Reingresa en prisión el exgobernador Mario Marín, acusado de torturar a la periodista Lydia Cacho
Un tribunal de apelación retira la prisión domiciliaria que una jueza había concedido en agosto al exmandatario de Puebla, que seguirá el proceso judicial desde la cárcel del Altiplano


El exogbernador de Puebla Mario Marín ha reingresado a la cárcel del Altiplano este miércoles por la noche, después de que una jueza de Quintana Roo le concediera en agosto pasado la prisión domiciliaria. La polémica medida cautelar, recurrida por la Fiscalía general y criticada por las organizaciones civiles y el entonces presidente, López Obrador, ha sido revocada esta semana por un tribunal de apelación, que le ha devuelto a la prisión de máxima seguridad desde donde había seguido anteriormente el proceso judicial que tiene abierto por ordenar la detención ilegal y la tortura de la periodista Lydia Cacho hace 20 años.
El Ministerio Público, que se opuso a la concesión de la medida desde el principio, ha criticado que “la resolución dictada en beneficio del imputado careció de fundamentación adecuada, no valoró los riesgos procesales y omitió considerar el riesgo de fuga y la gravedad de los hechos imputados”, según se lee en la nota de prensa posterior a la detención, que se ha producido en una operación conjunta entre la Guardia Nacional y la Sedena. El exmandatario priista se encontraba recluido en su domicilio desde hacía siete meses, con un brazalete electrónico, sin pasaporte y bajo supervisión directa. Antes de que la jueza le otorgara la medida cautelar, Marín ya había pasado tres años y medio en la prisión del Altiplano a la que acaba de reingresar, a la espera de la resolución del juicio.
Lydia Cacho ha celebrado la noticia con un vídeo difundido en sus redes sociales del que se ha hecho eco la organización Artículo 19. “Hemos ganado y vamos a seguir dando la batalla 20 años después”, ha dicho la periodista, que no baja la guardia: “Debemos recordar que en la cárcel de Cancún creó una red de corrupción al interior y por eso tuvieron que llevárselo al penal de alta seguridad. Imaginen lo que está haciendo hoy en su casa de Puebla”, ha denunciado. “El simple hecho de que se encontrara en libertad desde su domicilio lo colocaba en posibilidad de reunirse con cualquier persona, tal como sucedió y se hizo constar en medios”, ha agregado la entidad.
Según consta en la acusación, el político ordenó arrestar ilegalmente y torturar a Lydia Cacho cuando era gobernador de Puebla, en 2005. La periodista había denunciado en su libro Los demonios del edén una red de explotación sexual infantil que involucraba a los empresarios Jean Succar Kuri y Kamel Nacif. En una conversación de teléfono entre Nacif y Marín, filtrada a los medios, se escuchó cómo el mandatario le garantizaba la impunidad y se comprometía a darle un escarmiento a la reportera, que entonces fue arrestada por la Fiscalía de Puebla acusada de difamación. En el trayecto entre Quintana Roo, donde fue detenida, y Puebla, fue torturada y amenazada de muerte por los agentes judiciales.
Mario Marín permaneció impune y libre durante más de una década desde que salió a la luz el caso, hasta que en 2019 Naciones Unidos exigió al Gobierno de México que juzgara a los responsables de las torturas. La justicia emprendió la búsqueda de quienes participaron en la detención de Cacho, incluido el exjefe de Policía Judicial de Puebla Adolfo Karam, y la Fiscalía General detuvo al exgobernador en 2021 en Acapulco (Guerrero). Este miércoles, el Ministerio Público ha enfatizado la trascendencia de este suceso, “no solo por la naturaleza del delito de tortura, sino por tratarse de una agresión contra una periodista en ejercicio de su libertad de expresión, en un contexto de uso ilegítimo de las instituciones del Estado para reprimir el derecho a la información”.
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