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Qué hacer y qué no si está dentro de su coche durante una inundación

No hace falta que el agua alcance el nivel de la carrocería o algún componente del motor para provocar un escenario de alto riesgo. Unos 15 centímetros bastan para perder el control de un auto compacto

Inundaciones en Viaducto, Ciudad de México, en junio de 2025.
Alejandro I. López

Calles inundadas, ríos desbordados y coches cubiertos hasta el toldo: la temporada de lluvias en Ciudad de México ha superado con creces los registros históricos y de paso, mostrado el poder destructivo del agua en la capital. Se trata de una megalópolis de más de 20 millones de habitantes cuyos problemas de drenaje y densidad poblacional quedan al descubierto con cada tormenta. Este año, las inundaciones se han concentrado especialmente en calles y avenidas principales. Las escenas de autos hundidos en bajopuentes, autobuses incapaces de seguir su ruta y coches remolcados se repiten desde junio, que marca el inicio de la temporada de lluvias en el Valle de México, hasta septiembre. Con agosto en curso —el mes en el que históricamente llueve más, según los registros históricos— y más días tormentosos en curso, actuar rápidamente cuando se está al volante en medio de una inundación es clave para evitar situaciones extremas.

El dilema de cruzar una calle inundada y la regla de oro

Cuando se trata de conducir a través de inundaciones, la regla de oro de la protección civil en todo el mundo es sencilla: si el camino parece estar inundado, lo mejor es poner marcha atrás y no intentar cruzarlo. No obstante, en la realidad un sinfín de factores propios de los entornos urbanos como la falta de visibilidad durante una tormenta y la inundación repentina de avenidas principales y bajopuentes debido a las fallas en el sistema de drenaje dificulta tomar una decisión para ponerse a salvo a tiempo.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés), bastan 15 centímetros de agua —la altura de un teléfono celular, o de una corriente apenas por encima del tobillo— para perder el control de un auto. Contrario a la opinión popular, no hace falta que el agua alcance el nivel de la carrocería o algún componente del motor para provocar un escenario de alto riesgo. Una vez debajo del coche, el peligro para el conductor y sus acompañantes aún está latente: los mismos 15 centímetros de inundación son capaces de derribar a un adulto, de ahí que sea clave identificar si se está ante agua estancada o una corriente que fluye con fuerza.

Inundación CDMX 1

En medio de una inundación, la fricción se reduce con cada milímetro de agua, y por lo tanto, el agarre del coche al piso y la estabilidad para conducirlo pueden empeorar rápidamente, incluso en un camino que en principio parece nivelado. Más aún cuando se trata de inundaciones en desniveles o bajopuentes, una imagen que se ha repetido en esta temporada de lluvias en avenidas como Circuito Interior en la capital.

Si 15 centímetros son suficientes para perder el control al volante, una inundación de 30 centímetros basta para arrastrar la mayoría de coches, una situación de riesgo que puede convertirse en extrema cuando un auto pierde toda la adherencia al suelo y flota a merced de la inundación. El riesgo es aún mayor cuando el agua se acompaña de una corriente. Tal es el caso de desbordamientos de cuerpos de agua, como sucedió con los ríos Buenaventura en Xochimilco y San Borja, en Álvaro Obregón a inicios de agosto. De ahí que subestimar un camino inundado, más aún cuando existe una corriente, supone una situación crítica que puede poner en riesgo la vida. Mecánicamente, la mejor decisión si el auto se apaga es no forzarlo. Con un nivel de inundación suficiente para superar las llantas, es muy probable que el agua haya entrado a los cilindros del motor y tratar de encenderlo únicamente agravará los daños en elementos como pistones y encarecerá su reparación.

Inundación CDMX 2

El escenario más crítico, sin embargo, ocurre cuando el nivel del agua aumenta súbitamente y comienza a rodear el auto. Para un auto promedio, se trata de una inundación que supera los 35 centímetros de altura. En ese momento, el peso del agua es mayor que el del auto mismo, un principio físico que bloquea las puertas e imposibilita abrirlas, incluso si el agua apenas cubre su borde inferior por unos centímetros. El mayor riesgo está en quedar atrapado al interior cuando el coche se llene de agua, especialmente en escenarios donde la inundación sigue en aumento. En una situación extrema de esta naturaleza, cuando salvar al auto no es prioridad, lo mejor es actuar rápidamente y abrir las ventanas antes de que el agua las alcance o el sistema eléctrico del auto comience a fallar y salir a través de ellas hacia el techo del coche.

Inundación CDMX 3

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Sobre la firma

Alejandro I. López
Es editor SEO en EL PAÍS México y América. Antes en National Geographic en español, Architectural Digest y Muy Interesante. Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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