Paros técnicos y despidos en la industria automotriz y siderúrgica en plena guerra comercial con Trump
Más de 6.500 personas han sido despedidas solo en el Estado de Coahuila debido a los aranceles al acero y aluminio


Las alertas por el muro proteccionista de Donald Trump siguen atizando a México. De acuerdo con fuentes sindicales, las compañías de la industria automotriz y del acero han recurrido a paros técnicos y despidos para enfrentar las medidas proteccionistas de Estados Unidos sobre las exportaciones mexicanas fuera del TMEC, los autos foráneos y el acero y el aluminio. Tereso Medina, secretario general de la Federación de Trabajadores del estado de Coahuila de la CTM, afirma que la armadora General Motors despidió a 1.200 personas de su factoría en ese Estado. La empresa solo ha mencionado que los paros técnicos en su planta de Ramos Arizpe han sido suspensiones programadas por mantenimiento en las líneas de producción. Y afirma que estos ajustes operativos no son derivados del tema arancelario entre México y EE UU.
El líder sindical, no obstante, asegura que las nuevas tarifas de EE UU a México han supuesto un cisma para la cadena automotriz y de manufactura de la entidad norteña de Coahuila, sumando a las filas del desempleo a unas 6.500 personas en el Estado. “Desde que conocimos la amenaza de los aranceles, que es una realidad, la primera compañía que inició la reducción de 1.200 plazas laborales, de las cuales 850 fueron sindicalizadas fue General Motors. El sindicato intervino también para que los trabajadores salieran con todos sus derechos laborales y con el compromiso de que si en un futuro la compañía decidía volver a contratar tuvieran ellos la oportunidad de participar en primera instancia”, indica.
Medina añade que además de General Motors, otras empresas han cerrado plazas laborales en el Estado, por ejemplo, Trinity Industries de México. La compañía, abocada a la construcción de vagones de ferrocarril situada en Sabinas, Coahuila, despidió a 400 personas, de un equipo de unos 1.600 puestos de trabajo. “Bajo este panorama, lo que el sindicato negoció fue el llevar a cabo paros técnicos en vez de realizar despidos de trabajadores y hasta este momento se ha operado de esta manera, con el ánimo de evitar la cancelación de más puestos de empleo. Lo que estamos viendo es una pausa de generación de empleos, si bien es cierto ya no ha habido despidos, tampoco hay contrataciones”, indica el líder de la CTM.
El portavoz sindical asegura, que otras de las medidas que implementaron en este primer tramo del año fue el aplazamiento de las negociaciones colectivas de los salarios, debido a la incertidumbre de los aranceles de Trump. Algunas firmas, menciona Medina, ya se están llevando a cabo. En algunas empresas se han logrado alzas salariales del 10%. “Las compañías están reflexivas, están reacomodando sus estrategias financieras y no han decidido aumentar su producción. Estamos viendo también que si bien no hay pérdidas de empleos masivas, mi percepción es que hay cancelación de plazas ‘hormiga’, es decir, de cinco, diez plazas”, menciona.
A principios de junio, la armadora General Motors anunció que trasladará una parte de su producción de México a Estados Unidos. La armadora dio a conocer un ambicioso plan de inversión de más de 4.000 millones de dólares en Estados Unidos, que incluye el traslado de la producción de algunos de sus modelos de México a factorías estadounidenses. El desembolso implica el ensamblaje de sus modelos Chevrolet Blazer y Chevrolet Equinox, actualmente producidos en México, en plantas de Estados Unidos.
Fuentes allegadas al sector siderúrgico secundaron esta caída en el empleo, con más de 3.000 plazas en el Estado de Coahuila. Desde el pasado 4 de junio, esta industria sufrió un severo revés al ver cómo se eleva su arancel del 25% al 50%. El acero y el aluminio son dos insumos vitales para la industria manufacturera, automotriz y de construcción. El muro arancelario de Trump ha provocado fuertes pérdidas en los mercados financieros y en el mercado laboral. A las crisis geopolíticas actuales se suma aún el panorama poco alentador del comercio internacional por las políticas proteccionistas vigentes de EE UU.
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