La caída de 1Fit, de revolucionar el acceso a los gimnasios a dejar miles de afectados en México

El empresario de Kazajistán Murat Alikhanov presumía hace un mes que en el primer cuatrimestre de 2025, 1Fit, la app de la cual es fundador y director ejecutivo, había generado 1,2 millones de dólares en suscripciones en México. En sus palabras, los números estaban “jodidamente bien”. La aplicación de membresías, que permitía a los usuarios el acceso a miles de gimnasios, estudios (de pilates, yoga, danza), entre otras disciplinas deportivas, había entrado con fuerza al país en verano del año pasado. En ocho meses logró establecerse en Guadalajara y expandirse a Ciudad de México y Querétaro, atrayendo miles de usuarios y establecimientos por su innovadora fórmula. Hasta que hace poco más de un mes, el 29 de abril, cuando miles de usuarios se disponían a acceder a una clase de su preferencia, recibieron un balde de agua fría: 1Fit, de forma intempestiva, anunciaba el cierre de sus operaciones y que dejaba el mercado mexicano al enfrentar “graves dificultades financieras”.

1Fit, que aún opera en Malasia, Kazajistán, Azerbaiyán, Uzbekistán y Emiratos Árabes Unidos, ofrecía distintos tipos de membresías. Desde 7.000 pesos por tres meses hasta 18.000 por un año. La opción anual permitía hasta 12 ingresos al mes por estudio, gimnasio o cualquier otra disciplina disponible. Bianca Caudillo, una de las representantes de un grupo de al menos 3.000 personas afectadas en Guadalajara, cuenta que las ofertas en la app eran constantes. Casi cada fin de mes ofrecían algún tipo de descuento. De acuerdo con el último tabulador de precios en la página web de la empresa, la tarifa por un contrato anual bajó hasta 8.990 pesos.

Bianca, quien todavía tiene poco más de 7.000 pesos por pagar hasta que concluya su membresía, afirma que al menos dos semanas antes del cierre de 1Fit, la empresa comenzó con esta estrategia agresiva ofreciendo precios promocionales en las membresías por un año. La misma usuaria afirma que los bancos, en muchos casos, no están accediendo a la devolución de los montos abonados, a pesar de que a muchos usuarios aún les queda varios meses por pagar hasta cumplir con el año contratado.

Según cuentan María Valtierra y Ana Zárate, dos propietarias de estudios de baile en Ciudad de México que trabajaban con la app, no recibieron ningún tipo de advertencia o notificación sobre el cierre de 1Fit. Ambas, como muchas otras propietarias, se enteraron por rumores el 28 de abril. Pensaron que se trataba de una estrategia por parte de otras empresas competidoras. Pero cuando varios de sus clientes de la app no pudieron acceder al registro de sus clases; o cuando las reservaciones comenzaron a ser canceladas automáticamente en sus dispositivos, comenzaron a sospechar que algo no estaba bien.

“Quisieron secuestrarnos en México”

El 29 de abril, Alikhanov, quien fue nombrado como uno de los empresarios menores de 30 a seguir por la revista Forbes, subió una historia a su cuenta en Instagram con un texto en ruso que decía: “¿Quieres escuchar la historia de cómo quisieron secuestrarnos en México, pero rápidamente huimos?”. Esto terminó de encender las alertas.

Un día después llegó un anuncio oficial a través de la web y sus distintos canales en redes sociales. “La decisión de suspender operaciones fue tomada a nivel corporativo. [...] Queremos dejar en claro que esta situación no obedece a conductas fraudulentas o engañosas por parte de la empresa o su personal”, señalaba un fragmento del comunicado.

Una de las propietarias de los estudios de baile dice que, por lo general, no tuvo problemas con la app durante su funcionamiento. En cambio, la otra llevaba los tres últimos meses anteriores al cierre de operaciones con dificultades para recibir los pagos, “pero al final sí cumplían”, cuenta. Aun así, cada una tiene una deuda de unos 7.000 pesos parte de la app. De acuerdo con documentos a los que pudo acceder EL PAÍS a través de una exejecutiva de la empresa, existen al menos más de 700 negocios en las tres ciudades que quedaron adeudados, algunos incluso por sumas que ascienden a 60.000 pesos.

