La desesperanza de buscar desaparecidos en México también toca a las familias de los policías
Jalisco es el Estado con más agentes sin localizar, con 84 casos en seis años. Se han hallado 42 que fueron asesinados

Ana busca a su hermana con una extraña sensación dentro. “Es un poco como no buscarla, hace tiempo que sé que no la voy a encontrar”, dice antes de entrar junto a sus compañeros del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco a una casa diminuta y abandonada en el fraccionamiento Valle de Los Olivos, al sur de Guadalajara. Ana habla minutos antes de que el grupo comience a fracturar el piso de cemento con un rotomartillo y cavar y cavar y cavar.
Es complejo explicar cómo alguien puede buscar sin esperanza, que pareciera el principio fundamental de una búsqueda. Pero viendo el contexto, Ana no luce pesimista, sino forjada por los golpes de realidad. Jalisco es el Estado con más desaparecidos de México, con al menos 15.943 personas que no han sido localizadas.
Tres de los cinco hijos de Virginia Muñoz González, empleada como policía de Guadalajara, estaban afuera de su casa en la colonia Heliodoro Hernández, al noreste de la ciudad, cuando varias camionetas con hombres armados se detuvieron enfrente. Era el 3 de abril de 2021. Los niños corrieron adentro de la casa, pero el último, entonces un niño de 12 años, no alcanzó a cerrar la puerta porque los hombres ya estaban detrás. Virginia, entonces de 40 años, salió de su recámara. “¿Vicky?”, le preguntó uno de los sujetos.
“Yo pienso que si ella no hubiera contestado que sí, no se la hubieran llevado, porque otros hombres entraron enseguida, no estaban seguros cuál era la casa. Pero es algo de instinto, si están tus hijos no quieres que les pase nada, por eso no se resistió”, dice Ana, hermana de Virginia. “Ahorita regresa”, le dijo uno de los hombres a los menores que suplicaban que no se la llevaran.
Ahí inició el recorrido de la desesperanza para la familia de la policía recién ascendida a segundo comandante y con una trayectoria de 20 años en el cuerpo de Guadalajara, donde llegó a formar parte del Grupo de Élite Lobos. No importó su antigüedad, ni su rango, ni su trayectoria, no importó que fueran sus compañeros de años, no importó incluso ser la compañera de patrulla, para que uno tras otro negaran conocer a Virginia y la borraran de la historia de la corporación.

Aunque Virginia Muñoz existió, por supuesto. Quedan los registros de su nómina en la Plataforma Nacional de Transparencia, las declaraciones de la Fiscalía General de Jalisco, donde aseguran que la siguen buscando e incluso una investigación de la ahora Fiscalía General de la República por la desaparición de una policía en activo. Este es también el Estado donde más elementos de seguridad desaparecen.
“Yo creo que la Policía de Guadalajara está involucrada, por eso nos tratan así, por eso no la buscan, por eso no creo que pueda encontrarla”, dice Ana.
La crisis
De 2019 a la fecha han desaparecido 84 elementos de seguridad en Jalisco, entre policías municipales y estatales. Han sido localizados 42, de acuerdo con datos de la Fiscalía estatal obtenidos por Transparencia. La información no especifica de los localizados cuántos fueron hallados sin vida. Sin embargo, según los registros periodísticos y el conteo de la organización Causa Común de Policías Asesinados –que registra 147 homicidios de policías en Jalisco entre 2018 y 2024– se infiere que la mayoría de los encontrados fueron asesinados.
El caso más reciente fue en Teocaltiche, al norte de la entidad, el 18 de febrero de este año, cuando desaparecieron ocho elementos municipales y un civil que los trasladaba a Guadalajara para realizar los exámenes de control de confianza. Un día después fueron hallados 14 bolsas con los cuerpos desmembrados de cuatro policías. Los otros cuatro agentes y el chofer siguen sin ser localizados. La Policía Municipal de Teocaltiche fue intervenida por este caso y desarmada para interrogar a los agentes. La seguridad quedó a cargo de la Policía del Estado durante unas semanas, de acuerdo con el gobernador del estado, Pablo Lemus.
Recientemente, el mandatario dio a conocer que el mismo proceso se aplicó con la Policía del Municipio de La Huerta, ya que encontraron indicios que apuntaban a que elementos de la corporación estaban involucrados en una desaparición forzada.
De los 42 policías que se encuentran desaparecidos, 32 pertenecen a policías de diversos municipios de Jalisco, mientras que 10 son estatales, de acuerdo con la Fiscalía.

La onda expansiva de la desaparición
Poco más de dos años después de la desaparición de Virginia, el 23 de septiembre del 2023, fue secuestrado en Tlaquepaque Gregorio Bernardo Muñoz mientras arreglaba una bicicleta. El sobrino de Ana y de Virginia tenía entonces 21 años. El padre del chico, Humberto Muñoz, a pesar de estar ciego, comenzó entonces la búsqueda de su hijo. El 1 de noviembre un comando armado también se lo llevó de su domicilio en la colonia Miravalle.
Hasta el momento no se sabe nada ni de Virginia, ni de su hermano Humberto, ni del hijo de este, Gregorio.
“Yo busco para que los demás encuentren, por todos los desaparecidos, para que mi mamá no salga porque ya está grande y aunque quiere estar en las búsquedas sus piernas ya no aguantan”, dice Ana, que va con los Guerreros Buscadores de una casa en otra en las que sospechan que puede haber fosas. Una de estas está en el Valle de Los Olivos, donde cavaron hasta un metro de profundidad, retiraron una piedra grande y vieron la dentadura de una osamenta.
“Entonces hay que dejar de cavar y llamar a la Policía para que resguarden la escena hasta que llegue el Servicio Médico Forense”, dice Ana, la mujer que busca sin esperanza, pero que igual encuentra.
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