La DEA asegura que el Cartel Jalisco espió a sus agentes en Estados Unidos
Un agente especial de la agencia antinarcóticos detalla ante el Senado de EE UU cómo el cartel mantuvo operaciones de espionaje y vigilancia en Washington contra agentes durante el juicio contra Rubén Oseguera González, hijo del Mencho


El mensaje que quieren dar los cárteles de droga mexicanos en Estados Unidos es claro: “Estamos aquí. Estamos entre vosotros”. Así lo ha relatado el agente especial de la DEA, la agencia antinarcóticos estadounidense, Matthew W. Allen, al ser preguntado por el riesgo de las organizaciones criminales del país vecino en Estados Unidos. Allen ha informado que miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación han mantenido operaciones de espionaje y vigilancia en Washington contra agentes de su agencia durante el juicio contra Rubén Oseguera González, alias El Menchito, el hijo del líder del cartel, Nemesio Oseguera El Mencho. En la audiencia ante el senado de EE UU, Allen ha contado cómo el grupo criminal tomó represalias contra familiares de informantes en casos relacionados con el CJNG, un ejemplo de la violencia que acostumbra a usar este grupo y de la amenaza que supone para los ciudadanos estadounidenses.
El agente especial de la DEA ha asegurado que tienen pruebas de que miembros del cártel vigilan a agentes de la DEA en territorio estadounidense y que algunas de esas operaciones ocurrieron en paralelo al juicio del Menchito. “En mis más 22 años de carrera en la agencia en Los Ángeles y en otros puntos del mundo he sido testigo de varias instancias que demuestran que los carteles y las organizaciones criminales vigilan a nuestra gente tanto en Estados Unidos como en México”, ha explicado. Allen asegura que estas actividades “son frecuentes”, y que sus agentes notan que están siendo espiados cuando salen a ejecutar una orden de búsqueda o de aprensión. Cuando se percatan de que les siguen, deben avisar a la policía local para que detenga el coche sospechoso de seguirles el rastro e iniciar una investigación. El agente ha usado esta actividad como un ejemplo para demostrar el peligro que enfrentan todos los días los hombres y mujeres que trabajan en la DEA en sus operativos, aunque sea en su propio país. “He perdido a muchos amigos en este trabajo”, ha lamentado.
El Comité Judicial del Senado de Estados Unidos ha convocado este martes la audiencia titulada “La delgada línea azul que protege a Estados Unidos de los cárteles” para evaluar el peligro que suponen las organizaciones criminales mexicanas para sus fuerzas del orden. Para ejemplificar la violencia a la que se enfrentan, Allen aseguró que después de la captura del hijo del Mencho y su procesamiento judicial en Estados Unidos, el cartel de su padre tomó represalias en México. “Dispararon a la mujer y asesinaron a la hija de un informante colaborador, y mataron a un soldado de la armada mexicana. A esto nos enfrentamos, a un cartel paramilitar con alcance global dispuesto a matar familias y vigilar a trabajadores estadounidense en nuestro propio territorio”, añadió.

Poco antes de los asesinatos, Rubén Oseguera González había sido sentenciado a cadena perpetua y al pago de una multa de más de 6.000 millones de dólares en la Corte del Distrito de Columbia, en Washington. El heredero del Mencho fue declarado culpable de conspiración para traficar metanfetaminas y cocaína, y de uso ilegal de armas de fuego en relación con sus actividades criminales en septiembre pasado. El hijo del capo había sido detenido el 23 junio de 2015 en México, liberado una semana más tarde por orden de un juez y recapturado minutos más tarde por la desaparición de dos personas. Finalmente, fue extraditado en febrero de 2020 y procesado cuatro años después. Fue el mayor golpe judicial que recibió el CJNG, considerado actualmente el más poderoso de México en comparación a su rival, el Cartel de Sinaloa, debilitado por las guerras internas entre sus propias facciones.
Estados Unidos no cesa en sus intentos por acabar con la organización. Tras declararlas como grupos terroristas, hay una recompensa de 15 millones de dólares por la cabeza del Mencho y se han congelado los bienes y propiedades de él y de otros tres líderes del cartel. Mientras, Nemesio Oseguera Cervantes y su hermano Don Rodo siguen liderando al cartel y siendo el trofeo más codiciado de las autoridades antidroga estadounidenses.
La vida del yerno de El Mencho en Los Ángeles
En la audiencia, el agente de la DEA detalló cómo vivía parte de la familia de El Mencho como vecinos de una “comunidad cerrada” en Riverside, California. “Justo al final de la calle del jefe de policía”, ha matizado Allen. La propiedad de Cristian Fernando Gutiérrez, alias El Guacho, y la hija de Nemensio Oseguera fue cateada por la DEA y encontraron bolsas de basura a rebosar de relojes de lujo marca Rolex, bolsos de diseñadores exclusivos y un millón en efectivo. En total, había mercancía valorada en 2.25 millones de dólares. “Esta gente no se escondía en las sombras, estaban escondidos a plena vista. Comprando en nuestras tiendas, enviando a sus hijos a nuestros colegios y lavando muerte a través del sueño americano”, ha subrayado el agente.
El Guacho escapó a Estados Unidos a vivir una vida de lujo después de fingir su muerte en México, donde estuvo involucrado en el secuestro de dos marinos mexicanos en noviembre de 2021. El crimen fue una respuesta del CJNG a la captura de Rosalinda González Valencia, la esposa del Mencho, en la zona metropolitana de Guadalajara. Cuando finalmente fue detenido a finales del año pasado, las autoridades estadounidenses le acusaron de ser uno de los líderes del cartel y relataron cómo el yerno del líder asumió una identidad falsa para “evadir la justicia y darse una vida de lujos en California”.
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