Una de ellas es Marisol Medina, de 32 años, dueña de un estudio de pilates en Ciudad de México. Su negocio apenas lleva unos meses abierto. Recibía al menos a 40 clientes a través de 1Fit. La app le pagaba 140 pesos por cada ingreso de un usuario y solo le quitaba el 30% del costo de la clase, a diferencia del 60% que le disminuían otros servicios similares.

“Desde ahí ya estaba mal, pero obviamente como propietaria dices, ¡wow!, una plataforma que va a dejar que cada cliente venga 12 veces a mi estudio y aparte me va a pagar bien el ingreso. Eso es justo lo que te llamaba la atención", dice Medina, a quien 1Fit le quedó debiendo 18.000 pesos.

En medio de la incertidumbre por el cierre de 1Fit, su director ejecutivo volvió a dar la cara el pasado 9 de mayo a través de un video grabado en su cuenta de Instagram. Volvió a repetir que la empresa enfrentó una “situación crítica” y que al ser una startup, ocasionalmente salen de los mercados, como les pasó anteriormente en Reino Unido y Kirguistán. Afirma que la salida “más sencilla y económica” sería iniciar un concurso mercantil para que lo que queda de fondos de la entidad sea repartido entre los acreedores por un juzgado, pero que por los “valores fundamentales” de 1Fit tiene la intención de cumplir gradualmente con los pagos.

“Normalmente dejamos de vender nuestras membresías, pero permitimos que los clientes existentes sigan usando el servicio hasta que sus suscripciones expiren [...] Algunos de nuestros socios dejaron de atender a nuestros clientes, diciendo que ya no aceptarían usuarios de 1Fit, lo cual provocó un enorme caos, solicitudes de reembolso y rumores de que 1Fit era un fraude. [...] Algunos incluso pensaron que yo era un estafador que había huido de México con todo el dinero. Entiendo cómo se sienten, pero les aseguro que esto no es así...”, afirmó en un segmento del video.

A pesar de la aclaración del empresario kazajo, la exejecutiva que prefiere guardar el anonimato, dio a conocer mensajes en los que Alikhanov ya tenía pensado dejar el país. “No había planes de recortar operaciones inmediatamente. Ocurrió porque alguien del equipo informó a los socios que íbamos a cerrar. ¿Tiene sentido continuar con las operaciones después de eso? No. La idea era no informar a nadie externo a la empresa para evitar el caos", respondió el creador de 1Fit en un chat de la empresa ante los reclamos de sus trabajadores.

Desde entonces, 1Fit no responde a sus usuarios en ningún canal o plataforma oficial de la empresa. Según esta misma fuente al interior de la empresa, a los empleados se les pagó la última quincena que trabajaron. Sin embargo, los dejaron de un día para el otro sin empleo y sin liquidación. Dice que, según el último reporte correspondiente al mes de marzo, la app generó en México alrededor de 70 millones de pesos ese último mes. Estas mismas personas confirman que un par de días antes del cierre, la compañía comenzó a ofrecer membresías anuales al dos por uno.

El director ejecutivo de 1Fit repitió en una entrevista al medio kazajo Digital Business, el 2 de mayo, la misma versión sobre que su vida corría peligro en Ciudad de México. En la misma publicación Alikhanov enfatizó que pagó “íntegrante” a sus empleados. Según los cálculos de la fuente al interior de la empresa, Alikhanov y Luis Miguel N, quien era el representante legal en México de la empresa —de quien no se conoce su paradero—, deben a los 69 ex empleados un monto aproximado de al menos 6 millones de pesos por el concepto de su liquidación laboral.

Las fiscalías de Ciudad de México y Jalisco están encima del caso, aún recaudando denuncias para llevar a cabo la investigación. La exejecutiva de la empresa calcula que al menos son 9.000 usuarios los que fueron estafados por 1Fit.

Luis Camacho, exusuario de la app y que es uno de los pocos casos que logró que su banco le haga la devolución de las tres membresías anuales que compró, dice que la gente está enardecida y que los bancos también son responsables. “Visa, Mastercard, American Express, Stripe, que es la pasarela de pagos que utilizaba la aplicación, todos, deberían de estar tratando de hacer algo por resolver esto. Los reclamos no van a parar hasta que haya una resolución”, finaliza.