al Mundial de 2026 gracias a una buena eliminatoria donde lideró su grupo por encima de Nigeria, que no se pudo clasificar, Benín, Lesoto, Ruanda y Zimbaue. Los bafana bafana están liderados por el belga Hugo Broos, quien ha hecho su carrera en casa y con una estela ganadora que se quedó en los noventa. La base de la selección está afincada en su país natal, con un par de jugadores que militan en Portugal (Phete y Sithole) y el atacante Luther Singh del Limassol de Chipre. Es aquí, en el partido inaugural, donde México puede sacar ventaja para intentar pasar de grupo y liderarlo.
Corea del Sur
Los mexicanos se han enfrentado a los surcoreanos en dos ocasiones, en ambas con buenos recuerdos. En Francia 1998, la selección mexicana venció 3-1 con la artimaña sobre el césped de Cuauhtémoc Blanco llamada Cuauhtemiña. En Rusia 2018, el Tri venció 2-0 a los asiáticos gracias a un gol de penalti de Carlos Vela y otro de Javier Chicharito Hernández. Eso, para infortunio de los mexicanos, está enterrado en el pasado. En las últimas eliminatorias mundialistas, los pupilos de Hong Myung-bo rozaron la perfección con un invicto de seis victorias y cuatro empates, por encima de rivales como Jordania, Irak, Omán, Palestina y Kuwait. El equipo es sólido, bien guiado por su goleador capitán Heung-Min Son, exjugador del Tottenham y ahora del Los Ángeles FC. El problema para México es que también tienen una sólida defensa gracias a Kim Min-Jae, central del Bayern. Además, cuentan con el creativo de Lee Kang-In, actual futbolista del PSG y con pasado en el Villarreal. Mexicanos y surcoreanos ya se enfrentaron este año, con un empate 2-2, un partido que ganaban los asiáticos y que un gol de tijera de Santi Giménez terminó por apaciguar el triunfo visitante. Los mexicanos tienen un duro rival si es que quieren pasar a la siguiente ronda.
Dinamarca, Macedonia del Norte, República Checa o Irlanda
El rompecabezas del Mundial 2026 aún no está definido. A estas fechas faltan por definirse los lugares pendientes que se resolverán en varios partidos de repesca por todo el mundo. A los mexicanos les tocará estar pendientes el 26 de marzo y 31 de marzo al repechaje europeo. En la primera fecha se enfrentará República Checa a Irlanda y Dinamarca a Macedonia del Norte. El ganador de cada una de las series se enfrentará en el partido decisivo el último día de marzo para definir al rival de México. Lucen muy peligrosas Dinamarca e Irlanda del Norte. Los primeros, ya habituales a las Copas del Mundo, tienen un grupo de jugadores que ha entusiasmado al país desde 2018: el portero Schmeichel, el centrocampista del Marsella Hojbjerg y el goleador del Nápoles Hojlund. Están heridos debido a que dejaron ir el boleto directo al Mundial tras ser remontados por Escocia (4-2).
Irlanda tiene el anhelo más que vivo de jugar un Mundial. En la última fecha de las eliminatorias crujieron el corazón de Hungría (2-3) para quedarse con el boleto a la repesca. Las esperanzas están puestas en su goleador, Troy Parrott (AZ Alkmaar), quien convirtió un triplete de ensueño en ese partido contra los húngaros. México ve con mucha zozobra lo que puede ocurrir en este cruce europeo porque es aquí donde puede dar el último salto para meterse a los dieciseisavos de final como primer lugar y jugar, de nuevo, en el Azteca.
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